José Luis Gutiérrez Gutiérrez
jlggutierrez@hotmail.com
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
SE LAS HA GANADO CON SINGULAR ESFUERZO
Si el Rey de la Basura, Humberto de los Santos Bertruy, y el des-secretario de Salud, Juan Antonio Filigrana Castro,se han ganado a pulso un homenaje de parte de los adversarios del presente gobierno, el general, Audomaro Martínez Zapata, merece mínimamente, no una y dos, sino hasta tres y cuatro estrellas más en su ronco pecho.
Definitivamente, no hay que regatearle nada al titular de Seguridad Pública, se lo ha ganado centímetro por centímetro. Hay que reconocerle que se ha esforzado más que ningún otro secretario “nuñista” en desacreditar al gobierno del Cambio, y por ende, al gobernador Arturo Núñez Jiménez.
Prueba de ello, es que la principal demanda que escuchan a cada rato los candidatos, incluido los perredistas y morenistas, en cada uno de los rincones de Tabasco, es el flagelo de la inseguridad pública. Principalísimo causa del hartazgo ciudadano en contra de la presente administración.
Y que conste, que no lo digo yo, sino la totalidad de los abanderados partidistas, que nos han narrado, que durante sus recorridos casa por casa, la demanda más sentida de la población, es el problema de la inseguridad pública. Muy por arriba del desempleo, de la falta de agua, del alcantarillado y drenaje…
Así que ya se puede imaginar, no solo la impotencia y el coraje de los “gobernados”, sino el resentimiento guardado muy en el fondo del alma, mucho más en aquellos tabasqueños, y avecindados aquí, que han sido víctimas de la proverbial incompetencia del milite Audomaro Martínez Zapata, y que también ha provocado que decenas de hogares estén de luto.
Insisto, no sé si fue algo planificado o no, pero los mejores aliados de los que hoy son opositores naturales al gobierno, me refiero al PRI, PVEM y PAN, han sido, y sigue siendo la mayoría de los integrantes del gabinete “nuñista”. Jamás se imaginaron los candidatos priistas que los actuales funcionarios iban a ponerles todo en bandeja de plata.
De Humberto de los Santos Bertruy y de Juan Antonio Filigrana Castro se podía esperar todo, pero de Audomaro Martínez Zapata era impensable, pues llegó acompañado de buena fama, empero, para el segundo semestre de 2012, ya había literalmente tronado. Desde entonces se supo, que le había quedado grande el traje.
De esta maldita triada, Audomaro Martínez Zapata es el que más ha contribuido al deterioro de las instituciones y al descrédito de su “jefe”, y no precisamente de Andrés Manuel López Obrador, sino de Arturo Núñez Jiménez.
Lo cierto es que los priistas, junto con los dirigentes del PVEM y PAN tienen que ir pensando qué tipo de evento le van a hacer conjuntamente al General, después del próximo 7 de junio, pues a diferencia de los otros dos, puso el doble o el triple de plus en su encomienda por allanarle el camino a los contendientes históricos de las izquierdas, concretamente del PRD.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
De nada le sirvió al gobernador Manuel Velasco Coello el manifiesto en el que se deslindó públicamente del PVEM en Tabasco, pues tras el evento del parque La Choca, dirigentes partidistas, funcionarios de los tres niveles de gobierno, aseguraban que detrás de la movilización estatal y chiapaneca estaba el patrocinio del mandatario chiapaneco, y es que mover a cinco, seis o siete mil personas en un solo día, argüían, cuesta, y muchísimo dinero.
Y es que en la entidad es vox populi, que parte del erario de los chiapanecos se está desde hace tiempo desviando hacia acá para fortalecer al PVEM, y en especial a la candidata del Centro, Rosalinda López Hernández, cónyuge del titular del Tribunal Superior de Justicia, Rutilio Cruz Escandón Cadenas, quien también aspira a relevar en la gubernatura, ni menos que al “güero” Velasco. ¡Qué bonita familia!
El meollo del asunto, es que Manuel Velasco Coello tiene metidas no solo las manos, sino hasta el pescuezo en las elecciones locales.
Si en Palacio de Gobierno se pensó que la advertencia del dirigente nacional del PVEM y diputado federal, Arturo Escobar y Vega, en el sentido de que el gobernador tabasqueño saque las manos del proceso electoral, era una más de sus ocurrencias, el video en el que balconean al candidato a la delegación de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, y a Néstor Núñez López, hijo del gobernador Arturo Núñez Jiménez, y abanderado del distrito nueve (perteneciente a la misma demarcación) para la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, avala y respalda la amenaza de Escobar y Vega.
Uno y otro evento político, definitivamente no se pueden disociar, van de la mano. No fueron sucesos causales, ni fortuitos, ambos llevan el sello de la secretaría de Gobernación, y es que el horno no está para bollos.
El presidente Enrique Peña Nieto necesita con urgencia la Cámara baja del Congreso de la Unión, así como el dignatario tabasqueño requiere más que nunca la mayoría, aunque sea simple, del recinto cameral para transitar en santa paz, el segundo trienio de su controvertido, polémico y convulsivo gobierno.
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