Centro: ¿quién va a ganar?
› René Alberto López
E-mail: ralopez22@hotmail.com
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Publicado en papiro.com
No es sencillo ofrecer un pronóstico certero sobre la elección extraordinaria a realizarse en el municipio de Centro, cuya jornada electoral será el próximo domingo 13 de marzo.
La gente interesada en este proceso, anda preguntando a boca de jarro: ¿quién va a ganar?, o ¿Cómo ves el panorama?
Considero que sería aventurado afirmar el triunfo de uno u otro candidato, sobre todo en Tabasco, tierra donde el electorado se comporta de manera distinta en cada elección.
Me refiero, claro, a ese conglomerado que sale a depositar su voto razonado, sin el control de ninguno de los partidos en competencia que, al final de cuenta, son los que inclinan el resultado de uno u otro bando.
Para empezar, las cifras del pasado 7 de junio no sirven para hacer comparaciones, debido a que no se sabe si los votos que obtuvo el ganador, en este caso el perredista Gerardo Gaudiano, en realidad se depositaron en las urnas.
Están descartados esos sufragios, en el entendido que en la revisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, detectó que las urnas estuvieron durante varias horas sin vigilancia en los organismos electorales locales y otras llegaron a destiempo, levantando el sospechosismos de que pudieron ser manipuladas.
Así que, al menos para este escribidor, ninguna cifra de los resultados del 7 de junio sirven para el análisis, porque, repito, no se sabe si corresponden a la realidad. Por algo se anuló esa elección.
Este nuevo proceso es una especie de “borrón y cuenta nueva”. Ahora, por ejemplo, el PRI compite aliado al PVEM y con una candidata mujer, esto es, Liliana Madrigal Méndez.
Se trata de un nuevo producto del PRI, que le costará levantarlo en un mes, sobre todo cuando se metieron tarde a la contienda y en las redes sociales se observa, a la fecha, más campaña en contra que a favor.
El PRD va con el mismo Gerardo Gaudiano, aunque ahora con el desamor de la Quinta Grijalva. Lo abandonó el Panal, pero se le sumó el PAN.
No quiero ahondar en el tema de que si el Panal le representó menos o más votos que los que obtuvo el PAN con Rosalinda, porque insistimos, aquellos sufragios de junio no sirven para una evaluación, ya que se pudrieron en el estigma del fraude electoral.
Octavio Romero Oropeza compite otra vez sólo con su partido, pero con la suma del ex priista Evaristo Hernández Cruz y la estructura de éste.
La fuerza de Evaristo se ha podido apreciar en las reuniones del abanderado de Morena, que ahora se ven más nutridos, pero se necesita más que eso para impulsar a un candidato que no retrata, que no hace clip con la gente.
Bien, son los tres candidatos fuertes. Hay otro, independiente al que hay que reconocerle su esfuerzo de ir abriendo brecha a los representantes ciudadanos.
La verdad, la verdad, ha dejado mucho que desear, pues le falta mucho, sobre todo difusión, jamás hemos visto un comunicado de ese aspirante, ni sabemos a dónde se mueve o qué tipo de campaña está haciendo.
Además, en esta elección ronda el fantasma de la negociación. Hay opiniones encontradas, en un supuesto acuerdo entre el dirigente del PRI nacional Manlio Fabio Beltrones y el gobernador Arturo Núñez Jiménez.
Una de ellas es en el sentido de que fue negociada para que gane Gerardo Gaudiano, y otra que ha sido para favorecer a Liliana Madrigal. Y, en los dos casos, para “aplastar a Morena en Tabasco”, esto último dicho por Andrés Manuel López Obrador.
Pero la pregunta de la gente es: ¿quién va a ganar?, la verdad, la verdad, no lo sabemos. Nos parecer una elección competida, eso sí, en la que jugarán un papel primordial las estructuras.
