José Luis Gutiérrez Gutiérrez
jlggutierrez@hotmail.com
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
¡QUÉ ESPERA PARA RENUNCIAR!
En lugar de pasarse todo el día, puteando a todo aquel que tiene la mala suerte de encontrarse con él en los pasillos de la secretaría de Salud y de estar culpando de su evidente y manifiesta incapacidad a tirios y troyanos, Juan Antonio Filigrana Castro debería renunciar, si tuviera un poquitito de dignidad y pundonor, pero como no tiene ni una pizca, ahí va a seguir hasta que lo corran.
A más de un año de asumir las riendas de esa sensible dependencia, el corrupto ex director del INVITAB está a un paso de tronarla. A diferencias de otros funcionarios “nuñistas” a los que se le dio el beneficio de la duda, tal y como ocurrió con César Raúl Ojeda Zubieta, Audomaro Martínez Zapata y al propio ex titularEzequiel Toledo Ocampo, quienes a la larga, resultaron un fiasco, Filigrana Castro recibió desde un inicio el rechazo de todos, principalmente del sector salud. Nadie dio entonces un centavo por él.
Y el tiempo les ha dado toditita la razón a quienes dudaron de su capacidad. Después de todo no estaban equivocados, pues Filigrana Castro resultó un rotundo fracaso. Los servicios de salud han venido de más a menos, y la relación entre el personal y él, es malísima. No conozco a un trabajador de esa cuarteada institución que no le recuerde, cuanta oportunidad tienen, el 10 de Mayo.
Como otros muchos colaboradores de este gobierno, se ha ganado a pulso el repudio de todos. Su actitud prepotente, soberbia, colérica y soez tiene hartos a todos, capitalmente a los que tienen la mala fortuna de estar cerca de él por cuestiones de trabajo, incluido a algunos connotados doctores, que merecen todo nuestros respetos.
Si la idea central de relevar a Ezequiel Toledo Ocampo, era mejorar cuantitativa y cualitativamente, no solo los pésimos servicios de Salud, sino también el aspecto administrativo, pues ni uno ni otro se consiguió, al contrario, ambos están peor, como fehacientemente lo prueba, la ola de denuncias, que hay todos los días por parte de la ciudadanía, que acude por necesidad y obligación a los nosocomios de la capital tabasqueña. Así qué imagínense la clase de servicios que hay en los municipios.
Y así como nadie se explicaba la terquedad de mantener en Seguridad Pública a Audomaro Martínez Zapata, así ahora, se preguntan, dentro y fuera del gobierno, y sobre todo los médicos y enfermeras, cómo es qué todavía sigue en su cargo Juan Antonio Filigrana Castro, al menos, claro está, que deliberadamente lo estén dejando para que no toque ni baranda, y es que está dejando huellas por todos lados.
Políticamente es contraproducente, ya que es una de las causas sustanciales de que la percepción pública sea adversa, casi en su totalidad, al gobierno de Arturo Núñez Jiménez. La Salud se ha vuelto en los últimos días, junto con la inseguridad pública, en los “talones de Aquiles” de esta patética Administración.
Como dijera un ex funcionario “nuñista”, están a tiempo de pedirle la renuncia a Juan Antonio Filigrana Castro, si es que no quieren verlo refundido en la cárcel en el 2018 como a José Saiz Pineda, y esta recomendación vale también para varios de los integrantes del gabinete, si no al tiempo.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Aunque la mayoría de los que saben de cuestiones electorales, ven dificilísimo que Evaristo Hernández Cruz y su equipo de abogados, logren cambiar el veredicto unánime de los magistrados de la Sala Regional de Xalapa, Veracruz, no hay que olvidar que esto no se acaba, hasta que se acaba.
Si bien es cierto, que el dictamen de ayer tiene jurídicamente más peso, valía y significado que el emitido por el TET, la última palabra no está dicha.
Todavía queda una instancia más arriba de la Regional, si allá confirman la sentencia, pues esta historia, simple y sencillamente hasta ahí llegó, se acabó. Legalmente ya no habría nada qué hacer.
Mientras ello no ocurra, la hicotea, diría un amigo, todavía tiene sangre. No hay que olvidar que en México todo puede pasar, hasta lo más increíble, y más tratándose de temas políticos-electorales.
Después de todo, Evaristo Hernández Cruz no tiene nada que perder y sí, mucho que ganar. Lo mismo haría Gerardo Gaudiano Rovirosa y cualquiera que estuviera en su misma situación. Es más, el nieto del ex gobernador, ya lo había públicamente anunciado.
Políticamente está obligado a hacerlo, pues el partido se fue a tiempos extras, y ni modo, a tomar al toro por los cuernos, no hay de otra.
De que se ve en chino que remonte el marcador, no hay ninguna duda, pero no hay peor lucha, que la que no se hace. Y si decide hacer lo contrario, pues también sea bienvenida su decisión.
Por lo tanto, Gerardo Gaudiano Rovirosa debe comportarse con mesura, sensatez y humildad, tal y como lo ha venido haciendo, no pierde nada y sí gana muchísimo.
Si Dagoberto Lara Sedas gana el distrito electoral XVI, Gloria Herrera e Hilda Padrón podría quedarse sin la curul, de lo contrario estarán en el Congreso local. Y para ello tendría que ir en alianza con el PVEM y PANAL, si es que efectivamente quiere ganar, solo va de nuevo al matadero.
Les digo en política, no hay nada escrito.
Efectivamente, el casi casi delegado del CEN del PRI en la entidad se llama Víctor Emmanuel Díaz Palacios. Originario de Puebla, ex diputado federal y desempacado de Tamaulipas, en donde coadyuvó al triunfo de los priistas en el pasado proceso electoral.
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