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Tiempo de política

Salvador Fernández

Publicado en el DIARIO DE TABASCO EL UNIVERSAL 

Corrupción, percepción o realidad

Sigo sosteniendo mi desacuerdo sobre las estadísticas del INEGI sobre la percepción de la inseguridad, en las cuales Tabasco aparece recurrentemente por arriba de estados como Tamaulipas, Sinaloa, Michoacán, Guerrero, etc., cuando todos sabemos que el índice de violencia en esas entidades es brutalmente mayor.

El descuerdo no omite ni niega que en Tabasco haya el nivel de inseguridad que tenemos, solo argumento que si un habitante de cualquier de esos estados se intercambiará una estancia por un mes con un tabasqueño, el resultado de la PERCEPCION, sería diferente. Debo darle el crédito al valor de la “percepción” que una sociedad tiene sobre determinado fenómeno, porque sí impacta en la toma de decisiones públicas y privadas.

El analista Ricardo Miguel Raphael de la Madrid reflexiona sobre la venta de los vehículos de lujo blindados del gobierno peñista que pondrá a subasta la administración del presidente López Obrador para recaudar unos 100 millones de pesos y contribuir a la creación de la Guardia Nacional. De acuerdo con el periodista y académico, la medida más que económica impacta en el mensaje en el marco de la lucha contra la corrupción: esos vehículos “fifi” era un lujo, un derroche sinónimo de corrupción. Eliminarlos, es en la “percepción” social, combatir una parte de la corrupción.

Bajo este esquema, la “percepción” de inseguridad que tenemos en Tabasco, más alta que en otros estados con mayor violencia y crímenes, impacta negativamente en los inversionistas foráneos, porque nosotros mismos proyectamos un estado inseguro, donde no es una buena plaza para traer capitales. Si no podemos decir que es el mejor lugar para vivir, tampoco que es el peor. Es el juego de las estadísticas de la percepción y de la realidad.

Un árabe lo explicaría mejor con su moraleja del beduino que habla mal del camello que compró y por tanto no lo podrá vender, por lo menos no a buen precio.

TIEMPO DE RESPONSABILIDAD. A la folclórica alcaldesa de Cunduacán, Nidia Naranjo, le pasó lo mismo que al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien mientras paseaba en el tianguis turístico de Madrid se gestaba y se descarriló el conflicto de los maestros de la CNTE que tienen bloqueado el paso del tren, con pérdidas para la industria nacional por miles de millones de pesos diarios. Así, en tanto la señora presidenta de la Atenas de Tabasco organizaba la boda de su hija en la Habana, Cuba, los improvisados encargados del despacho no supieron manejar la reubicación de los vendedores ambulantes que terminaron por tomarles el palacio municipal.

De acuerdo con nuestro corresponsal en Cunduacán, los comerciantes denunciaron que la primera regidora ha mentido, pues siempre se ha cerrado al diálogo y la prueba fue su actitud déspota, prepotente y soberbia ayer, cuando llegó a palacio municipal y no quiso entablar negociaciones con ellos. La razón, dicen los vendedores, es por una venganza política porque no apoyaron la candidatura de la ex priista y ex perredista.

Como consecuencia de la negativa de Naranjo para dialogar, los manifestantes instalaron una carpa frente al Palacio Municipal.  Es más, tienen listo un cerdo para sacrificar y dar de comer hoy a quienes defienden sus derechos en pleno corazón de la ciudad de Cunduacán.

Los comerciantes advierten temor de represión por la actitud agresiva de la corporación policiaca municipal.

Costoso le resultó el viaje a la isla de la santería a la señora presidenta. Ahora tendrá que ir por una rameada a Catemaco, pero en fin de semana y después de solucionar el conflicto con los vendedores.

TIEMPO FUERA.- Está pendiente por saber el costo y número de vehículos de lujo blindados que exhibió en su administración el gobernador Arturo Núñez, la señora vice gobernadora Martha Lilia López Aguilera –para muchos, casi todos, la mera mera mandona- y otros funcionarios que no tenían responsabilidad de seguridad.