Pero, ¿qué son las estructuras? Las estructuras son esas gente a sueldos que tienen todos los partidos en colonias y comunidades a las que con base al dinero controlan el voto, ya sea manipulando credenciales de elector o repartiendo despensas, pollitos y otros regalos para sumar sufragios.
Además, el día de la jornada electoral son los encargados de alquilar combis, camionetas, camiones y hasta taxis, y, les dan dinero para la gasolina a los militantes que tienen vehículos a fin de acarrear gente a las casillas durante todo ese domingo.
Nada honorable, pues, una práctica sucia que riñe con los principios democráticos y que todos los partidos lo hacen, pero, claro, también todos lo niegan.
Lo mejor sería ir pensando en un ganador que ofrezca resultados a los habitantes del municipio de Centro.
Revisar y evaluar sus propuestas. Por ejemplo Liliana Madrigal afirma que le meterá duro al tema de la seguridad, lo que también asegura Octavio Romero Oropeza. Se trata de un rubro que urge.
Gerardo Gaudiano también se ha referido al tema, pero es difícil creerle, porque es parte del PRD, cuyo gobierno estatal nos tiene metido en un infierno a los tabasqueños.
Cada ciudadano debe ir viendo sus intereses y los de sus colonias y comunidades, porqué le conviene que gane o no un candidato. Esa sería una postura inteligente, en lugar de tratar de jugársela con el seguro ganador.
Si el lugareño es constructor, saber si el nuevo alcalde le va a dar trabajo a los constructores locales. Si es comerciante, conocer si las compras las harán aquí, en Chiapas o la Ciudad de México, si es delegado municipal, tener la certeza de que apoyará a su colonia o ranchería, y así.
Por ejemplo, a este franjero como parte del gremio de periodistas, el viernes último lo decepcionó el perredista Gerardo Gaudiano.
Me considero de ese sector de comunicadores tabasqueños que estamos luchando a corazón partido para que en Tabasco también se de una “alternancia en la prensa”.
Esto es, que los gobiernos ya abran el abanico y dejen de seguir únicamente abultando las cuentas de cheques de los empresarios del periodismo. De los mismos de siempre, conocidos como “los intereses creados”.
El gobernador Arturo Núñez Jiménez se arrodilló a ellos, esto es, el precursor de la alternancia en Tabasco siguió conservando el mismo esquema, dejó intacto “los intereses creados” en materia de prensa.
¿Qué hace Gerardo Gaudiano? Trae a su campaña a los gobernadores de Morelos y Michoacán y lo primero que hace es ir a lamerle las botas a Miguel Cantón Zetina, director del Tabasco Hoy.
Entonces, al gremio de periodistas que luchamos por una prensa alternativa, no debe convenirnos un político como Gaudiano, por muy “nueva generación” que represente, pues con sus prácticas al viejo estilo, será más de lo mismo. Ya enseñó el cobre, qué bueno que lo demostró públicamente.
Otro caso es el de Octavio Romero, trae una buena propuesta para los deudores de energía eléctrica, con la Comisión Municipal de Electricidad, pero, su partido Morena, también es una organización que no comulga con los periodistas. Su relación con el gremio es de diente para afuera.
Y Liliana Madrigal, del PRI, es una candidata que prefirió irse con su publicidad a las redes sociales, manejada por gente de fuera. La pésima asesoría en medios la llevó a batear a la prensa tabasqueña.
Entonces, este escribidor, como parte del gremio de comunicadores de Tabasco, ni para dónde hacerse. ¿Cómo creen que será mi voto?
Los tres candidatos fuertes al municipio de Centro, en realidad tienen animadversión contra los periodistas, me refiero, sobre esa prensa llamada marginal, entre la que me cuento, y que seguiremos luchando por una prensa alternativa.
Cité estos ejemplos, todo personal, para enviarles el mensaje a los ciudadanos de Centro, que no traten de jugársela con el candidato que crean va a ganar, no, juéguensela con el que le dé resultados en sus objetivos o absténgase. Ya basta de que los políticos se sigan burlando del pueblo.
