José Luis Gutiérrez Gutiérrez
jlggutierrez@hotmail.com
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
MONUMENTO A LA INEFICACIA
MONUMENTO A LA INEFICACIA
Y si el general Audomaro Martínez Zapata se merece varias medallas en el pecho por su manifiesta incompetencia, el des-secretario de Gobierno, César Raúl Ojeda Zubieta, se ha ganado no un homenaje, sino un monumento de más de dos metros.
Su proverbial y puntual ineficacia e ineficiencia tienen de cabeza al Estado de Tabasco. Su relevante encomienda en el gabinete “nuñista” le quedó grandísima. Fue, junto con el General, de los contadísimos funcionarios a los que el 31 de diciembre de 2012, se les dio el beneficio de la duda, pues se supuso, y muy mal, que su perfil político era el ideal para cubrir la secretaría de Gobierno.
Al igual que el culpable mayor de la inseguridad pública, y del grueso de sus pares, se desinfló en el último trimestre del primer año de la presente administración, pues en ese entonces el gobierno fue doblegado y obligado, no solo a ceder cada una de las peticiones realizadas por los sindicatos magisteriales, sino a darles una millonada de pesos, se dice, a la mano, al puro estilo de los gobiernos priistas.
A partir de ahí, el encargado de la política interna dejo de ser un interlocutor confiable y creíble dentro y fuera del gobierno. En lugar de renunciar por el sonoro y rotundo fracaso ante el magisterio como algunas voces sabias le aconsejaron, se dedicó a culpar al mandatario estatal de su ineptitud y desgracia.
A dos años y cuatro meses de su equivocado nombramiento, César Raúl Ojeda Zubieta, se convirtió en el hazmerreir de todos. Nadie lo respeta, ni mucho menos le hace caso. Es funcionario con un gran cargo, pero al que todo mundo se lo brinca, se lo salta. Se ha convertido literalmente en un cero a la izquierda.
Si el tres veces malogrado candidato a la gubernatura, César Raúl Ojeda Zubieta, hubiera hecho la mitad de su chamba, el gobierno de Arturo Núñez Jiménez, no estuviera más desgastado de la cuenta, y por ende, los candidatos de las izquierdas estuvieran en mejores condiciones de competir con sus adversarios.
En contraste con sus homólogos, al fracasado empresario y fracasado político, hay que hacerle un monumento del tamaño de la Catedral, para que nadie olvide en la entidad, no solo al peor secretario de Gobierno, sino al mejor aliado político del PRI, PVEM y PAN en el proceso electoral del 7 de junio de 2015.
No hay duda, que a los partidos políticos adversos al gobierno, les pusieron funcionarios a modo, a pedir de boca. Estoy segurísimo que ningún priista hubiera hecho mejor el trabajo que han efectuado los actuales integrantes del gabinete nuñista para que estén a punto de perder lo ganado en buena lid en julio de 2012.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Si el tope de gasto de un candidato a la alcaldía de Centro, es de $ 3, 036, 766.92, pues júrelo usted que ya lo rebasaron, desde hace un buen rato. Y si lo rebasaron…y se les llega fehacientemente a comprobar, hasta pelito van a dejar.
El caso más emblemático es de la ex perredista y ahora abanderada del PVEM a la capital tabasqueña, Rosalinda López Hernández. Y no lo digo precisamente por los anuncios espectaculares que hay por todos lados (cuestan un ojo de la cara) sino por la reciente movilización que se efectuó en el parque La Choca.
Para movilizar a más de cinco o siete mil acarreados de un lugar para otro, cuesta una millonada de pesos que supera fácilmente los tres millones de pesos.
Para comenzar tuvieron que rentar centenas de camiones y combis para traer a gente de Chiapas y de los 17 municipios. A esto súmele los refrescos, las tortas y el dinero que se da a los operadores encargados del acarreo.
Todo el mundo sabe el precio de una movilización de ese tamaño.
La pregunta obligada es: ¿lo hicieron por ignorancia o por desesperación? Realizar un evento de ese tamaño, es política y legalmente suicida con las actuales leyes electorales.
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