(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
erwinmacario@hotmail.com
El César y Dios
La Buena Nueva debe ser proclamada,
en primer lugar, mediante el testimonio.
El hombre contemporáneo escucha más
a gusto a los que dan testimonio que a los
que enseñan...Será sobre todo mediante
su conducta, mediante su vida, como la
Iglesia evangelizará al mundo, es decir,
mediante un testimonio vivido de fidelidad
a Jesucristo, de pobreza y despego de los
bienes materiales, de libertad frente a los
poderes del mundo, en una palabra: de
santidad" (Evangelii nuntiandi, 21)
Éste obispo sí nos salio más chingón. Ya anunció una marcha religiosa de la Conchita hasta la Catedral, pero rechaza que otros tomen la calle.
Don Gerardo de Jesús Rojas López aprovechó el Día del Padre no sólo para pedir que eduquen a sus hijos en los principios del evangelio, sino para censurar las marchas de protestas que “provocan malestar a terceros”.
Según información en este medio, el novísimo prelado católico, en clara alusión a los maestros, dijo que primero se tiene que ver si esos organismos que hacen marchas, que organizan paros y protestas en la calle, cumplen con su responsabilidad social, para andar exigiendo y protestando.
“Cada uno tiene su responsabilidad y cuando se descuida ésta no se puede andar protestando o exigiendo en las calles” fustigó tajante, dice la información.
Nadie niega que los líderes del SITET —a los que el representante papal alude sin atreverse a dar nombres— son unos irresponsables al dañar a los alumnos de primaria, pero don Gerardo de Jesús debiera dedicarse mejor a pastorear su rebaño que intentar enderezar las almas descarriadas de Roger Arias y compinches, que de ser aliados del gobierno y las ambiciones de Roberto Madrazo, contra Elba Esther Gordillo, pasaron a ser un dolor de…
Desde que llegó a Tabasco el XI obispo, a fines de enero de este año, mostró el cobre, pero debe actuar con mayor prudencia para no enfrentar a su iglesia con un sector como el magisterio tabasqueño.
Esa vez, a su llegada, pronunció un breve mensaje en el que, también según recorte de prensa, “dijo comprometerse a fortalecer la unidad de los católicos tabasqueños y a trabajar con el gobierno del Estado en busca del bienestar de la población”.
No es la primera vez que el obispo enseña los dientes a los maestros. El 15 de mayo —según información también servida en este matutino— les cantó sus verdades.
Así lo publicó Rumbo Nuevo, en su edición del día 16, en nota también de mi carnal Jorge: “Tras reprobar las marchas y plantones de maestros, que han atrasado el calendario escolar 2010-2011, ayer el obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López, pidió al magisterio en su día, que se asemejen a Jesús, enseñando a sus alumnos con autoridad ética y moral, para sembrar la semilla de los valores, los principios y las virtudes.
“En este día, pedimos a Dios que bendiga a los maestros, para que todo lo que siembren en sus alumnos, ha de germinar y crecer, por eso su responsabilidad y de allí nuestra intención de pedir a Dios que siembren cosas buenas, semillas de valores, de virtudes y principios, que sin duda también crecerán y darán fruto en abundancia”, acotó el prelado.
“Durante la acostumbrada rueda de prensa dominical, monseñor Rojas López crítico algunas formas de protestar de los maestros, y resaltó que es obligación, deber y compromiso del profesor gastar el tiempo en sus alumnos.
“En ese sentido, reconoció que la sociedad, los padres de familia y las autoridades, tendrían que confirmar después, si el tiempo que se pierde en protestas y marchas es recompensado en las aulas.
“Habría que confirmar si ese tiempo de las marchas y plantones luego lo recuperan con clases, cada profesor tiene su conciencia y su ética, sabe que su deber es enseñar cosas buenas, entonces es con su actitud como demuestra que es un buen maestro, como Jesús”, anotó.
“No cabe duda –agregó- que los profesores han de tener un equilibrio interior entre su alma, entre su vida, entre el conocimiento, entre el aspecto social pero también personal, para comunicar para atender y acercarse a sus alumnos como dios quiere”.
Independientemente que, ante la cerrazón de líderes como Roger Arias, don Gerardo de Jesús no únicamente está predicando en el desierto, tanta insistencia coloca a la iglesia católica no en una acción que cumplimente su promesa de “trabajar con el gobierno del Estado en busca del bienestar de la población”, sino en un papel que no le corresponde.
Mejor debía utilizar el púlpito para enseñar buenas acciones de los católicos en vez de andar tirando perlas a los cerdos y exhibiendo su investidura religiosa en asuntos que deben resolver las propias autoridades educativas, no sólo corriendo a funcionarios, como lo hicieron la semana pasada, sino castigando a los maestros que abandonan las aulas.
No se puede coartar el derecho a manifestarse en las calles —como quiere el obispo— pero sí exigir que los maestros cumplan sus horarios de clase.
LADO CLARO
Mayor respeto a sí mismo debe tener el obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López y no andar como peleador callejero enfrentando a los líderes del magisterio, cuyas almas no tienen salvación.
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