No es sencillo ofrecer un pronóstico certero sobre la elección extraordinaria a realizarse en el municipio de Centro, cuya jornada electoral será el próximo domingo 13 de marzo.
La gente interesada en este proceso, anda preguntando a boca de jarro: ¿quién va a ganar?, o ¿Cómo ves el panorama?
Considero que sería aventurado afirmar el triunfo de uno u otro candidato, sobre todo en Tabasco, tierra donde el electorado se comporta de manera distinta en cada elección.
Me refiero, claro, a ese conglomerado que sale a depositar su voto razonado, sin el control de ninguno de los partidos en competencia que, al final de cuenta, son los que inclinan el resultado de uno u otro bando.
Para empezar, las cifras del pasado 7 de junio no sirven para hacer comparaciones, debido a que no se sabe si los votos que obtuvo el ganador, en este caso el perredista Gerardo Gaudiano, en realidad se depositaron en las urnas.
Están descartados esos sufragios, en el entendido que en la revisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, detectó que las urnas estuvieron durante varias horas sin vigilancia en los organismos electorales locales y otras llegaron a destiempo, levantando el sospechosismos de que pudieron ser manipuladas.
Así que, al menos para este escribidor, ninguna cifra de los resultados del 7 de junio sirven para el análisis, porque, repito, no se sabe si corresponden a la realidad. Por algo se anuló esa elección.
Este nuevo proceso es una especie de “borrón y cuenta nueva”. Ahora, por ejemplo, el PRI compite aliado al PVEM y con una candidata mujer, esto es, Liliana Madrigal Méndez.
Se trata de un nuevo producto del PRI, que le costará levantarlo en un mes, sobre todo cuando se metieron tarde a la contienda y en las redes sociales se observa, a la fecha, más campaña en contra que a favor.
El PRD va con el mismo Gerardo Gaudiano, aunque ahora con el desamor de la Quinta Grijalva. Lo abandonó el Panal, pero se le sumó el PAN.
No quiero ahondar en el tema de que si el Panal le representó menos o más votos que los que obtuvo el PAN con Rosalinda, porque insistimos, aquellos sufragios de junio no sirven para una evaluación, ya que se pudrieron en el estigma del fraude electoral.
Octavio Romero Oropeza compite otra vez sólo con su partido, pero con la suma del ex priista Evaristo Hernández Cruz y la estructura de éste.
La fuerza de Evaristo se ha podido apreciar en las reuniones del abanderado de Morena, que ahora se ven más nutridos, pero se necesita más que eso para impulsar a un candidato que no retrata, que no hace clip con la gente.
Bien, son los tres candidatos fuertes. Hay otro, independiente al que hay que reconocerle su esfuerzo de ir abriendo brecha a los representantes ciudadanos.
La verdad, la verdad, ha dejado mucho que desear, pues le falta mucho, sobre todo difusión, jamás hemos visto un comunicado de ese aspirante, ni sabemos a dónde se mueve o qué tipo de campaña está haciendo.
Además, en esta elección ronda el fantasma de la negociación. Hay opiniones encontradas, en un supuesto acuerdo entre el dirigente del PRI nacional Manlio Fabio Beltrones y el gobernador Arturo Núñez Jiménez.
Una de ellas es en el sentido de que fue negociada para que gane Gerardo Gaudiano, y otra que ha sido para favorecer a Liliana Madrigal. Y, en los dos casos, para “aplastar a Morena en Tabasco”, esto último dicho por Andrés Manuel López Obrador.
Pero la pregunta de la gente es: ¿quién va a ganar?, la verdad, la verdad, no lo sabemos. Nos parecer una elección competida, eso sí, en la que jugarán un papel primordial las estructuras.
Pero, ¿qué son las estructuras? Las estructuras son esas gente a sueldos que tienen todos los partidos en colonias y comunidades a las que con base al dinero controlan el voto, ya sea manipulando credenciales de elector o repartiendo despensas, pollitos y otros regalos para sumar sufragios.
