TIEMPO DE POLÍTICA
Salvador Fernández
Publicado en el DIARIO DE TABASCO
Educación, el atajo al desarrollo
En el mundo no hay países desarrollados con mala educación ni países con buena educación que estén en el subdesarrollo.
Las naciones nórdicas (Suecia, Noruega, Finlandia) cuentan con los mejores estándares de nivel educativo.
No son las naciones más ricas del mundo, pero cuentan con la mejor calidad de vida para su población. No existen los grandes contrastes.
No tienen al hombre más rico del planeta (Carlos Slim), pero tampoco tienen la mitad de su población en la pobreza como el caso de México, con 60 millones de habitantes marginados de los índices mínimos de bienestar.
Son muchos los factores que intervienen para alcanzar un buen nivel educativo: planes de estudio, instalaciones adecuadas, material educativo y tecnología de punta, maestros capacitados y bien pagados.
Es difícil de la noche a la mañana instalar sistemas educativos como el de los países mencionados por nuestras carencias económicas, pero la Reforma Educativa atacó muchas de los rezagos históricos con resistencia en muchos estados por la fuerte presencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Lo más criticable fue que los maestros se opusieran a ser evaluados para garantizar que los mentores frente a grupo tuvieran la capacidad docente adecuada.
Afortunadamente no fue el caso de Tabasco. Ayer estuvo en Villahermosa el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, y reconoció el compromiso y empeño del gobernador Arturo Núñez Jiménez para que niñas, niños y jóvenes reciban una educación de calidad, y que cuenten con herramientas para fortalecer su enseñanza.
El funcionario federal expresó lo anterior durante la entrega de 216 mil libros de texto gratuitos a casi 100 mil estudiantes de instituciones públicas de educación media superior, en el plantel 28 del Colegio de Bachilleres, donde le expresó al mandatario tabasqueño que “tiene muy claro que la educación tiene un poder muy especial: el de transformar a las personas, a un estado y a un país; gracias por su empeño en que salga adelante la Reforma Educativa, lo cual comprobamos con los buenos resultados que tenemos aquí”.
Después de Enrique González Pedrero, Arturo Núñez es el gobernador que después de 30 años le da la debida dimensión al rubro educativo como factor clave de desarrollo y por ello el reconocimiento del secretario de Educación del gobierno federal. Desafortunadamente la falta de visión o las ambiciones políticas de anteriores administraciones relegaron la economía y la educación.
TIEMPO DE SOLIDARIDAD .- Y en la educación para los adultos es tiempo de reconocerles también el papel de los voluntarios del IEAT, que son unos verdaderos héroes anónimos. Un ejemplo de ellos es María Teresa Silván Olán, quien forma parte de los más de mil 300 voluntarios que guían los estudios de beneficiarios del Instituto de Educación para Adultos. Su historia de solidaridad: durante ocho meses, aparte de cumplir sus responsabilidades de madre de familia ha contribuido al desarrollo de su comunidad, la ranchería Reforma Santa María, del municipio de Jalpa de Méndez, atendiendo a sus vecinos mayores de 15 años de edad que por alguna circunstancia no pudieron estudiar a la edad adecuada. Doña María Teresa Silva tiene a su cargo un círculo de estudio conformado por 25 personas, quienes de lunes a viernes, de 3 a 6 de la tarde, cursan los niveles de alfabetización, primaria y secundaria. Además, de compartir sus conocimientos para desarrollar los temas de estudios, también les participa sus experiencias de vida. Con manifiesta actitud altruista, la asesora consideró que esta es una noble labor en la que se debe sensibilizar a las nuevas generaciones. Ella inculca el valor de la solidaridad a sus hijos, quienes aprenden por medio de su ejemplo, pues la acompañan a las clases para que vean cómo se ayuda a sus semejantes. Aquí si aplica fielmente la histórica frase del presidente John F. Kennedy: “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país”
TIEMPO FUERA.- La fila de quienes criticamos y nos quejamos todo el tiempo es larguísima; la de quienes proponen es corta, y la de quienes hacen algo, chiquitita.
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