Tiempo de Política
Salvador Fernández
Publicado en el Diario de Tabasco
Delincuencia, los orígenes sin memoria
La inseguridad que prevalece en el país tiene estados que ya han sido considerados como fallidos y debió la federación mandar fuerzas federales para apoyar a los gobiernos locales rebasados, como los casos de Tamaulipas y Michoacán.
Tabasco no está en esos niveles de inseguridad y no debemos permitir que llegue. Es necesaria una cruzada en el que todos participemos: autoridades estatales y municipales de los diversos partidos políticos, legisladores federales y locales, el sector empresarial, los sindicatos, los académicos, los medios de comunicación y la sociedad en general.
El linchamiento en la colonia Manga I y el asesinato del empresario Moisés Dagdug ha generado un debate sobre la inseguridad en el estado, particularmente en Villahermosa en cuyo municipio se desarrolla la campaña extraordinaria para la alcaldía.
Ha sido fácil para candidatos y partidos aprovechar estos hechos para obtener puntos electorales, con posicionamientos como el caso del PRI, que confronta a la sociedad en momentos donde deberíamos dar una lucha en un solo frente.
Llama especialmente la atención la falta de memoria de los dirigentes del tricolor, sobre el actual grado de inseguridad gestado durante décadas en los sexenios gobernados por su partido.
El presidente estatal Miguel Ángel Valdivia no solo evade dar una lucha conjunta contra la delincuencia, sino niega la corresponsabilidad histórica de los gobiernos priistas por la descomposición.
Ya se le olvidó a Valdivia de Dios que fue corrido por incompetente como Comisionado de Seguridad en el estado. Exige ahora que se corrija a la de ya lo que durante años desordenaron los gobernantes de su partido y que él mismo no pudo recomponer.
Estos son tiempos de mesura y madurez cívica y política. Esas cualidades las enarbolan quienes tienen altura de mira, visión de estadistas, más allá de la parcela partidista, mal cultivada, porque en caso de ser recuperada electoralmente habrán de necesitar de la participación que ahora niegan, pichicatean, por una egoísta e irresponsable actitud electorera.
Lo cortés no quita lo valiente. El fin de semana el diputado local priista Adrían Hernández Balboa hizo un llamado para sumarse con las autoridades en la lucha contra la delincuencia:
“Debemos unir esfuerzos y colaborar con la actual administración para ponernos a trabajar y generar un marco jurídico que le ayude a hacer frente a ese desafío”, convocó.
“Porque más allá de colores y pasiones, Tabasco es primero y el problema se debe resolver con leyes que permitan generar la oportunidad de vivir en paz”, planteó el ex presidente estatal del PRI, al reconocer el origen de la descomposición: “no se han hecho las cosas que deberíamos haber hecho en su momento, con el consiguiente enojo de la ciudadanía”.
Otro ex presidente del tricolor, Nicolás Haddad López, en su calidad de jurista aseveró que “el político debe ser ético y constitucionalista. Debemos descartar las tentaciones electoreras y de bajas pasiones en la gestión de la Seguridad Publica y justicia Penal que requerimos los Tabasqueños”.
En ese sentido el ex representante del tricolor en la mesa política por Tabasco, exhorto “a los partidos políticos a no partidizar ni politizar con fines electorales inmediatistas un Asunto tan importante para la sobrevivencia de la polis y los temas de inseguridad. Ningún partido político por sí mismo, tiene, ni ha tenido la eficacia y la eficiencia en su momento, para garantizar integralmente los derechos fundamentales de todos los Tabasqueños”.
Bien haría Miguel Ángel Valdivia y amigos que lo acompañan y mal aconsejan aprender de un experimentado político y académico como Nicolás Haddad y de un talentoso joven legislador Adrián Hernández que tiene clara las responsabilidad del quehacer público. Pero chango viejo no aprende maroma nueva.
Tabasco no está en esos niveles de inseguridad y no debemos permitir que llegue. Es necesaria una cruzada en el que todos participemos: autoridades estatales y municipales de los diversos partidos políticos, legisladores federales y locales, el sector empresarial, los sindicatos, los académicos, los medios de comunicación y la sociedad en general.
El linchamiento en la colonia Manga I y el asesinato del empresario Moisés Dagdug ha generado un debate sobre la inseguridad en el estado, particularmente en Villahermosa en cuyo municipio se desarrolla la campaña extraordinaria para la alcaldía.
Ha sido fácil para candidatos y partidos aprovechar estos hechos para obtener puntos electorales, con posicionamientos como el caso del PRI, que confronta a la sociedad en momentos donde deberíamos dar una lucha en un solo frente.
Llama especialmente la atención la falta de memoria de los dirigentes del tricolor, sobre el actual grado de inseguridad gestado durante décadas en los sexenios gobernados por su partido.
