De Primera Mano
Rodulfo Reyes
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
7 de julio de 2014
Un cumpleaños y una renuncia
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El 2018 ya está aquí. La prueba es que la semana pasada estuvo políticamente movida por dos sucesos que, enlazados, conducen necesariamente al proceso de sucesión de la gubernatura en el PRI.
El primer acontecimiento fue la salida de Jesús Alí de la Torre de un cargo en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). El ex candidato le puso un tufo a futuro a su renuncia al aseverar que se regresaría a Tabasco, dejando ver su búsqueda de un cargo de elección popular el año próximo.
¿Por qué salió el ex alcalde de Centro de la dependencia que encabeza la ex perredista Rosario Robles Berlanga?
No hay versión oficial, pero se comenta que su baja de Sedesol se originó por chocar con el presidente estatal del PRI, Erubiel Alonso Que, en su intento por hacerse del partido.
Fuentes enteradas aseguran que la primera escaramuza entre Alí y el diputado local se dio durante el relevo en la fundación Luis Donaldo Colosio, en donde fue nombrado, con el consenso de todos los grupos, el experimentado Florizel Medina Pereznieto, mientras que el ex abanderado a la gubernatura proponía a César Rojas.
La gota que habría derramado el vaso se dio hace poco que se renovó al consejo político estatal del tricolor, y Chucho dio una lista de 190 miembros de su equipo, lo que equivalía a controlar a casi la mitad de ese órgano de dirección.
Como no prosperó su demanda, el ex edil trato de tirar a Erubiel, intentona que fue detenida por el CEN, pues el líder nacional Cesar Camacho respaldó al dirigente tabasqueño.
El segundo hecho político de la semana pasada fue la visita de Benito Neme Sastré, hijo del extinto ex gobernador Salvador Neme Castillo y director de Caminos y Puentes Federales.
El tabasqueño, que radica en la capital del país desde que fue derrocado su padre, vino al cumpleaños de Hernán Barrueta, quien fuera secretario particular de Chavo Neme durante los tres años de gobierno truncado.
Benito Neme es el choco más cercano al presidente Enrique Peña Nieto, de quien fue coordinador jurídico durante la campaña de 2012.
Fue precisamente en ese papel que tuvo injerencia en el proceso para elegir al candidato del PRI a la gubernatura de Tabasco.
Ahora se sabe que el titular de Caminos y Puentes llevó a Jesús Alí con el equipo de Peña, que desde la campaña era comandado por Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray, actuales secretarios de Gobernación y Hacienda, respectivamente.
Neme sí tiene influencia en México. Tanta, que se le considera prospecto a la gubernatura en 2018, aunque su desarraigo sería difícil de sortear en una entidad bien metida en la política.
Algunas fuentes aseguran que ya hay un distanciamiento entre Benito Neme y Jesús Alí, y que la causa de ello es que como candidato este no le hizo caso de nombrar a Guillermo Narváez Osorio como coordinador general de campaña, cargo que recayó en Adrián Hernández Balboa.
La versión cobra fuerza a partir de que Narváez Osorio abandonó la campaña priísta justo antes de las elecciones, en aparente inconformidad por haber sido desplazado por Adrian Hernández.
Benito Neme en verdad tiene peso en las decisiones políticas que se toman en el centro del país y que tienen que ver con Tabasco.
Así, el año pasado que se eligió al presidente del PRI estatal, el hijo de Salvador Neme encabezó una reunión en la ciudad de México, en la que participaron el propio Narváez, el ex gobernador Manuel Andrade Díaz, el senador Humberto Mayans Canabal y Jesús Alí.
Allí, Neme les informó que el líder del priísmo en Tabasco iba ser Narváez Osorio.
Sin embargo, por razones personales el ex presidente del Tribunal Superior de Justicia no aceptó hacerse cargo del tricolor.
Fue que entonces que llegó Erubiel Alonso como segunda opción, apoyado por Andrade y Alí, aunque ahora este último lo quiere desbancar.
El primer acontecimiento fue la salida de Jesús Alí de la Torre de un cargo en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). El ex candidato le puso un tufo a futuro a su renuncia al aseverar que se regresaría a Tabasco, dejando ver su búsqueda de un cargo de elección popular el año próximo.
¿Por qué salió el ex alcalde de Centro de la dependencia que encabeza la ex perredista Rosario Robles Berlanga?
No hay versión oficial, pero se comenta que su baja de Sedesol se originó por chocar con el presidente estatal del PRI, Erubiel Alonso Que, en su intento por hacerse del partido.
Fuentes enteradas aseguran que la primera escaramuza entre Alí y el diputado local se dio durante el relevo en la fundación Luis Donaldo Colosio, en donde fue nombrado, con el consenso de todos los grupos, el experimentado Florizel Medina Pereznieto, mientras que el ex abanderado a la gubernatura proponía a César Rojas.
La gota que habría derramado el vaso se dio hace poco que se renovó al consejo político estatal del tricolor, y Chucho dio una lista de 190 miembros de su equipo, lo que equivalía a controlar a casi la mitad de ese órgano de dirección.
Como no prosperó su demanda, el ex edil trato de tirar a Erubiel, intentona que fue detenida por el CEN, pues el líder nacional Cesar Camacho respaldó al dirigente tabasqueño.
El segundo hecho político de la semana pasada fue la visita de Benito Neme Sastré, hijo del extinto ex gobernador Salvador Neme Castillo y director de Caminos y Puentes Federales.
El tabasqueño, que radica en la capital del país desde que fue derrocado su padre, vino al cumpleaños de Hernán Barrueta, quien fuera secretario particular de Chavo Neme durante los tres años de gobierno truncado.
Benito Neme es el choco más cercano al presidente Enrique Peña Nieto, de quien fue coordinador jurídico durante la campaña de 2012.
Fue precisamente en ese papel que tuvo injerencia en el proceso para elegir al candidato del PRI a la gubernatura de Tabasco.
Ahora se sabe que el titular de Caminos y Puentes llevó a Jesús Alí con el equipo de Peña, que desde la campaña era comandado por Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray, actuales secretarios de Gobernación y Hacienda, respectivamente.
Neme sí tiene influencia en México. Tanta, que se le considera prospecto a la gubernatura en 2018, aunque su desarraigo sería difícil de sortear en una entidad bien metida en la política.
Algunas fuentes aseguran que ya hay un distanciamiento entre Benito Neme y Jesús Alí, y que la causa de ello es que como candidato este no le hizo caso de nombrar a Guillermo Narváez Osorio como coordinador general de campaña, cargo que recayó en Adrián Hernández Balboa.
La versión cobra fuerza a partir de que Narváez Osorio abandonó la campaña priísta justo antes de las elecciones, en aparente inconformidad por haber sido desplazado por Adrian Hernández.
Benito Neme en verdad tiene peso en las decisiones políticas que se toman en el centro del país y que tienen que ver con Tabasco.
Así, el año pasado que se eligió al presidente del PRI estatal, el hijo de Salvador Neme encabezó una reunión en la ciudad de México, en la que participaron el propio Narváez, el ex gobernador Manuel Andrade Díaz, el senador Humberto Mayans Canabal y Jesús Alí.
Allí, Neme les informó que el líder del priísmo en Tabasco iba ser Narváez Osorio.
Sin embargo, por razones personales el ex presidente del Tribunal Superior de Justicia no aceptó hacerse cargo del tricolor.
Fue que entonces que llegó Erubiel Alonso como segunda opción, apoyado por Andrade y Alí, aunque ahora este último lo quiere desbancar.
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