Tiempo de Política
Salvador Fernández
Publicado en el Diario de Tabasco
Gobierno, la dependencia económica y laboral
Tabasco carece de una mediana industria que genere fuentes de empleo. La agroindustria tiene quebradas sus plantas que permitían agregarle valor a las materias primas y generar mejores oportunidades de trabajo: la Chocolatera, La Coprera, Ultralácteos, Frigorífico, las cooperativas pesqueras, etc.Los empresarios y trabajadores tabasqueños tienen como generadores de contratos y plazas laborales, al gobierno del estado, Petróleos Mexicanos, la CFE y a los ayuntamientos en los 17 municipios.
A riesgo de provocar una convulsión económica y social, pensar en un adelgazamiento masivo del sector público, es inviable en el corto y quizá mediano plazos.
¿De quién ha sido la responsabilidad del actual estado de cosas entre los anteriores gobiernos y sectores productivos tabasqueños?, es remitirse a qué fue primero, el huevo o la gallina.
A través de los años los gobernantes esgrimieron el argumento de que la generación de empleos es asunto de la iniciativa y éstos culpan al sector público de no generar las condiciones propicias para la inversión local y principalmente la nacional, la que posee las nuevas tecnologías y los mercados.
Por ello, es importante la declaración de ayer del aspirante a la presidencia de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, José Manuel Payán Ramos, de que los empresarios del ramo deben dejar de depender tanto de la obra pública y generar más inversión privada, debido a que ante sector de la construcción de Tabasco está “deprimido” y el próximo año el panorama no es muy halagador.
Es una valerosa autocrítica que debe ser escuchada en toda su dimensión y replicarse en otros sectores productivos con una sola conclusión: “papá gobierno” ya no recibirá más las carretadas de presupuesto provenientes del petróleo y no podrá aunque quieran sus gobernantes ofertar la obra pública y las demanda de productos y servicios de la que dependían con comodidad acumulada por décadas un gran porcentaje de los empresarios locales.
Qué otro sector productivo levantará la mano en ese sentido, sin declinar al justo planteamiento de exigir las condiciones mínimas por parte de los tres niveles de gobierno, para que invertir en Tabasco sea competitivo.
TIEMPO EXTRA.- Otro que sufre de paternidad extrema es el alcalde de Emiliano Zapata Armín Marín, quien desconoce los conceptos de institucionalidad, corresponsabilidad, al pretender lavarse las manos con los maestros del municipio, al culpar cobardemente a la policía del Gobierno del Estado del desalojo de la carretera en la Villa Chablé.
Más allá de la legalidad del desalojo por obstruir una vía federal con afectación de terceros, miles de viajeros con destino a la península de Yucatán, en el operativo operaron coordinadamente fuerzas federales y estatales con un mismo objetivo: restablecer el orden.
Que el munícipe comprenda lo anterior es mucho pedir por su mentalidad ejidal, que no va más allá de sus caballerizas.
TIEMPO FUERA.- Que mejor el presidente municipal Armín Marín aclare a la Comisión Inspectora del Congreso local, si era prioritaria la pavimentación de la calle de la colonia “El Piedral” que va derechitito a su rancho.
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