· Pemex y Tabasco: Otra Óptica, Otras Reglas
chayogomezg@hotmail.com
El gobernador electo Arturo Núñez Jiménez, puso otra vez el “dedo en la llaga” en un tema medular para la economía y el desarrollo estatal, puesto que en torno a ello, gira más del 80 por ciento de las actividades de la sociedad tabasqueña: Petróleos Mexicanos (PEMEX) y Tabasco.
Y lo hizo precisamente frente a la cúpula del sector industrial y empresarial de la entidad aglutinado en la CANACINTRA, quienes tienen la obligación de fungir ya como el motor económico de la entidad, para que el gobierno estatal sea solamente el facilitador de estas actividades.
Debemos dejar de ver a la paraestatal como donador e indemnizador y empezar a verlo como cliente o socio, pero sobre todo como una palanca del desarrollo de Tabasco, “pero para ello también los industriales tabasqueños deben ser competitivos, porque Pemex es una empresa de calidad y clase mundial”, precisó el mandatario electo.
El gobernador electo Arturo Núñez Jiménez, puso otra vez el “dedo en la llaga” en un tema medular para la economía y el desarrollo estatal, puesto que en torno a ello, gira más del 80 por ciento de las actividades de la sociedad tabasqueña: Petróleos Mexicanos (PEMEX) y Tabasco.
Y lo hizo precisamente frente a la cúpula del sector industrial y empresarial de la entidad aglutinado en la CANACINTRA, quienes tienen la obligación de fungir ya como el motor económico de la entidad, para que el gobierno estatal sea solamente el facilitador de estas actividades.
Debemos dejar de ver a la paraestatal como donador e indemnizador y empezar a verlo como cliente o socio, pero sobre todo como una palanca del desarrollo de Tabasco, “pero para ello también los industriales tabasqueños deben ser competitivos, porque Pemex es una empresa de calidad y clase mundial”, precisó el mandatario electo.
Y en efecto, a la paraestatal ya no se le tiene que ver como el pagador o el ente institucional del gobierno federal que obsequia asfalto, materiales diversos e indemnizaciones; ya no. Es el momento de sentar las bases de una nueva y moderna relación de apoyo haciendo a un lado la industria pedigüeña y de la dádiva.
Los tabasqueños hemos caído, desgraciadamente en ese círculo vicioso y cómodo, de que Pemex tiene que pagar en vez de invertir, y aquí cabe la pregunta que nadie se quiere hacer ni mucho menos contestar: ¿ donde esta el dinero que la paraestatal pagó a lo largo de muchos años “a la mano” a tantos tabasqueños que se dijeron afectados por la actividad petrolera?, ¿realmente ese dinero los tabasqueños lo utilizaron bien para hacerlo producir, o se lo gastaron en vinos, “queridas”, “queridos”, vicios, fiestas, desmadres o en la güeva?.
Ese dinero que Pemex ha pagado se a utilizado para todo, menos para lo que de verdad es prioritario y urgente. Con esos recursos se pagaron francachelas y actividades totalmente contrarias al espíritu que motivó la indemnización, porque la cuestión era que Pemex pagara y lo demás, era cuestión de quienes recibieron esos recursos.
Ese dinero se lo pasaron por el gaznate y la bragueta, pero no sirvió para cambiar el modus vivendi de quienes lo recibieron; por el contrario, para prostituirlos más y hacerlos creer que son merecedores del dinero a la mano. Se les acabó el dinero y volvieron hacer lo mismo, pero ese modelo ya no puede seguir.
Ahora, es tiempo y hay las condiciones para nuevas reglas, pero serias, institucionales y comprometidas con el desarrollo integral de la entidad y de los tabasqueños. Se trata de que ambas entidades (Pemex y Tabasco), se fortalezcan mutuamente y crecer paralelamente en términos de igualdad y equidad, y esto tiene que ver con el desarrollo de fuentes de trabajo, riqueza, inversiones y prosperidad.
Otra óptica y otras reglas. Vamos Tabasco y Pemex a generar nuevas condiciones para trabajar y crecer juntos. Vamos a generar condiciones para el empleo, la productividad, la inversión y los servicios: vamos a fortalecer los sectores productivos y regresar a nuestras vocaciones productivas de siempre, de toda la vida. Pemex le aportará, bajo esta nueva premisa, muchísimo más a Tabasco y a los tabasqueños, que si continua pagando a la mano.
