Tabasco / Conviven exalumnos Lasallistas / Jun 13

Esplendida Convivencia de Exalumnos del Instituto del Sureste
Columnas en Tabasco

Escudo del Instituto del Sureste

Cuarenta años después.
Parados: Nicolás de los Santos, Benjamín Dueñas,  Héctor García, Ángel Leyva,
Kiko Guillén, Miguel Cuenca, Leonardo Buendía, Guillermo Ortíz,
Felipe Ocampo, Jaime Baldo, y Miguel Estañol.
 Abajo: Alfonso Bolón, Daniel Rodríguez, y Jorge Orrico.

* Los inolvidables años 70´s fueron evocados

Reunidos en el domicilio de la familia Cuenca Pérez, exalumnos del Instituto del Sureste de la década de los años 70´s, se hicieron presentes acompañados en su mayoría por sus respectivas familias, los recuerdos incluso de los años sesentas también aparecieron, pues muchos compartieron sus estudios de primaria, aunque la mayoría son parte de las generaciones de secundaria y preparatoria.

Las auténticas heroínas diría Ängel Leyva (Nuestras esposas) y con ellas
Lulú Estañol. De izquierda a derecha, Paty de García, Paty de Dueñas,
Zoyla de Guillén, Ely de Leyva, Flor de Ortíz, Mireya de Buendía, Lulú Estañol,
Pily de Cuenca, Many de Baldo, y Lolis de Rodríguez.

Por lógica, el nombre de Don Antonio Partida Rodríguez estuvo presente en las charlas con todo y su tradicional silbato, y regla en mano, los spiros, las mesas de pinpong, las canchas de fútbol, basquetbol, y volibol, junto con la cafetería abajo del vetusto mangón, los salones, laboratorios, y el internado en el plantel en Tierra Colorada, desfilaron por nuestras memorias 37 años después.

Quién para imaginarlo muchos años después, bien portaditos y en familia

Recuerdos luego de 42 años se agolparon en los ya reteusados chips personales, disfrutando la añeja escuela en Cuahutémoc y Sarlat sita en el Villahermosa de finales de los sesentas e inicios de los setentas, otra vez los spiros y la tradicional tiendita de Don Miguel Elías a un costado de la escuela, refugio de horas de muchos de los presentes, se agolparon en sinfín de gratos recuerdos, ¡aquellas tortas y tostadas fueron añoradas!.

Una convivencia que inició en la tarde, siguió en la noche y madrugada, y...

La Banda de Guerra con sus sesenta tambores y sesenta cornetas uniformados de gala en traje sastre en casimir azul marino con sus respectivos kepis, tuvieron su espacio especial con sus inolvidables participaciones en los desfiles de Villahermosa con un contingente pasando la banda y escolta más allá del cine Sheba y aún el final del mismo, dando la vuelta en Paseo Tabasco y Malecón culminando las formaciones más allá del antiguo PRI.

Como en clases, ujjuummmm

Fueron inolvidables la participación de esta Banda de Guerra en los desfiles cívicos de Coatzacoalcos y Emiliano Zapata en esos años setentas, ¡qué cosa! más de dos horas marchando y recorriendo Emiliano Zapata en ese entonces, como la tarjeta American Express pero en lugar de precio, madres. Lo hermoso de aquello es que cada quien tenía que comprar su tambor, corneta o clarín, y se adquirían en la misma escuela, jejeje.

40 años atrás eran menos de 120 años..., hoy juntos de nuevo van rápido a los.... mil años

Los casi exconvictos del IDS, frase acuñada por Ángel Leyva, disfrutamos la alegre reunión con nuestros hijos y esposas, entre ellas, Pily Pérez de Cuenca Ruiz, Paty Abreu de García Mora, Many Pérez de Baldo Cano, Elizabeth Karam de Leyva Padrón, Flor Gorra de Ortíz Maldonado, Mireya Constantino de Buendía Tirado, Zoyla Jiménez de Guillén Marín, Lolis de Rodríguez Jauregui, y Paty Landero de Dueñas Azcona.

Y nos dieron las 10, y las 11, y las 12, y....

Acudieron y disfrutaron esta reunión, Miguel Cuenca Ruiz, fue en su casa, Jorge Orrico Asmitia, Chepe Peralta, Felipe Ocampo Montejo, Jaime Baldo Cano, Héctor García Mora, Alfonso Bolón Canto, Kiko Guillén Marín, Lulú y Miguel Estañol Ruiz, Nicolás de los Santos, Ángel Leyva Padrón, Jorge Trujeque Russi, Guillermo Ortíz Maldonado, Leonardo Buendía Tirado, Daniel Rodríguez Jauregui, y Benjamín Dueñas Azcona.

Las heroínas y los hijos e hijas se pusieron a tono y nos dieron pastel para cuidar el hígado

Realmente fue una generación y década plena de armonía, con pocos muy pocos pleitos entre el alumnado, y estos no pasaban de soltar la adrenalina después de una salvaje golpiza para luego seguir conviviendo en armonía en deportes, clases, y eventos, pues todos quizá pasamos en el Indivisa Manet al menos seis años de nuestras vidas, y algunos totalmente en el internado.