Javier Marín Hernández
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
Y viene lo peor para Tabasco: las pensiones
No es un tema nuevo.
Aquí en este espacio el tema de las pensiones
ha sido abordado prácticamente de manera continua en los últimos siete años y
la carga que representa para el Presupuesto de Tabasco –comprometiéndolo cada
vez más- el más reciente reporte nacional de la consultora financiera Moody’s
evidencia la fragilidad del estado ante un problema que se convirtió en un
asunto que podría generar un retroceso mayor en el desarrollo de la entidad.
Pese a todas las señales nada se hizo.
En todo ese tiempo, solo un ex diputado del
PRD y una ex funcionaria de la administración estatal anterior (año 2007) coincidieron
en alguna ocasión en lo expuesto aquí en reiteradas ocasiones sobre este
dramático caso. Nada sucedió.
El problema de las pensiones de los
trabajadores al servicio del Gobierno del Estado y de los Municipios amenaza
incluso la propia viabilidad.
Una explicación práctica: si se fracciona por
rubros el gasto público, el presupuesto destinado en un día para salud,
educación y seguridad pública, todos estos sumados serían el equivalente
también a un día pero de pago por pensiones. De ese tamaño es la carga.
La obesa burocracia tabasqueña es una pesada
losa financiera que tiene todos los días enormes costos para el Gobierno, la
mala planeación de los gobiernos anteriores, aunque sumamente marcado en la
administración de Andrés Granier,
la ausencia de regulaciones legales, privilegios
salariales para una reducida élite de ex funcionarios públicos y servidores de
los gobernantes en turno (recuérdense los vergonzosos casos de los bonos de
fatiga, servicios médicos mayores, adquisiciones millonarias de productos y
artículos considerados de lujo para uso de funcionarios públicos, rentas
sobrevaluadas y otras bondades) que agravaron el problema.
Pero sobre todo, lo más importante, la
inacción cuestionable y condenable probablemente por desconocimiento, de por lo
menos seis Legislaturas que nunca detectaron el surgimiento de una burbuja
financiera en el sistema de pensiones y
que al final terminaría por afectar la operación del gasto y al estado
mismo, omisión legislativa total.
La consecuencia: el margen de maniobra y
operación presupuestal está acotado y con ello el desarrollo.
En los festejos del día del ingeniero (mal
momento por cierto, para toda una generación de profesionales que han
dignificado al país y es que son muchos los mexicanos reconocidos por su
aportación al mundo) el gobernador Arturo
Núñez Jiménez reconoció que la entidad atraviesa una profunda crisis
económica que está reduciendo al máximo la operatividad.
“…Tabasco se encuentra en crisis económica y
sobrevivimos solo con la nómina, el desfase en las aportaciones por extracción
de crudo ha sido una pérdida brutal para la administración pública, porque
además a nosotros, los tabasqueños y sus regiones nos quedan los problemas de
esa actividad…”
Y agregó:
“…las consecuencias de esta situación (crisis
en general) son las manifestaciones de
la sociedad tabasqueña y de los diferentes gremios que la integran, como
médicos, policías, empresarios, sistemas de educación, quienes requieren obras
o que se les liquide algún adeudo pendiente”.
¿Quién falló en el diagnóstico?
El mandatario estatal electo tuvo un análisis
puntual de lo que enfrentaría como gobernador en funciones y era un panorama sumamente desolador, más lo que se agregó al
encontrar otros pasivos no reportados-enterados en el proceso de
entrega-recepción.
Una de estas advertencias fue el tema de las
pensiones no fondeadas y el riesgo financiero en el corto plazo.
La presión continúa y se estima que para el
año 2018 un aproximado de 10 estados del país no tendrá para pagar las
pensiones de sus trabajadores, año en el que los pasivos podrían totalizar 1
billón de pesos.
Uno de esos estados es Tabasco.
De hecho Tabasco fue de los primeros en
enfrentar la crisis por insuficiencia de fondos en el año 2010 y que tampoco
afrontó, sino por el contrario lo heredó a la siguiente (actual) administración.
Para disminuir la presión, que se mantiene, en
este 2014 tres entidades del país, Baja California, Veracruz y Tabasco
destinarán más del 5.5 por ciento de sus presupuestos a sus planes de pensiones,
contra un promedio nacional de menos/más 3 por ciento.
En los últimos 20 años solo 17 estados del
país han aprobado reformas que incluyen mayores contribuciones del estado, de
empleados y pensionados, en otros casos han aumentado la edad de retiro, años
de servicio y cambios en la fórmula para calcular los beneficios por pensiones.
En esos 17 estados en 20 años no se encuentra
Tabasco. 6 Gobernadores (entre interinos, sustitutos y electos por mayoría,
hasta en eso patéticos) y varias legislaturas no contemplaron ni implementaron
reformas, ni medidas para contener este enorme problema que asfixia las
finanzas públicas.
Situación que amenaza la atención y
prestación de servicios en general en los hospitales de los trabajadores burócratas
y sus familias alrededor de 400 mil personas o más que no tendrán una pensión a
tiempo y retrasos en la cobertura de seguros entre otras cosas.
Y los diputados actuando como siempre:
esperando la oportunidad para saltar a otro hueso y nómina, por supuesto con
gastos médicos mayores incluidos y otros múltiples beneficios millonarios.
En Tabasco todo sucede y nada se hace, por
ejemplo es posible encontrar a maestros
que cobran más de 100 mil pesos como pensión mensual y que ni siquiera han
cumplido los 70 años de edad. Además de incontables políticos que se auto
asignaron liquidaciones millonarias, entre múltiples excesos.
Pese a todo Tabasco según Moody’s mantiene
una perspectiva positiva. Lo que representa en términos financieros muchos
beneficios, no obstante el problema es todavía mayor que las posibles
soluciones.
Y pensar que podría ser peor.
CONTORNO
En
campaña…
Las redes sociales, los medios de
comunicación, espectaculares, propaganda audio visual y muchos otros recursos
reflejan un gasto millonario.
¿Y las autoridades electorales?
Un importante funcionario electoral se
confiesa con el reportero: “Ni en Tabasco, ni en el país tienen registro de las
precampañas que son, o deberían ser estrictamente sancionables, todos están
pensando en acomodarse…con los nuevos funcionarios”.
¿Y la ley? Respuesta del innombrable: “la ley
son…”.
javiermarinhdez@hotmail.com
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