MEXICANA ALEGRÍA
Todo indica que el carnaval más raro del mundo va a ser todo un éxito en Tenosique.. Por lo menos el parque central ya está lleno de puestos y los jóvenes, principalmente, están felices de poder quitarse el intenso calor.
Tal como está previsto, el autollamado general de los cojóes le está ganando la partida a las autoridades. Hasta se dio el lujo de espetarle al director de museos populares, Alejandro Ocampo “que bueno que ahora si vienen las autoridades de Cultura. Si yo no le doy difusión el Pochó ya hubiera desaparecido”. El funcionario guardó silencio ahí en la casa de los guardianes de esta tradición. Y la fiesta empezó.
La capitana de las pochoveras, doña Dominga Corzo, agitó la banderá del pochó y el baile empezó. Los primeros círculos de la danza. Las mujeres en el sentido contrario al reloj. Los cojóes a la inversa. Llegaron los primeros tigres y se empezó a recorrer las calles del pueblo. De todos los barrios se iban sumando los danzantes. Este año habrá un premio de cinco mil pesos al grupo que mejor respete la tradición.
Narrar esta reconquista, se dijo ayer en este espacio con palabras de Leticia Rivero Virgilio, con las vicisitudes sufridas por los putunes itzáes de esta región, es el drama de la danza.
En esta visión de la mitología maya y el génesis humano, la danza representa, en el cojó, al hombre, dice Rivero Virgilio, “hecho primero de barro, luego de madera hasta la creación del hombre de maíz”.
La razón es que este personaje principal en este juego –insisto: las danzas indígenas son manifestaciones lúdicas— “lleva una vestimenta completamente vegetal o de accesorios confeccionados con materiales extraídos de la naturaleza”.
VESTIMENTA DEL BAILE
El escritor Manuel Bartlett Bautista, que en 1926 escribió El Pochó/ Cojóes, Tigres y Pochoveras, considerado el más antiguo estudio sobre esta danza, que subtituló “interesantes y curiosas costumbres tradicionales de Tenosique, Tabasco”, publicado hasta 1985, describe:
Los Cojóes son hombres disfrazados de un modo extraño. Las prendas principales del disfraz son: una tosca careta de madera con facciones regulares o grotescas, a la que se le ponen bigotes, barbas y cejas de cerda; túnica formada con un costal u otro saco construida con fibra ordinaria, y polainas de “sojol”, o sea fragmentos secos de tallos de plátano. Generalmente llevan en
las manos una caña de “jimba”, nombre con que se conoce a la especie de bambú que se produce en Tabasco… El cojó es el personaje más importante, es el alma de la fiesta. Está encargado de dirigir ironías al público y de ridiculizar los hechos y cosas de actualidad… los cojóes deben ser siempre hombres de buen humor y de cierto ingenio.
Además de estas prendas mencionadas por el tenosiquense Manuel Bartlett, los cojoes llevan sombreros de paja adornados con hojas de maguey morado y la túnica de costal es sujetada con cuerdas, normalmente de henequen. Las toscas máscaras, de las que se conservan algunas entre la gente antigua, han sido estilizadas y son policromadas. Otra prenda es una capa, regularmente blanca. Entre la careta y el rostro los danzantes se colocan pañuelos u otro tela, con lo que evitan el roce de aquella así como evitan ser conocidos al hablar durante el juego en el que es común que al grito de “búscalo, búscalo”, durante el recorrido hacia la plaza principal del baile, interrelacionen con los espectadores a los que piden alguna cooperación y simulan “bolsearlos”.
El cojó, cito de nuevo a Bartlett, “es una caricatura en movimiento; al desarrollarse la farsa está encargado de dirigir ironías al público y de ridiculizar los hechos y cosas de actualidad”.
Además del disfraz llevan esqueletos de paraguas, botes vacíos, bacinicas y otros utensilios viejos, rotos. Y una escopeta vieja. Anteriormente portaban jaulas dentro de las que colocaban un gato u otro animal, simulando un pajarillo. Ahora acostumbran llevar recipientes vacíos, de plástico, llenos de talco o harina que arrojan al público, en recuerdo del otrora Baile de Harina o Pintadera, que se celebró el día 19 en las calles tenosiquenses.
En fin, la danza del pochó empezó y en el pochodromo la gente se divierte con las bellas edecanes-bailarinas de una cervecería y los que se suben a bailar. La verdad la mexicana alegría se desborda.
LADO CLARO
La Sociedad de Escritores Tabasqueños “Letras y Voces de Tabasco A:C.”, circula invitación al registro de participantes en su Encuentro de Escritores 2010, que se celebrará del 22 al 26 de marzo, en homenaje al escritor Teodosio García Ruiz (Teo). Los eventos programados son: lectura en lenguas, dramaturgia tabasqueña, inauguración y reconocimiento a Teo, función teatral, homenaje a Teo, talleres literarios infantil y juvenil, desayuno literario con lectura de obra, lectura colectiva en centros de educación superior y conferencia magistral
FELICIDADESFue niño. Se va a llamar Andrés Fabián. Y el abuelo está culeco. ¡Felicidades!