El presidente estatal Miguel Ángel Valdivia no solo evade dar una lucha conjunta contra la delincuencia, sino niega la corresponsabilidad histórica de los gobiernos priistas por la descomposición.
Ya se le olvidó a Valdivia de Dios que fue corrido por incompetente como Comisionado de Seguridad en el estado. Exige ahora que se corrija a la de ya lo que durante años desordenaron los gobernantes de su partido y que él mismo no pudo recomponer.
Estos son tiempos de mesura y madurez cívica y política. Esas cualidades las enarbolan quienes tienen altura de mira, visión de estadistas, más allá de la parcela partidista, mal cultivada, porque en caso de ser recuperada electoralmente habrán de necesitar de la participación que ahora niegan, pichicatean, por una egoísta e irresponsable actitud electorera.
Lo cortés no quita lo valiente. El fin de semana el diputado local priista Adrían Hernández Balboa hizo un llamado para sumarse con las autoridades en la lucha contra la delincuencia:
“Debemos unir esfuerzos y colaborar con la actual administración para ponernos a trabajar y generar un marco jurídico que le ayude a hacer frente a ese desafío”, convocó.
“Porque más allá de colores y pasiones, Tabasco es primero y el problema se debe resolver con leyes que permitan generar la oportunidad de vivir en paz”, planteó el ex presidente estatal del PRI, al reconocer el origen de la descomposición: “no se han hecho las cosas que deberíamos haber hecho en su momento, con el consiguiente enojo de la ciudadanía”.
Otro ex presidente del tricolor, Nicolás Haddad López, en su calidad de jurista aseveró que “el político debe ser ético y constitucionalista. Debemos descartar las tentaciones electoreras y de bajas pasiones en la gestión de la Seguridad Publica y justicia Penal que requerimos los Tabasqueños”.
En ese sentido el ex representante del tricolor en la mesa política por Tabasco, exhorto “a los partidos políticos a no partidizar ni politizar con fines electorales inmediatistas un Asunto tan importante para la sobrevivencia de la polis y los temas de inseguridad. Ningún partido político por sí mismo, tiene, ni ha tenido la eficacia y la eficiencia en su momento, para garantizar integralmente los derechos fundamentales de todos los Tabasqueños”.
Bien haría Miguel Ángel Valdivia y amigos que lo acompañan y mal aconsejan aprender de un experimentado político y académico como Nicolás Haddad y de un talentoso joven legislador Adrián Hernández que tiene clara las responsabilidad del quehacer público. Pero chango viejo no aprende maroma nueva.
TIEMPO DE CAMPAÑA.- Liliana Madrigal Méndez se declara lista para gobernar y le apuesta a la participación de las mujeres y los jóvenes para ganar la alcaldía de Centro. Mañana estará de fiesta con la presencia de su dirigente nacional Manlio Fabio Beltrones, quien la acompañará en un recorrido por la colonia Espejo I.
Posiblemente el político con mayor oficio en el priismo nacional, en una reunión con las estructuras, hará una evaluación de la campaña de su candidata. Un corte de caja a casi la mitad del camino electoral.
Por su parte, el perredista Gerardo Gaudiano recibió ayer dos visitas a su campaña: la del gobernador de Morelos, el tabasqueño Graco Ramírez y el teapaneco Nicolás Mollinedo, recordado como el chofer del tsuro blanco en el que trasladó durante su gestión al entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.
Ramírez Garrido ha sido un férreo defensor del mando único en contra de la oposición del alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco y en su apoyo a Gaudiano Rovirosa se lanzó contra los “saqueadores que se quieren apoderar nuevamente de Tabasco”.
TIEMPO FUERA.
“Todos, sin excepción, somos responsables de los que está pasando, de los altos índices de impunidad que vivimos”.
Adrián Hernández Balboa
Posiblemente el político con mayor oficio en el priismo nacional, en una reunión con las estructuras, hará una evaluación de la campaña de su candidata. Un corte de caja a casi la mitad del camino electoral.
Por su parte, el perredista Gerardo Gaudiano recibió ayer dos visitas a su campaña: la del gobernador de Morelos, el tabasqueño Graco Ramírez y el teapaneco Nicolás Mollinedo, recordado como el chofer del tsuro blanco en el que trasladó durante su gestión al entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.
Ramírez Garrido ha sido un férreo defensor del mando único en contra de la oposición del alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco y en su apoyo a Gaudiano Rovirosa se lanzó contra los “saqueadores que se quieren apoderar nuevamente de Tabasco”.
TIEMPO FUERA.
“Todos, sin excepción, somos responsables de los que está pasando, de los altos índices de impunidad que vivimos”.
Adrián Hernández Balboa
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