José Luis Gutiérrez Gutiérrez
jlggutierrez@hotmail.com
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
AUNQUE DIGA MISA, ES EL CULPABLE DE LA REPRESIÓN
El encargado de la política interna, César Raúl Ojeda Zubieta, podrá decir misa, desgañitarse y hablar todo lo que quiera, está en toditito su derecho, pero ello no lo exime de ser el principal responsable y culpable de lo penosos sucesos acaecidos (que ya le dieron la vuelta al mundo), no solo en la Plaza de la Revolución, sino del indiscriminado uso de la fuerza policiaca a la entrada del edificio del Centro Administrativo de Tabasco 2000.
Si el secretario de Gobierno, sigo insistiendo, hubiera cumplido al pie de la letra con sus obligaciones, no se habría salido la situación fuera de control, pero como lo que menos hacen es estar en lo suyo, simple y sencillamente aquello se volvió un pandemónium, un caos.
La seguridad del gobernador Arturo Núñez Jiménez y de su esposa Martha Lilia López de Núñez fueron literalmente rebasadas. Resultaron más vulnerables de lo que uno pudiera pensar, sobre todo tratándose, ni más ni menos que de la pareja gubernamental. Demostraron que no están capacitados ni entrenados para enfrentar, Dios no lo quiera, escenarios más difíciles y complicados.
No solo el área de seguridad evidenció sus debilidades, también la coordinación general de Logística y la de Giras que dirigen, Leonardo Ramos Suárez y Jancen Marquéz Hernández, respectivamente, enseñaron sus fallas, incluida obviamente Seguridad Pública y la del Gobierno. Los tres círculos (compuesto por casi o más de 300 elementos) que supuestamente cuidan la integridad del mandatario estatal no sirvieron para una puta madre. Un grupo de indefensas mujeres indígenas los transgredió, los pasó con relativa facilidad.
Círculos de seguridad que mantienen, segundo tras segundo, minuto tras minuto, informando al ineficiente e ineficaz encargado de la política interna, de todo lo que estaba ocurriendo en el evento. Él es quien de acuerdo a las informaciones que va recibiendo, el que toma las decisiones a seguir, incluidas las del general Audomaro Martínez Zapata. Se supone que no se mueve ni una hoja si el ex malogrado candidato a la gubernatura, no lo decide.
Si no lo toman en cuenta, si no lo pelan para nada, es porque el secretario de Seguridad Pública no confía en él, como la mayoría de los integrantes del gabinete “nuñista”.
Es más, desde que las féminas del Movimiento “México Despierta” se plantaron en el Centro Administrativo de Tabasco 2000, César Raúl Ojeda Zubieta estaba enterado de lo que hacían o dejaban de hacer las integrantes de esa organización conocida hoy a nivel mundial gracias a su impericia política.
Lo que pasó pudo evitarse con dos “deditos” de sentido común, pero como sigue montado en la famosa curva de aprendizaje, como otros muchos funcionarios de pacotilla, no supo qué hacer, los nervios, el miedo, y vaya usted a saber cuántas cosas más, lo apendejaron, lo acobardaron, por ello el General, que si es ducho en estos menesteres, se lo brincó por enésima vez, y repartió patadas, topes, voladoras…a diestra y siniestra.
Se los juro que no quisiera estar en los zapatos del dignatario tabasqueño, debe ser muy, pero muy difícil, trabajar con una bola de cabrones buenos para nada, y es que el gabinete está para llorar, se salvarán de la quemazón, ¿cuántos les gustan?, uno, dos, tres…y pare usted de contar, no cubren ni los dedos de una mano.
Que yo recuerde, y usted no me dejará mentir, es uno de los peores equipos que haya nombrado un gobernador para colaborar, y el ejemplo más emblemático de esto son César Raúl Ojeda Zubieta y Audomaro Martínez Zapata. Todo mundo se pregunta, cómo es que siguen en sus actuales encomiendas cuando han dado pruebas de su proverbial incompetencia. Por menos de lo que han hecho, ya los hubieran colgado en el medio Oriente.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Y ni de quien echar mano, pues el des-edil de Centro, Humberto de los Santos Bertruy, acaba de hacer una, que no tiene madre, de esas metidas de patas, como las que él acostumbra, que se convierten en la comidilla nacional. Imagínense que anteayer al cuarto para las doce canceló un convivio programado en la Plaza de la Revolución, en donde iba a entregar reconocimientos como visitantes distinguidos a personalidades de la Academia Mexicana de Derecho del Trabajo y la Previsión Social, quienes en la mañana en el teatro Esperanza Iris habían presenciado la inauguración de su Asamblea Nacional por parte del gobernador Arturo Núñez Jiménez.
Hay que estar mal de su cabecita para cancelar un evento de esa magnitud y calidad. Dejar tirado de esa manera a abogados de ese calibre, es no tener ni una puta idea del significado y del valor de ser alcalde del municipio más importante del Estado de Tabasco.
En serio que el mandatario estatal debe irse, no solo de rodillas a la Villa de Guadalupe, sino a pegarse una rameada a Catemaco, Veracruz. Me cae madre, que está salado, no da una, todo le sale mal.
Con razón a veces no se ve de buen talante, y no es para menos, con esta bola de ojetes y bueyes que lo único que dan son problemas, y por montón. Pobre…pobrecito del gober.
En Cárdenas, continúa la ciudadanía esperando que el candidato priista a la alcaldía, José Ángel Moheno Piñera, se deslinde de las temibles acusaciones de sus adversarios. Ayer se llevo la tarde como lo buenos toreros, no hubo lugar en el que no se abordará el delicado tema.
Nadie mejor que él para aclarar parada, mientras más dure su silencio mayor será el daño viral a su campaña política, si no, al tiempo.
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