Todo indica que el carnaval más raro del mundo va a ser todo un éxito en Tenosique.. Por lo menos el parque central ya está lleno de puestos y los jóvenes, principalmente, están felices de poder quitarse el intenso calor.
Tal como está previsto, el autollamado general de los cojóes le está ganando la partida a las autoridades. Hasta se dio el lujo de espetarle al director de museos populares, Alejandro Ocampo “que bueno que ahora si vienen las autoridades de Cultura. Si yo no le doy difusión el Pochó ya hubiera desaparecido”. El funcionario guardó silencio ahí en la casa de los guardianes de esta tradición. Y la fiesta empezó.
La capitana de las pochoveras, doña Dominga Corzo, agitó la banderá del pochó y el baile empezó. Los primeros círculos de la danza. Las mujeres en el sentido contrario al reloj. Los cojóes a la inversa. Llegaron los primeros tigres y se empezó a recorrer las calles del pueblo. De todos los barrios se iban sumando los danzantes. Este año habrá un premio de cinco mil pesos al grupo que mejor respete la tradición.
Narrar esta reconquista, se dijo ayer en este espacio con palabras de Leticia Rivero Virgilio, con las vicisitudes sufridas por los putunes itzáes de esta región, es el drama de la danza.
En esta visión de la mitología maya y el génesis humano, la danza representa, en el cojó, al hombre, dice Rivero Virgilio, “hecho primero de barro, luego de madera hasta la creación del hombre de maíz”.
La razón es que este personaje principal en este juego –insisto: las danzas indígenas son manifestaciones lúdicas— “lleva una vestimenta completamente vegetal o de accesorios confeccionados con materiales extraídos de la naturaleza”.
VESTIMENTA DEL BAILE
El escritor Manuel Bartlett Bautista, que en 1926 escribió El Pochó/ Cojóes, Tigres y Pochoveras, considerado el más antiguo estudio sobre esta danza, que subtituló “interesantes y curiosas costumbres tradicionales de Tenosique, Tabasco”, publicado hasta 1985, describe:
Los Cojóes son hombres disfrazados de un modo extraño. Las prendas principales del disfraz son: una tosca careta de madera con facciones regulares o grotescas, a la que se le ponen bigotes, barbas y cejas de cerda; túnica formada con un costal u otro saco construida con fibra ordinaria, y polainas de “sojol”, o sea fragmentos secos de tallos de plátano. Generalmente llevan en
las manos una caña de “jimba”, nombre con que se conoce a la especie de bambú que se produce en Tabasco… El cojó es el personaje más importante, es el alma de la fiesta. Está encargado de dirigir ironías al público y de ridiculizar los hechos y cosas de actualidad… los cojóes deben ser siempre hombres de buen humor y de cierto ingenio.
Además de estas prendas mencionadas por el tenosiquense Manuel Bartlett, los cojoes llevan sombreros de paja adornados con hojas de maguey morado y la túnica de costal es sujetada con cuerdas, normalmente de henequen. Las toscas máscaras, de las que se conservan algunas entre la gente antigua, han sido estilizadas y son policromadas. Otra prenda es una capa, regularmente blanca. Entre la careta y el rostro los danzantes se colocan pañuelos u otro tela, con lo que evitan el roce de aquella así como evitan ser conocidos al hablar durante el juego en el que es común que al grito de “búscalo, búscalo”, durante el recorrido hacia la plaza principal del baile, interrelacionen con los espectadores a los que piden alguna cooperación y simulan “bolsearlos”.
El cojó, cito de nuevo a Bartlett, “es una caricatura en movimiento; al desarrollarse la farsa está encargado de dirigir ironías al público y de ridiculizar los hechos y cosas de actualidad”.
Además del disfraz llevan esqueletos de paraguas, botes vacíos, bacinicas y otros utensilios viejos, rotos. Y una escopeta vieja. Anteriormente portaban jaulas dentro de las que colocaban un gato u otro animal, simulando un pajarillo. Ahora acostumbran llevar recipientes vacíos, de plástico, llenos de talco o harina que arrojan al público, en recuerdo del otrora Baile de Harina o Pintadera, que se celebró el día 19 en las calles tenosiquenses.
En fin, la danza del pochó empezó y en el pochodromo la gente se divierte con las bellas edecanes-bailarinas de una cervecería y los que se suben a bailar. La verdad la mexicana alegría se desborda.
LADO CLARO
La Sociedad de Escritores Tabasqueños “Letras y Voces de Tabasco A:C.”, circula invitación al registro de participantes en su Encuentro de Escritores 2010, que se celebrará del 22 al 26 de marzo, en homenaje al escritor Teodosio García Ruiz (Teo). Los eventos programados son: lectura en lenguas, dramaturgia tabasqueña, inauguración y reconocimiento a Teo, función teatral, homenaje a Teo, talleres literarios infantil y juvenil, desayuno literario con lectura de obra, lectura colectiva en centros de educación superior y conferencia magistral
FELICIDADESFue niño. Se va a llamar Andrés Fabián. Y el abuelo está culeco. ¡Felicidades!
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