El secuestro, negocio político
México es un país secuestrado. El
principal cártel secuestrador son los
partidos políticos. Gracias a la labor
de diputados, senadores y toda la clase
política, que establecieron en las leyes, como y quienes pueden competir para cargos de elección popular. Los delincuentes
secuestran al ciudadano y por liberarlo
piden x cantidad de dinero. Por lo menos dan una esperanza de salvación.
Los mexicanos nos encontramos desde hace
mucho tiempo secuestrados y el precio
que hemos pagados hasta con sangre, es muy alto, y no hay esperanza que algún día nos liberen.
La economía se encuentra secuestrada por los grandes
monopolios, la actividad gubernamental
por unos cuantos políticos y sus familiares, la educación por Elba Esther
Gordillo, la burocracia por los sindicatos y sus líderes charros,
Pemex, por Romero Dechamps, los medios
masivos de comunicación por Televisa y TV Azteca. En fin todo en México se encuentra secuestrado
y tiene su cártel.
En un país donde se privilegia el
compadrazgo, el amiguismo; donde la autoridad que regula la competencia en el mercado, es carente de recursos
legales, humanos o tal vez es corrupta;
donde las autoridades responsables de
vigilar, sancionar a los funcionarios
incumplidos o corruptos se hace de la “vista gorda”. ¿Qué podemos hacer los
mexicanos?
Pareciera que es una labor imposible liberarnos de estos cárteles, y más por los
años que llevamos viviendo en esta apropiación. El primero de julio México puede
iniciar a caminar por una nueva senda.
Los electores no deben dejarse llevar
por la propaganda bien presentada, ni por la carita más bonita, tampoco por
quien jura que nos cuidará como una madre- no somos sus hijos, como tampoco somos menores de edad o
incapacitados-, los rostros de telenovela
o las promesas de cambio.
Los votantes deben elegir por quien
presente un proyecto honesto, que se
comprometa acabar con privilegios, que
permita la competencia, que incentive la producción, que liberé a la clase
trabajadora y a la educación de esos “líderes”.
El decidir
votar por lo que dice y presenta
la propaganda diseñada por mercadologos,
diseñadores de imagen, politólogos; en fin un montón de especialista en
marketing político contratado por determinado
candidato(a), es votar a favor de los cárteles del secuestro.
PIQUETITO. Les
comparto un fragmento de la poesía “Despecho” del poeta Antonio Plaza.
Nunca al poder ni al oro me
arrodillo, y aunque me agobie padecer tirano
me muero de hambre; pero no me humillo...
seré cadáver, pero no gusano.
Comentarios
al correo: osoriobroca@yahoo.com.mx
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