lunes, 27 de junio de 2011

Opinión: Víctor Manuel Barceló R. / Jun 27

Ucrania, de contrincante a par de Rusia.

La puesta en escena de la investigación del asesinato de un periodista, en el año 2000, pone en medios la situación de una nación, importante por diversos motivos, como es Ucrania. País báltico y pieza fundamental de la geopolítica de esa región, dominada por el poder ruso, disminuido a raíz de la caída del régimen de la URSS. Una nación que se ha sacudido diversas invasiones, que le forjan identidad nacionalista y soberanía.

Ocurre que el presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, considerado hostil a la prensa, sorprendió al iniciar una investigación de abuso de poder contra el exmandatario Leonid Kuchma por el asesinato del periodista crítico Georgiy Gongadze. Esto, que parece una jugada de billar a tres bandas, despertó el interés internacional sobre la libertad de prensa, siempre difusa en este país.

Desde hace años, periodistas ucranianos reclamaron investigar el caso, símbolo de lucha por la libertad de prensa, decepcionados por la falta de voluntad de Yushchenko, pro-occidental -quien gobernó de 2005 a 2010- Primer ministro de Kuchma -mentor del actual mandatario- cuando asesinaron a Gongadze. Se especuló que tenía razones para temer una investigación.

Kuchma se convirtió en el sospechoso de mayor perfil político. Muchas personas creen que el juicio es una farsa para librar al expresidente de toda sospecha, en tanto otros ven una guerra entre clanes políticos.

Víctor Yanukovich ganó la presidencia de Ucrania, con una triple victoria. Venció a quienes sabotearon su victoria del 2004, Viktor Yushenko y Yulia Timoshenko, cabezas de fuerzas ultranacionalistas y neoliberales; convenció a la mayoría ucraniana que la "revolución naranja" –de su antecesor- fue engendro imperial que buscó crear condiciones para apropiarse de las cuantiosas riquezas de Ucrania. Como tercera victoria, Yanukovich demostró que la mayoría de la nación está más integrada y dispuesta a una unión con Europa oriental -Rusia por líder- que con Europa occidental, montada sobre una caldera de presión que puede estallar en conflictos.

Para entender lo que ocurre es pertinente hurgar en la personalidad del Presidente Víctor Yanukovich, de 61 años de edad. De familia de clase trabajadora radicada en el Oblast de Donetsk, región minera, densamente poblada e industrializada, al oeste de la Unión de República Socialistas Soviéticas (URSS), en donde se destacó tempranamente por sus tendencias y capacidades políticas. Víctor nació el 9 de julio de 1950 en Ucrania. Allí creció, entre mineros, Nikita Jrushov, que tres años después comenzaría a dirigir a la URSS (1953-1964).

En ese entonces se analizaba la amenaza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) creada con apoyo de EEUU en 1949, para enfrentar y cercar a la URSS; mismo año en que ésta daría apoyo material a China cuando envió tropas a Corea del Norte, invadida por EEUU con soldados al mando de Mc Arthur, quien cargó con la primera derrota militar de EEUU en su historia.

El carácter de Víctor fue moldeado por privaciones materiales y carencias afectivas -tras la muerte de su madre- aunque con sólida preparación y espíritu creativo colegial. Diversas circunstancias le llevaron a conductas juveniles delictivas y a detención y presidio; precisamente cuando la URSS comenzaba a alcanzar sus primeros éxitos espaciales y nucleares.

Esos años púberes convierten a Yanukovich en “un duro”, que lidió con mafiosos. Pese a las adversidades, se graduó de ingeniero mecánico y militó en el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) lo que le formó doctrina y mando, reconocidas en su entorno laboral y social. El Ingeniero Yanukovich fue avanzando en tareas industriales, en ramos del transporte y automación, al mismo tiempo cumplía tareas en el PCUS.

En tanto Ucrania, de región agrícola salta a potente economía industrial con dominio de energía atómica. Ocupa el 2do lugar entre las repúblicas soviéticas. En 1991, ante la desunión de la URSS y autodisolución del PCUS, se crea el Partido de las Regiones, donde Yanukovich teje fuerte red bajo su liderazgo, que le lleva a una ascendente carrera, con sólo 41 años.

Durante el primer gobierno de Ucrania, como independiente, occidente presiona para privatizar las empresas estatales del Donetsk. El liderazgo de Yanukovich -opuesto a la privatización- le lleva a ser llamado, en 1997, por el segundo presidente de Ucrania, Leonid Kuchma (destacado ingeniero en misiles atómicos), para Gobernador de Donetsk y, luego, Primer Ministro de Ucrania, en dos períodos (2001 al 2004 y 2006 al 2007). En 2004, durante las elecciones presidenciales, Yanukovich opta por la candidatura presidencial con apoyo del Presidente Leonid Kuchma, contra Víktor Yúshchenko.

Para evitar la toma del poder por Yanukovich, los partidos que apoyaban a Yushchenko apelaron a la táctica de fraude electoral masivo, generándose así la “Revolución Naranja”, en la que Yulia Timoshenko desempeñó papel crucial. Fue una campaña de protestas, huelgas, mítines y acciones políticas -se dice que fuertemente estimulada por el gobierno de Bush-. Días después, el Tribunal Supremo de Ucrania revocó resultados de elecciones, presionado por Europa y EEUU, y ordenó segunda vuelta entre Yushenko y Yanukovich acusado de “su pasado criminal”. Victorioso Yushchenko, Yanukovich se vio apremiado a aceptar la derrota y renunciar como primer ministro de Ucrania.

Cinco años de “revolución naranja” con pésima gestión gubernamental de Yushchenko y acusaciones de desfalco, bastaron para que los ucranianos, en la primera vuelta de enero del 2010, castigaran a su primera Ministra y candidata presidencial Yulia Timoshenko, quien en esa vuelta quedó a diez puntos de Yanukovich (45 a 35). Al ganar la 2da vuelta Yanucovich, “certificó el fin de la revolución naranja”, tituló un diario europeo.

El presidente Yanukovich -Doctor en Ciencias Económicas- gobierna un país de casi 48 millones de habitantes, con 606.700 km2 de extensión. Tiene dominio nuclear y el segundo ejército más grande de Europa. Avanza en estrechas alianzas con Rusia, que ostenta el primer lugar. “Lo conseguido en los últimos cinco años –de su antecesor- ha sido desconfianza de la U E y de Rusia”. “Rusia es prioridad…de nuestros principales socios”, sentenció.

La tendencia a terminar con el socialismo, en Europa Oriental es proceso complejo. Se conflictúa por desorden del mercado y desigualdades sociales, que causan estragos en esas sociedades. Ningún gobernante encargado de "enterrar" el sistema, en el entonces Consejo de Ayuda Económica (CAME) o del Pacto de Varsovia, sobrevive como opción viable para la sociedad.

Por supuesto, la tendencia no está incomunicada en el mundo, ni mucho menos blindada ante tendencias políticas y económicas que apuntan al salvataje del capitalismo o de su crisis orgánica. Yanukovich se hallará con múltiples inconvenientes, pero también, oportunidades para organizar una sociedad más justa y menos desigual, en las singularidades de Ucrania. Lo hará junto a gobiernos que en el Planeta, avanzan por ese trayecto social.

Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com Puebla, Pue. 26-junio-2011

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