Además, el día de la jornada electoral son los encargados de alquilar combis, camionetas, camiones y hasta taxis, y, les dan dinero para la gasolina a los militantes que tienen vehículos a fin de acarrear gente a las casillas durante todo ese domingo.
Nada honorable, pues, una práctica sucia que riñe con los principios democráticos y que todos los partidos lo hacen, pero, claro, también todos lo niegan.
Lo mejor sería ir pensando en un ganador que ofrezca resultados a los habitantes del municipio de Centro.
Revisar y evaluar sus propuestas. Por ejemplo Liliana Madrigal afirma que le meterá duro al tema de la seguridad, lo que también asegura Octavio Romero Oropeza. Se trata de un rubro que urge.
Gerardo Gaudiano también se ha referido al tema, pero es difícil creerle, porque es parte del PRD, cuyo gobierno estatal nos tiene metido en un infierno a los tabasqueños.
Cada ciudadano debe ir viendo sus intereses y los de sus colonias y comunidades, porqué le conviene que gane o no un candidato. Esa sería una postura inteligente, en lugar de tratar de jugársela con el seguro ganador.
Si el lugareño es constructor, saber si el nuevo alcalde le va a dar trabajo a los constructores locales. Si es comerciante, conocer si las compras las harán aquí, en Chiapas o la Ciudad de México, si es delegado municipal, tener la certeza de que apoyará a su colonia o ranchería, y así.
Por ejemplo, a este franjero como parte del gremio de periodistas, el viernes último lo decepcionó el perredista Gerardo Gaudiano.
Me considero de ese sector de comunicadores tabasqueños que estamos luchando a corazón partido para que en Tabasco también se de una “alternancia en la prensa”.
Esto es, que los gobiernos ya abran el abanico y dejen de seguir únicamente abultando las cuentas de cheques de los empresarios del periodismo. De los mismos de siempre, conocidos como “los intereses creados”.
El gobernador Arturo Núñez Jiménez se arrodilló a ellos, esto es, el precursor de la alternancia en Tabasco siguió conservando el mismo esquema, dejó intacto “los intereses creados” en materia de prensa.
¿Qué hace Gerardo Gaudiano? Trae a su campaña a los gobernadores de Morelos y Michoacán y lo primero que hace es ir a lamerle las botas a Miguel Cantón Zetina, director del Tabasco Hoy.
Entonces, al gremio de periodistas que luchamos por una prensa alternativa, no debe convenirnos un político como Gaudiano, por muy “nueva generación” que represente, pues con sus prácticas al viejo estilo, será más de lo mismo. Ya enseñó el cobre, qué bueno que lo demostró públicamente.
Otro caso es el de Octavio Romero, trae una buena propuesta para los deudores de energía eléctrica, con la Comisión Municipal de Electricidad, pero, su partido Morena, también es una organización que no comulga con los periodistas. Su relación con el gremio es de diente para afuera.
Y Liliana Madrigal, del PRI, es una candidata que prefirió irse con su publicidad a las redes sociales, manejada por gente de fuera. La pésima asesoría en medios la llevó a batear a la prensa tabasqueña.
Entonces, este escribidor, como parte del gremio de comunicadores de Tabasco, ni para dónde hacerse. ¿Cómo creen que será mi voto?
Los tres candidatos fuertes al municipio de Centro, en realidad tienen animadversión contra los periodistas, me refiero, sobre esa prensa llamada marginal, entre la que me cuento, y que seguiremos luchando por una prensa alternativa.
Cité estos ejemplos, todo personal, para enviarles el mensaje a los ciudadanos de Centro, que no traten de jugársela con el candidato que crean va a ganar, no, juéguensela con el que le dé resultados en sus objetivos o absténgase. Ya basta de que los políticos se sigan burlando del pueblo.
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