lunes, 22 de febrero de 2016

ARMAGEDÓN / Alfredo A. Calderón Cámara / Ausencia de piedad... / Columna / Lu Feb 22

Armagedón
 “Habéis arado impiedad y segasteis iniquidad...”
Oseas 10:13
Ausencia de piedad...
Alfredo A. Calderón Cámara
Publicado en elimparcial.com

Al estar frente al ataúd de Moisés Dagdug Lutzow, comentaba alguien que el video mostraba que los dos asesinos habían entrado a su casa y lo habían asesinado sin piedad. Eso me hizo pensar, lo que dijo Albert Lemus: ¡Quién necesita piedad, sino aquellos que no tienen compasión de nadie! Esta tan dividida y enferma la sociedad en sus opiniones, que unos piensan en piedad para unos asesinos que no la conocen; lo más trágico, invocan sus derechos humanos ¿Dónde estaban los derechos humanos de Moisés Dagdug cuando la mano asesina se levantó para enterrar el cuchillo en su carne y segar su vida?

Tiempos son estos en que la piedad por el culpable es traición al inocente. Culpar al gobierno o al gobernante en turno es la salida más fácil; cuando asesinaron a José Fuentes Esperón y su familia, la teoría judicial fue tan infantil que nadie la creyó ¡Nadie! Años después, uno de los acusados salió libre por falta de evidencias y “Javier” el asesino desconocido nunca fue detenido ¿Dónde estuvo la piedad para Pepe Fuentes, su amada esposa y sus dos pequeños hijos? Es fácil ver la muerte ajena, la del vecino, pero no la de aquellos que amamos. Fue fácil invocar el respeto a los derechos humanos para la banda de asesinos Los Almeida y sus cómplices, pero ¿Y el derecho a la vida de los policías asesinados a sangre fría y sin piedad? ¿De sus huérfanos y viudas? Habrá quien diga, ahora siento hacia los asesinos de Moisés Dagdug un odio sereno, o una piedad tan inactiva que es lo mismo. Soslayando que: El desprecio de los asesinos por la vida destruye la piedad que pudieran invocar para refugiarse.

Los asesinos cuando son detenidos en flagrancia y, sus defensores, apelan a una misericordia, que no es ni será jamás piedad; la misericordia nace de los bordes exteriores de la Ley del talión y perdona todo lo que dicha ley ni debe ni puede. Una piedad que ellos nunca tienen con sus víctimas. Ejecutan a sangre fría. Dos hombres entraron a la cochera en el hogar de quien escribe: si, pistola en mano, trataron de secuestrar a su esposa, al tener resistencia y no poder arrastrarla al interior del auto, la golpearon con sus armas; ella logró huir y, los ladrones se robaron el auto, dejando masacrada a golpes a una dama que tuvo el valor de defenderse aún a costa de poder morir. Ladrones que nunca fueron aprehendidos por la autoridad.

¿Merecen piedad de no ser linchados semejantes bastardos, cuando ellos prácticamente lincharon a cachazos de pistola a una indefensa dama que ningún mal les había hecho? No para quienes vivimos en carne propia la laceración. El dolor de la muerte de Moisés Dagdug nos lastima. Lástima a Tabasco y nos involucra a todos. Atribuir al gobierno de la gangrena social que lacera a diario, es agarrar el camino más fácil para evitar confrontar la realidad que nos aplasta ¿Qué mal les había hecho Moisés Dagdug a sus asesinos? De seguro: lo asesinaron por unos miserables pesos. Anote. El sentimiento que más difícil que se puede pedir a una persona cuando le han asesinado una parte de sí misma: es la piedad. La implacable realidad dice que al buen amigo Moisés Dagdug lo asesinaron hombres de alma podrida con ausencia de piedad…

EL SEPTIMO SELLO
Reciba la familia de Moisés Dagdug nuestras condolencias, que reciban pronto una paz y un consuelo que sólo el Espíritu de Dios puede darles…

LA SEPTIMA TROMPETA
Hace unos días desayunaba con un joven y talentoso político analizando el tema del linchamiento, brotó una anécdota de antaño: “un maestro en Jonuta violó a una niña, la queja llegó hasta el gobernador quien ordenó fueran a buscar en una avioneta al maestro para procesarlo penalmente. Fueron y regresaron e informaron al gobernante: Señor, fue detenido el maestro violador, lo traíamos en la avioneta conforme sus órdenes, pero estaba tan remordido de conciencia, que no soportó y se lanzó de la avioneta al vacío, no pudimos detenerlo”. Así resolvían los delitos antes. Definitivamente más efectivo. También puede revisar esta columna en el portal http://www.elimparcialdetabasco.com/. A sus órdenes al teléfono 9932951489…

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