Tabasco, le aportará muchísimo más a la empresa, en vez de seguir peleando y llegar acuerdos que impulsen nuestro desarrollo y que se traduzca ello en bienestar, progreso, mejores condiciones de vida; vaya, en un cambio verdadero o en un verdadero cambio.
Y Para Usted También**Arturo Núñez Jiménez, afirmó que lo mejor que le puede ofrecer a la izquierda tabasqueña es que el triunfo del pasado 1 de julio no sea efímero, porque el esfuerzo que Tabasco requiere trasciende un sexenio, por lo que, dijo, hará todo lo que esté a su alcance para mantener el poder político, “pero siempre con pleno respeto a la convicción de que la próxima elección de gobernador será libre y auténtica, conforme al paradigma universal de comicios democráticos; ojalá seamos capaces de lograr una mayor permanencia y que este triunfo no sea ‘flor de un sexenio"**¿interesante, verdad?, ya abundaremos**hasta el martes Dios mediante**
Los tabasqueños hemos caído, desgraciadamente en ese círculo vicioso y cómodo, de que Pemex tiene que pagar en vez de invertir, y aquí cabe la pregunta que nadie se quiere hacer ni mucho menos contestar: ¿ donde esta el dinero que la paraestatal pagó a lo largo de muchos años “a la mano” a tantos tabasqueños que se dijeron afectados por la actividad petrolera?, ¿realmente ese dinero los tabasqueños lo utilizaron bien para hacerlo producir, o se lo gastaron en vinos, “queridas”, “queridos”, vicios, fiestas, desmadres o en la güeva?.
Ese dinero que Pemex ha pagado se a utilizado para todo, menos para lo que de verdad es prioritario y urgente. Con esos recursos se pagaron francachelas y actividades totalmente contrarias al espíritu que motivó la indemnización, porque la cuestión era que Pemex pagara y lo demás, era cuestión de quienes recibieron esos recursos.
Ese dinero se lo pasaron por el gaznate y la bragueta, pero no sirvió para cambiar el modus vivendi de quienes lo recibieron; por el contrario, para prostituirlos más y hacerlos creer que son merecedores del dinero a la mano. Se les acabó el dinero y volvieron hacer lo mismo, pero ese modelo ya no puede seguir.
Ahora, es tiempo y hay las condiciones para nuevas reglas, pero serias, institucionales y comprometidas con el desarrollo integral de la entidad y de los tabasqueños. Se trata de que ambas entidades (Pemex y Tabasco), se fortalezcan mutuamente y crecer paralelamente en términos de igualdad y equidad, y esto tiene que ver con el desarrollo de fuentes de trabajo, riqueza, inversiones y prosperidad.
Otra óptica y otras reglas. Vamos Tabasco y Pemex a generar nuevas condiciones para trabajar y crecer juntos. Vamos a generar condiciones para el empleo, la productividad, la inversión y los servicios: vamos a fortalecer los sectores productivos y regresar a nuestras vocaciones productivas de siempre, de toda la vida. Pemex le aportará, bajo esta nueva premisa, muchísimo más a Tabasco y a los tabasqueños, que si continua pagando a la mano.
Tabasco, le aportará muchísimo más a la empresa, en vez de seguir peleando y llegar acuerdos que impulsen nuestro desarrollo y que se traduzca ello en bienestar, progreso, mejores condiciones de vida; vaya, en un cambio verdadero o en un verdadero cambio.
Y Para Usted También**Arturo Núñez Jiménez, afirmó que lo mejor que le puede ofrecer a la izquierda tabasqueña es que el triunfo del pasado 1 de julio no sea efímero, porque el esfuerzo que Tabasco requiere trasciende un sexenio, por lo que, dijo, hará todo lo que esté a su alcance para mantener el poder político, “pero siempre con pleno respeto a la convicción de que la próxima elección de gobernador será libre y auténtica, conforme al paradigma universal de comicios democráticos; ojalá seamos capaces de lograr una mayor permanencia y que este triunfo no sea ‘flor de un sexenio"**¿interesante, verdad?, ya abundaremos**hasta el martes Dios mediante**
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