José Luis Gutiérrez Gutiérrez
jlggutierrez@hotmail.com
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
“SOSPECHOSISMO”
En la Federación, o más correctamente en la secretaría de Gobernación, Hacienda y PEMEX existe el “sospechosismo” de que el gobierno del Estado de Tabasco patrocina e incita por debajo del agua las protestas en contra de la controvertida y polémica empresa.
Igualmente están convencidísimos incluidos en Los Pinos que desde aquí se auspician financieramente las aspiraciones de Andrés Manuel López Obrador, sobre todo luego de que los gobernadores del Distrito Federal y de Morelos, Miguel Ángel Mancera y Graco Ramírez Garrido, respectivamente, decidieron cerrar sus arcas. Se supone que los mandatarios perredistas de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero y de Oaxaca Gabino Cué Monteagudo están en la misma tesitura.
En México no se tragan el cuento por más explicaciones que han dado los grises funcionarios estatales, no solo de que la diputada del partido negro y amarillo Verónica Pérez Rojas ande por la libre azuzando y levantado a todo el mundo en contra de la soberbia y arrogante paraestatal, sino también el caso de los agitadores sociales que bloquean la entrada a los pozos petroleros. Situación que le está costando al país, según el director de PEMEX, Emilio Lozoya Austin, un ojo de la cara.
Y es que Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray Caso y el propio presidente Enrique Peña Nieto se preguntan: quién o quiénes están detrás de estas protestas sociales, o mejor dicho, de dónde sale el dinero para mantener encendida la mecha.
Del PRI, se interrogan y responden al unísono, ¡no!, pues con trabajo y tienen para la nómina, según Erubiel Lorenzo Alonso Que, de ahí que propios y extraños coincidan en que el gobierno del ¿Cambio?, sea la mano que mece la cuna desde el palacio de Gobierno.
Históricamente le asiste toda la razón, no nada más porque Andrés Manuel López Obrador fue el creador de la industria de la reclamación en la entidad, la misma que paradójicamente combatió Arturo Núñez Jiménez desde la subsecretaría de Gobernación, y que años después alienta y motiva para presionar a la secretaría de Hacienda para que les dé más dinero cuando el que tienen no lo pueden ejercer a cabalidad como lo demuestran los subejercicios presupuestales en Salud, Educación y Seguridad Pública…
Hay la percepción en el gabinete federal que en este asunto como en muchos otros el gobierno del estado no solo no hace la parte que le corresponde como autoridad, sino que los azuza e inyecta recursos económicos para chantajear a la Federación, sobre todo con los problemas que están ligados a PEMEX.
Es precisamente este “sospechosismo” que ha provocado parte de la desconfianza del gobierno federal hacia su par en el estado. Si las relaciones políticas fueran a tambor batiente como insistentemente sostienen algunos ilusos actores políticos tabasqueños, otro gallo nos cantaría. La galopante corrupción sería el otro factor de gran peso que ha dañado enormemente la credibilidad de la caótica administración “nuñista”.
Desde luego que mucho de lo que está ocurriendo es culpa de la depredadora paraestatal, pero echándole más leña al fuego, como lo está haciendo el gobierno, no se van a resolver los añejos y complejos problemas que genera en casi todo el estado PEMEX y sus irresponsables y mezquinos funcionarios.
Mientras la Federación no se convenza de que aquí le están jugando chueco, los dimes y diretes seguirán en todo su apogeo como hasta ahora. Más le vale al gobierno que saque las manos de los conflictos petroleros, de lo contrario todos van a perder, sobre todo los que son afectados por las arbitrariedades que sistemáticamente ha venido cometiendo PEMEX en contra de los tabasqueños, y avecindados aquí.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
El recorte dramático al erario municipal que han venido padeciendo los alcaldes priistas, pero sobre todo el de Paraíso son parte de las perversas estrategias políticas con miras a las elecciones intermedias, pues sin dinero simple y sencillamente no hay obras, y sin éstas crece el descontento de sus gobernados, y por ende, la animadversión en contra del PRI.
Recortes del que sospechosamente nadie sabe nada, pues ni el secretario de Finanzas Víctor Manuel Lamoyi Bocanegra, ni el Congreso están enterados. Así o más clarito.
En el PRI no quieren dar paso sin huaraches, ya que ante la visiones encontradas de los especialistas locales que revisaron el caso de las candidaturas comunes, decidieron consultar al CEN priista. Por lo que ayer el diputado balancanense Erubiel Lorenzo Alonso Que debió traer bajo el brazo la respuesta definitiva.
Si se decidieron poner la acción de inconstitucionalidad ante la SCJN, es porque tiene los pelos de la burra en las manos, si no, pues la fracción parlamentaria del PRD y sus aliados políticos literalmente se los plancharon.
Y hacen muy bien en consensar una decisión de ese tamaño, pues lo que está en juego es muchísimo. Una sentencia en contra levantaría los alicaídos ánimos de los que hoy des-gobiernan, a favor los acabaría de desanimar, de enterrar moralmente, y de paso sepultaría las aspiraciones políticas de los responsables de operar y de ejecutar las candidaturas comunes. En fin, la hicotea todavía tiene sangre.
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