Un pesito, un pesito… (Publicada en el Diario Tabasco Hoy)
¡Qué joder y llegando! El pueblo aguanta eso y más. No que “nadamos” en petróleo, generamos gasolina al país, y no se puede subsidiar el transporte en tiempos de crisis; aunque el patrón (concesionario) viva como rey sin dar golpe a costillas del empobrecido y necesitado usuario. Con afán de aportar elementos para el fomento a una nueva cultura del servicio del transporte público –un servidor es cliente frecuente-, pero más que todo del sentir de cientos de familias que cotidianamente se trasladan a escuelas, trabajo y centros de abasto en Transbus y combis de Villahermosa, habremos de hacer algunas consideraciones que subalternos, no han informado al titular de SCT, Aquiles Domínguez.1.- Necesario esclarecer si el transporte de pasajeros de unidades verdes es un servicio de primera, ofertado por el gobierno estatal o es concesión a empresa particular alguna ¡Granier anunció 300 millones para ello! A un año de servicio, el descuido en limpieza interna es fehaciente, así como la ruptura de pasamanos, apertura automática de puertas y descomposición de la caja de cobro. En ocasiones transportan pasaje de pie que obstruye el pasillo, dificultando el descenso de personas.Ni qué decir la falta de señalamiento de paradas y el actuar de choferes, al no levantar pasaje por sobre tiempo de ruta.2.- En cuanto a las combis habría que preguntarse si son de tercera o cuarta, pues parece que no importa a los permisionarios y a la autoridad el buen servicio, la vestimenta del chofer, ni las condiciones –mecánica y comodidad- que brinden a los tabasqueños. Al transitar por avenidas y colonias (ambas) reflejan al turismo nacional y extranjero, que sus habitantes sufren de discriminación entre un servicio y otro.3.- Por supuesto, que los más jodidos, los asalariados, los que todos los días salen a ganarse el pan, intentar conseguir un empleo o aquella ama de casa que corre de parada en parada para llegar puntual a la puerta de la escuela con sus menores; viven y sufren la crisis económica y la carestía de vida desde temprana hora, erogando diariamente más de 50 pesitos en éste bueno o deficiente servicio de transporte. Nadie niega a los “patrones”, el incremento de la gasolina y refacciones, pero en pleno siglo XXI –creo- la ciudadanía en general, merece se le brinde una cultura del servicio acorde a otras capitales del país, ¿sabía usted que Villahermosa es la única ciudad, donde el taxista (chofer) no va al destino que le solicita el cliente?, a pesar que cada usuario, da de comer al patrón huevón, a choferes (dos turnos) y a sus segundos frentes. Y eso que cada chafirete entrega la unidad hasta el full de gasolina ¡es negocio o no!
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