CARTA ABIERTA
Brutal desprecio a
la prensa tabasqueña
Jorge Núñez
El exsecretario de Finanzas, Amet Ramos Traconis (del que ya se vio que en eso de manejar de manera eficiente los recursos financieros sabe muy poco), sentó un mal precedente al ningunear (y pretender debilitar) a la prensa tabasqueña.
En todo un año, en pleno fin del sexenio de Arturo Núñez, impuso su voluntad en el sentido de no pagar los adeudos contraídos con los medios de comunicación de Tabasco.
Contrariando las órdenes del gobernador, según fuentes confiables, argumentó que este era un asunto que “más adelante” lo resolvería. Nunca lo hizo. Este despropósito del funcionario más poderoso del gabinete se llevó entre las ruedas a Núñez.
Desde su visión unilateral, Amet nunca supo poner en la balanza el valor y la importancia que los medios de comunicación desempeñan en la tarea del Gobierno. Es la prensa, muy a pesar de las “benditas” redes sociales, uno de los pilares sobre los que se basa una sociedad democrática y libre.
El brutal desdén va más allá de los bastidores del poder y la política. Porque los impagos han afectado a cientos de trabajadores de prensa, radio y televisión… de los que dependen igual número de familias tabasqueñas.
La opinión pública observa con preocupación el mal precedente.
El deber de informar de los periodistas, y el derecho de saber por los ciudadanos, tendrá muchas dificultades de seguir vigente en caso de no encontrarse una salida digna y justa a los adeudos dejados con la prensa de Tabasco.
Porque, además, se trata de acuerdos comerciales avalados en el marco de la más absoluta transparencia.
Tildar a todos los medios de "deshonestos", "repugnantes" y "basura", como lo ha hecho Trump en E.E.U.U, es un despropósito. Los medios de comunicación no sólo fortalecen las libertades y la democracia; forman parte de un sector económico del que dependen miles de familias.
Despreciar a la prensa es el más absurdo de los errores cometidos por el exsecretario de Finanzas del pasado sexenio.
: RÉPLICA
La diputada federal del PRI, Soraya Pérez Munguía, ha enviado una aclaración a esta columna sobre supuestos actos de corrupción en los que ella habría sido implicada como presidenta del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales, INDAABIN.
La información fue publicada, a fines del año pasado, en medios electrónicos de Quintana Roo por la venta de un terreno en Cancún “a un costo veinte veces menor a su precio real”.
Expone Soraya en lo medular: “El INDAABIN no hace avalúos, lo hacen peritos especializados certificados por el gremio. Ningún avalúo lleva la firma del presidente del INDAABIN, yo no soy perito, nunca he firmado un avalúo, pero sí la lleva de comisionados en representación de colegios especializados en valuación. Eso hace más transparente y certero el trabajo valuatorio.
“El presidente emite la normatividad. En en mi tiempo fue avalada por el International Valuation Standards Council, y fue reconocido el INDAABIN por ser el único órgano de gobierno en Latinoamérica que sigue los estándares internacionales.
“Esto se llama refrito de noticia. Me queda claro que soy blanco, al ser la única tabasqueña que puede ser una oposición responsable”.
Hasta aquí la precisión de la legisladora federal.
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