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Mar se traga Comunidad

Arístides Hernández / Publicado en el Diario de Tabasco / 19/09/201505:00:00

Familias abandonan desde débiles chozas de pescadores hasta residencias de descanso con estructuras reforzadas al sucumbir ante el golpe de las olas del mar

El constante golpeteo de las olas del mar sobre la costa de Paraíso a la altura del Ejido Guano Solo, ha destruido unas quince viviendas incluidas entre estas cuatro residencias de descanso, en el lugar los vecinos tienen temor de que con el inicio de la temporada de frentes fríos la actividad erosiva del mar se incremente y arrase con más hogares, tal y como ha ocurrido en zonas como Barra de Tupilco donde el mar arrasó con toda una comunidad o Penjamo Chiltepec, donde el avance del mar tierra adentro también ha cobrado más de unas quince casas.

Vecinos del lugar y pescadores consideran que es urgente la construcción de escolleras o espigones que frenen el avance del mar tierra adentro, porque cada vez que hay mal tiempo, la fuerza del oleaje destruye lo mismo las débiles chozas de pescadores construidos con materiales de la región, que las residencias de descanso edificadas a base de concreto con estructuras reforzadas y protecciones contra el oleaje, mismo que resulta inútil para frenar el avance del mar tierra adentro.

Unas 15 familias han tenido que abandonar sus casas y buscar refugio entre vecinos y familiares, por la destrucción de las paredes y techos que reciben el impacto que producen las olas acompañadas de fuertes vientos. En algunos casos las casas yacen en el fondo del mar arrastradas por el fuerte oleaje.

El problema, de la erosión marina comenzó en esta zona en el año 2007, se ha agudizado en los últimos dos años, debido a los fenómenos climáticos. Son cerca de 200 metros de playa los que han desaparecido mientras el mar gana espacio al avanzar tierra adentro derribando a su paso las viviendas y plantaciones de coco y diversos árboles frutales típicos de la región como la uva de playa, icaco, mango y cítricos.

Los lugareños consideran que es necesaria la construcción de escolleras o espigones que frenen el golpe de las olas y retengan arena para favorecer la recuperación de playas.