miércoles, 27 de julio de 2016

ARMAGEDÓN / Alfredo A. Calderón Cámara / Diferencias y coincidencias presidenciales... / Columna / Miér Ju 27

Armagedón
 “Más bien es escribí que no os juntéis con ninguno...”
1ª de Corintios 5:11
Diferencias y coincidencias presidenciales...
Alfredo A. Calderón Cámara
Publicado en elimparcialdetabasco.com

El emotivo discurso que Michelle Obama, esposa del presidente de Estados Unidos pronunció en el primer día de la Convención Demócrata por su contundencia en redes sociales ha dado la vuelta al mundo asombrando por su sensatez, mesura, compostura y madurez. Mensaje de una dama que con su carisma no parecía de letal acero;  todo en ella, era una insólita sonrisa, y una mirada, clara, directa; cordial y hasta expresiva ante las lentes ávidas de imágenes que hacía vislumbrar y entrever a la nación norteamericana del empoderamiento de las mujeres, del poder con faldas, la energía tornada en inocultable cordialidad. Michelle Obama, con su vestido de seda azul, con sus aretes de arracadas, vestida de celebridad fue rotunda, dura oradora y casi demolerá de un Donald Trump al que -sin mencionar siquiera-exhibió con elegancia como lo que el pueblo norteamericano no debe seguir en su intento de llegar a la Casa Blanca.
 
De inmediato, muchas voces se levantaron para ubicar las inevitables diferencias entre Angélica Rivera y Michelle Obama; mientras la primera dama de México  ausente de credibilidad usa los micrófonos y toda la maquinaria oficial para defender posiciones e intereses por los negocios al amparo del poder, Michelle Obama ejerce su poder de convocatoria para respaldar a la candidata del partido demócrata Hillary Clinton. Siendo lo más importante, la ponderación que por su propia grandeza supo medir su responsabilidad, sabiendo que de cada palabra tendría que rendir cuenta, desafío al encono y la maledicencia de los adversarios que nunca podrán afectar lo más seguro de ella misma: su personalidad. Si algo necesitaba para ayudar a Hillary Clinton en campaña es, respeto. Y Michelle Obama lo ha sabido conquistar con su conducta. Ha sabido ser respetable y todos la respetan porque ha sabido jugar su destino sobre la carta única de su dignidad.
 
Por ello, no ocultaba su satisfacción, entusiasta arengaba, consejos y enseñanzas a sus hijas sobre los conceptos básicos que deben de tener con personajes –sin mencionarlo- como Donald Trump: “Cómo les insistimos en que el lenguaje lleno de odio que escuchan de las figuras públicas en la televisión no representa el verdadero espíritu de este país, cómo les explicamos que cuando alguien es cruel o se comporta como un abusón  no deben rebajarse a su nivel. Nuestro lema es: cuando ellos van a lo bajo, nosotros vamos a lo alto.” Michelle Obama ubicó que la educación de los hijos es responsabilidad de los padres, no importando el nivel que se encuentren. Diferencias y comparaciones son imposibles de evitar entre las dos familias presidenciales. Acá despectivamente a los de abajo les dicen: “prole”. Y arengó más fuerte “Con cada palabra que pronunciamos, con cada acción que tomamos, sabemos que nuestros hijos nos están observando, somos su ejemplo más importante a seguir”.
 
Porque la palabra es sonora cuando es clara y a todos contagia si inspira confianza al ser la autoridad moral  su eco, y la multiplica, es que Michelle Obama habló: “Barak y yo hemos enfocado nuestros trabajos, como Presidente y primera dama, porque sabemos que nuestras acciones y nuestras palabras importan, no sólo para nuestras niñas, sino para todos los niños del país”. Y de nuevo –sin mencionarlo- arremetió con garbo y donaire contra Donald Trump: “No es sobre demócratas o republicanos, ni derecha o izquierda, estas elecciones, y cada una de las elecciones, tratan sobre quien tendrá el poder de formar a nuestros hijos los siguientes cuatro u ocho años de vida”. Dando una idea de lo que deben los norteamericanos definir al momento de elegir a su presidente: “Porque cuando tienes los códigos nucleares en la punta de tus dedos y a los militares a tus órdenes no puedes tomar decisiones precipitadas, no se puede tener susceptibilidad o tener tendencia a arremeter, tienes que se alguien constante, prudente y bien informado”. Eso fue para Donald Trump, pero ¿Recuerdas a alguien así en México? Sirva el discurso para ubicar diferencias y coincidencias presidenciales…
EL SEPTIMO SELLO
Michelle Obama predica con ejemplo familiar…
 
LA SEPTIMA TROMPETA
México, cuídate de buenos y malos. También puede revisar esta columna en el portal http://www.elimparcialdetabasco.com/. A sus órdenes al teléfono 9932951489…

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