sábado, 5 de julio de 2014

ENTORNO / Javier Marín Hernández / Y viene lo peor para Tabasco: las pensiones / Columna / Sá Julio 05

ENTORNO

Javier Marín Hernández
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco

Y viene lo peor para Tabasco: las pensiones

No es un tema nuevo.

Aquí en este espacio el tema de las pensiones ha sido abordado prácticamente de manera continua en los últimos siete años y la carga que representa para el Presupuesto de Tabasco –comprometiéndolo cada vez más- el más reciente reporte nacional de la consultora financiera Moody’s evidencia la fragilidad del estado ante un problema que se convirtió en un asunto que podría generar un retroceso mayor en el desarrollo de la entidad.

Pese a todas las señales nada se hizo.

En todo ese tiempo, solo un ex diputado del PRD y una ex funcionaria de la administración estatal anterior (año 2007) coincidieron en alguna ocasión en lo expuesto aquí en reiteradas ocasiones sobre este dramático caso. Nada sucedió.

El problema de las pensiones de los trabajadores al servicio del Gobierno del Estado y de los Municipios amenaza incluso la propia viabilidad.

Una explicación práctica: si se fracciona por rubros el gasto público, el presupuesto destinado en un día para salud, educación y seguridad pública, todos estos sumados serían el equivalente también a un día pero de pago por pensiones. De ese tamaño es la carga.

La obesa burocracia tabasqueña es una pesada losa financiera que tiene todos los días enormes costos para el Gobierno, la mala planeación de los gobiernos anteriores, aunque sumamente marcado en la administración de Andrés Granier, la  ausencia de regulaciones legales, privilegios salariales para una reducida élite de ex funcionarios públicos y servidores de los gobernantes en turno (recuérdense los vergonzosos casos de los bonos de fatiga, servicios médicos mayores, adquisiciones millonarias de productos y artículos considerados de lujo para uso de funcionarios públicos, rentas sobrevaluadas y otras bondades) que agravaron el problema.

Pero sobre todo, lo más importante, la inacción cuestionable y condenable probablemente por desconocimiento, de por lo menos seis Legislaturas que nunca detectaron el surgimiento de una burbuja financiera en el sistema de pensiones y  que al final terminaría por afectar la operación del gasto y al estado mismo, omisión legislativa total.

La consecuencia: el margen de maniobra y operación presupuestal está acotado y con ello el desarrollo.

En los festejos del día del ingeniero (mal momento por cierto, para toda una generación de profesionales que han dignificado al país y es que son muchos los mexicanos reconocidos por su aportación al mundo) el gobernador Arturo Núñez Jiménez reconoció que la entidad atraviesa una profunda crisis económica que está reduciendo al máximo la operatividad.

“…Tabasco se encuentra en crisis económica y sobrevivimos solo con la nómina, el desfase en las aportaciones por extracción de crudo ha sido una pérdida brutal para la administración pública, porque además a nosotros, los tabasqueños y sus regiones nos quedan los problemas de esa actividad…”

Y agregó:

“…las consecuencias de esta situación (crisis en general)  son las manifestaciones de la sociedad tabasqueña y de los diferentes gremios que la integran, como médicos, policías, empresarios, sistemas de educación, quienes requieren obras o que se les liquide algún adeudo pendiente”.

¿Quién falló en el diagnóstico?

El mandatario estatal electo tuvo un análisis puntual de lo que enfrentaría como gobernador en funciones y era un panorama  sumamente desolador, más lo que se agregó al encontrar otros pasivos no reportados-enterados en el proceso de entrega-recepción.

Una de estas advertencias fue el tema de las pensiones no fondeadas y el riesgo financiero en el corto plazo.

La presión continúa y se estima que para el año 2018 un aproximado de 10 estados del país no tendrá para pagar las pensiones de sus trabajadores, año en el que los pasivos podrían totalizar 1 billón de pesos.

Uno de esos estados es Tabasco.

De hecho Tabasco fue de los primeros en enfrentar la crisis por insuficiencia de fondos en el año 2010 y que tampoco afrontó, sino por el contrario lo heredó a la siguiente (actual) administración.

Para disminuir la presión, que se mantiene, en este 2014 tres entidades del país, Baja California, Veracruz y Tabasco destinarán más del 5.5 por ciento de sus presupuestos a sus planes de pensiones, contra un promedio nacional de menos/más 3 por ciento.

En los últimos 20 años solo 17 estados del país han aprobado reformas que incluyen mayores contribuciones del estado, de empleados y pensionados, en otros casos han aumentado la edad de retiro, años de servicio y cambios en la fórmula para calcular los beneficios por pensiones.

En esos 17 estados en 20 años no se encuentra Tabasco. 6 Gobernadores (entre interinos, sustitutos y electos por mayoría, hasta en eso patéticos) y varias legislaturas no contemplaron ni implementaron reformas, ni medidas para contener este enorme problema que asfixia las finanzas públicas.

Situación que amenaza la atención y prestación de servicios en general en los hospitales de los trabajadores burócratas y sus familias alrededor de 400 mil personas o más que no tendrán una pensión a tiempo y retrasos en la cobertura de seguros entre otras cosas.

Y los diputados actuando como siempre: esperando la oportunidad para saltar a otro hueso y nómina, por supuesto con gastos médicos mayores incluidos y otros múltiples beneficios millonarios.

En Tabasco todo sucede y nada se hace, por ejemplo es posible  encontrar a maestros que cobran más de 100 mil pesos como pensión mensual y que ni siquiera han cumplido los 70 años de edad. Además de incontables políticos que se auto asignaron liquidaciones millonarias, entre múltiples excesos.

Pese a todo Tabasco según Moody’s mantiene una perspectiva positiva. Lo que representa en términos financieros muchos beneficios, no obstante el problema es todavía mayor que las posibles soluciones.

Y pensar que podría ser peor.

CONTORNO

En campaña…

Las redes sociales, los medios de comunicación, espectaculares, propaganda audio visual y muchos otros recursos reflejan un gasto millonario.

¿Y las autoridades electorales?

Un importante funcionario electoral se confiesa con el reportero: “Ni en Tabasco, ni en el país tienen registro de las precampañas que son, o deberían ser estrictamente sancionables, todos están pensando en acomodarse…con los nuevos funcionarios”.

¿Y la ley? Respuesta del innombrable: “la ley son…”. 

javiermarinhdez@hotmail.com

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