* Calderón dejó abierta frontera
* Núñez y Peña, harán el trabajo
* Termina pesadilla en Campeche
Frontera
sur. No es secreto que los limites entre el país de Guatemala con México,
de la zona de Chiapas y Tabasco, sigue siendo un paraíso para el tráfico de
drogas, armas, trata de blancas o cualquier tipo de contrabando, sin que el
gobierno de Felipe Calderón, hiciera
algo al respecto.
Las peticiones del gobernador
tabasqueño, Andrés Granier para que
sellara la frontera el gobierno federal fueron constantes y sonantes, en lo que
es en la línea divisoria con Tabasco, quedaron en el desierto.
Ni tampoco el senador Humberto Mayans, como secretario de
gobierno de Tabasco, pese de presumir su amistad con Genaro García Luna, hizo lo propio. Lo enloquecía más sus
aspiraciones a la candidatura al gobierno del estado.
A dos meses y 23 días, de entregarle
la estafeta presidencial a Enrique Peña
Nieto, no queda ninguna esperanza para sellar ese paso, convertido en un
tobogán para el crimen organizado.
Ya será Arturo Núñez, gobernador electo de Tabasco, de hacer la petición y
de encontrar una respuesta de parte de Enrique
Peña Nieto, quien conoce la problemática.
Mientras que Calderón pretende ganar al cuarto para las doce la lucha fallida
contra el crimen organizado, en una
batalla entre las Fuerzas Armadas y la Secretaría de Seguridad Pública, por ver
quien presenta más delincuentes detenidos.
Hay confianza que la administración
federal de Peña Nieto se haga cargo de la tarea, pero de raíz.
PESADILLA PANISTA
Los campechanos
cuentan con desesperación los 23 días que le quedan a la administración municipal
panista de la capital del estado.
La razón es que quedaron escarmentados de haberle
otorgado su confianza al panista Carlos
Ernesto Rosado Ruelas, quien no
sólo resultó un fiasco como alcalde sino que abandonó su encomienda
municipal para buscar una diputación federal plurinominal, que finalmente no
alcanzó por la debacle del PAN en el
proceso electoral del uno de julio pasado.
El relevo de Rosado
Ruelas no fue mejor. Primero con el
primer regidor Francisco Romellón como alcalde interino y luego
con su suplente Beatriz Selem Trueba
como alcaldesa sustituta, las cosas no mejoraron, por el contrario.
La primera, y tal vez la única, administración municipal
panista en la capital del estado de
Campeche termina envuelta en el escándalo y el desprestigio por su pésima
conducción, que llevó a un deterioro de los servicios públicos.
Los campechanos ansían ya que llegue el 30 de
septiembre e inicie la era priista Ana
Martha Escalante, quien vendió buenas expectativas para su comuna.
DE BAJADA
a)
Los priistas de Tabasco se dejan querer.
Los alcaldes y diputados electos han participado en los talleres que ha
convocado el gobernador electo Arturo
Núñez. Es una buena señal que van a transitar en el entendimiento. Esa
fortuna no la tuvo Andrés Granier, pues
los alcaldes del PRD, con dos excepciones, se negaron ir al dialogo. Núñez les expresó que por encima de las
diferencias política, sea interés general parlamentario el desarrollo de
Tabasco
b)
Quienes
apoyaron a Núñez Jiménez andan más
que desesperados, pues no tienen señales
que encomiendan les pueden asignar.
Y un día sí y el otro también alzan
la mano para estar en la lista, cuando Núñez
anda en otras prioridades, cuando falta 115 días para que rinda protesta como
gobernador.
E-mail:a_caraveo2001@hotmail.com
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