martes, 28 de octubre de 2014

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Ausencias que lastiman: mantienen 8 años de búsqueda desesperada

Su hija tenía seis años cuando desapareció; tienen esperanza de encontrarla; en otra familia, una hija fue a comprar tortillas y hace cinco meses sus padres y hermanas aún la esperan

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28/10/2014 05:49 Wilbert Torre/ Especial / Publicado en el Diario Excélsior
De enero a septiembre de 2014 se registraron 33 secuestros en Baja California, de los cuales 25 se cometieron en Tijuana; dicha cifra es superior a la que se registró en todo 2013.
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de octubre.- En estos días cuando la atención del país está volcada en los 43 normalistas de Ayotzinapa, hay quienes entienden como nadie el significado de la tragedia. Claudia Rojas busca a su hija hace ocho años, cuando tenía seis y desapareció en Tultepec. Evelyn Fabiola Alcántara salió a comprar tortillas hace cinco meses, en Tequisistán, Tezoyuca, y sus padres y hermanos aún la esperan.
Estos son dos entre miles de casos de personas desaparecidas –algunos cálculos aventuran más de 25 mil en los años recientes– y la gris odisea que han debido encarar las familias en la penosa misión de encontrar a sus hijos.
“Tenía seis años cuando se la llevaron. Hoy es una niña de (casi) 15 años y mi esperanza es que aún esté viva”, dice Claudia Rojas, madre de Daniela Xóchitl Elizarrarás Rojas, desaparecida el 31 de mayo de 2006, cuando jugaba con sus hermanas en los jardínes del fraccionamiento Arcos, en Tultepec, donde se localiza su casa modesta.
La señora Rojas y su marido, Noé Elizarrarás, se han empeñado en una búsqueda desesperada los últimos ocho años. Han pasado por todo. En el camino ambos perdieron sus empleos al estar metidos de tiempo completo en la investigación para localizar a su hija. Pasaron también por dos extorsiones que los llevaron a endeudarse. Han debido aprender a vivir en una familia diferente, marcada por la ausencia de Daniela Xóchitl.
“La que no está, va primero. Lo decimos siempre, sin demeritar a mis otras hijas ­–de 18, 13 y 12 años– que tendrían que merecer el mismo tiempo y la misma atención. Pero no es así. Las familias nos hacemos vulnerables y disfuncionales. ¿Cómo les explicas a unas adolescentes que debes dedicarle más tiempo a Daniela, cuando ellas también te necesitan?”
La señora Rojas dice que la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa ha puesto en relieve, como no había ocurrido antes, las miles de desapariciones en el país.
“Al gobierno le daba miedo reconocerlo. A nosotros nos pedían que no dijeramos nada. Que no difundiéramos el caso de Daniela Xóchitl. Ahora ya se reconocen miles de desapariciones. Creo que si hubiera habido mano dura desde el principio, todo esto no hubiera pasado”.
— ¿Llegaron a decirle que se callara la desaparición de Daniela?
—Sí nos apoyaron. Han rastreado llamadas, pero un tiempo, al principio, nos dijeron que no lo difundiéramos. Pero decidimos hacerlo. No nos equivocamos.
La principal sospechosa de la desaparición da Daniela Xóchitl es su nana, Alicia Martínez Patiño, y su hijo, Víctor Manuel Guzmán Patiño. Dice que el día de la desaparición ambos estaban en la casa. Él había llegado para comprar una camioneta y viajó de regreso a Veracruz dos días después.
Un juez dictó un arraigo y ambos estuvieron detenidos sólo 28 días —dice con amargura— porque la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México intervino para que fueran puestos en libertad, ella por ser una anciana y él porque había sido operado del corazón.
“¿Y cuáles son los derechos de Daniela”, preguntó a los representantes de la Comisión. “Ya vendrá Daniela y le dirá”, recuerda que le respondieron. En otras ocasiones la familia ha debido pasar etapas complicadas en las investigaciones. Dice que los primeros años no había presupuesto en la fiscalía de Cuautitlán encargada del caso y no se hacían indagaciones de campo.
Ahora corren dos investigaciones paralelas en la Procuraduría General de la República y la Procuraduría del Estado de México.
Ningún rastro
Evelyn Fabiola Alcántara desapareció el 29 de mayo de este año, relata su padre, Salvador Alcántara. Dice que hay un hombre detenido como sospechoso en Texcoco, pero un amparo ha impedido a las autoridades interrogarlo.
“La tragedia de Ayotzinapa ha hecho que los ojos vuelvan a los desaparecidos”, dice el padre de Evelyn Fabiola.
“Las autoridades tienen personal de inteligencia para avanzar en las investigaciones, pero los periodistas obtienen información antes que ellos. No es posible que haya miles de desaparecidos y que no exista un solo rastro.”
La familia está formada por otros tres hijos, de 19, 22 y 27  años. Durante unas semanas Salvador cerró el negocio familiar, una panadería en la que trabajan todos. Se empeñaron en buscar a Evelyn Fabiola, pero se agotó el dinero y debieron regresar a trabajar.
“Hago un llamado al presidente Peña a que nos ayude. Como están investigando la desaparición de los normalistas, deberían investigar la desaparición de los migrantes, de los niños, de los miles de desaparecidos. Todos merecemos la misma atención.”
Suben 53% secuestros en Tijuana
Los secuestros en esta ciudad se han incrementado hasta en un 53 por ciento de acuerdo a estadísticas de la Procuraduría de  Justicia de Baja California, mientras que el sector empresarial advierte que las privaciones ilegales de la libertad  y las extorsiones se han extendido hacia los pequeños comerciantes y empresarios, que empezaron a ser blanco de estos delincuentes.
  Ante este panorama, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial  en Tijuana, Juan Manuel Hernández Niebla, se dijo preocupado por el incremento en el número de secuestros en Baja California, por lo que llamó a la Procuraduría de Justicia estatal a replantear estrategias de seguridad para desarticular bandas criminales.
De enero a septiembre de 2014 se registraron 33 secuestros en Baja California, de los cuales 25 se cometieron en esta ciudad, dicha cifra es superior a la que se registró en todo 2013.
  El blanco de los plagiarios ha cambiado pues se trata de comerciantes de un nivel promedio, quienes manejan panaderías, tortillerías y otro tipo de giros comerciales.
  En algunos casos también se tiene en la mira a médicos y dentistas a quienes los plagiarios llaman para advertir que los privarán de la libertad,  o a sus familiares.
  Con base en esa información, basta una llamada para lograr que estos profesionistas depositen o entreguen las cantidades pedidas a los plagiarios, aseveró uno de los médicos que han enfrentado este tipo de extorsión.
En tanto, las autoridades liberaron sanas y salvas a dos personas, entre ellas a un menor de 15 años y capturó al autor intelectual, así como uno de sus cómplices.
Los indiciados responden a los nombres de Maximino Jiménez Hernández y Felipe López Ávila.

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