TABASCO POLÍTICO / José Luis Gutiérrez Gutiérrez / EN FASE TERMINAL / Columna / Jue Ju 28

TABASCO POLÍTICO

José Luis Gutiérrez Gutiérrez
jlggutierrez@hotmail.com
Publicado en tabascopolitico.com.mx

EN FASE TERMINAL

Si el PRI está en terapia intensiva en el contexto nacional, el PRD está en fase terminal, clínicamente desahuciado, solo un milagro “guadalupano” podría provocar que volviera a recuperar el terreno político-electoral perdido en las elecciones de 2015 y 2016.

En el Distrito Federal, perdón, Ciudad de México, fue relegado por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y en el norte del país su presencia es testimonial, como lo avala el que haya perdido su registro en Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y en Colima. Entidades en las que, en la pasada elección, no alcanzó el 3 por ciento, exigido por la Ley, de la votación emitida.

Internamente es un caos. Dirigencias vencidas en los estados o dirigentes con duplicidad de cargos, verbigracia,Candelario Alvarado Pérez, como publicó ayer un periódico de circulación nacional, dirigentes a modo de los gobiernos priistas, muy parecido a lo que ocurre en la entidad, en donde el PRI está convertido en un ápice del gobierno perredista.

Después de todo el PRI de Enrique Peña Nieto está, a pesar de todos los horrores cometidos, durante su desatinado mandato, en mejores condiciones políticas que la entidad perredista. Tiene mayores posibilidades de ganar que el PRD en el 2018, siempre y cuando, desde luego, los escenarios no empeoren. Situación que veo sumamente difícil, pues todo pinta mal, según los especialistas en materia petrolera, económica y política.

Con este catastrófico escenario, Andrés Manuel López Obrador va a necesitar algo más que aliarse solamente con el sol azteca y las demás izquierdas. El tabasqueño va a tener que conquistar y asegurar el voto indeciso, tal y como lo hizo en el 2006, de lo contrario está políticamente frito.

En el norte, definitivamente no tienen mayor apoyo; en el Centro, el PRI y PAN dominan, y en el Sureste el espectro político quedó dividido tras la reciente elección en la que el tricolor perdió Veracruz y Quintana Roo, pero seguirá gobernando Guerrero, Oaxaca, Campeche y Yucatán, y Chiapas que está en manos del PVEM, que viene siendo prácticamente la misma pendejada.

Y si finalmente va cada uno por su lado, como algunos enterados vaticinan, el institucional sigue teniendo mayores posibilidades de retener la presidencia de la República, pues ni al PAN ganaría por sí solo.

            Para que ello suceda, es requisito indispensable, por supuesto, que el institucional gane abrumadoramente el Estado de México, Nayarit y Coahuila, pero capitalmente la tierra mexiquense. Si ello llegará a pasar, que es lo más seguro, el PRI estará de regreso.

            Será una bocanada de aire puro, para al alicaído priismo, y mire usted: que lo necesitan con urgencia para poder salir de la terapia intensiva en la que se hayan, tras haber perdido 7 de las 12 gubernaturas en disputa.

            En el PRD el escenario está muy, pero muy complicado, ahí van a necesitar más que oxígeno, pues el cáncer está a punto de invadir todo el cuerpo. Y creo que ni Andrés Manuel López Obrador ni Miguel Ángel Mancera Espinosa tienen el remedio eficaz para extirparlo, para desaparecerlo de una vez por todas.

            Ahí las tribus continúan empeñada y deliberadamente fortaleciendo esa enfermedad maligna, que se los está, poco a poco, devorando intestinamente.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

            ¡Qué problemas personales, ni que ocho cuartos! El delegado de la CONAGUA, Antonio Gutiérrez Marcos, salió huyendo. Todo hace suponer que salió más pillo que todos sus antecesores incluido el corruptísimo de Octavio Mijangos Borges. 

            Nada más vienen a Tabasco a acabar con la quinta y los mangos. Los negocios están a flor de piel en la CONAGUA. La millonada de pesos que se llevan en complicidad con las constructoras es aberrante, insultante.

            Mientras tanto los tabasqueños, y avecindados aquí continúan yéndose a pique cada vez que llueve. Promesas y más promesas y la población que vive en los márgenes de los ríos siguen sufriendo las de Caín.

            En la entidad la CONAGUA se ha convertido en un gran negocio, y nadie, absolutamente nadie, ni la Federación, hace algo para frenar el saqueo al erario federal y estatal.

            Todo mundo se echa la bolita, y al final, no se castiga a nadie. De verdad, qué salación.

            Por lo pronto, ahí quedaron un sinnúmero de obras inconclusas y otras por empezar, que vaya usted a saber: ¡cuándo concluirán y cuándo comenzarán! Les digo… ¿qué castigo estaremos pagando? Nada nos sale bien. Siguen los de afuera literalmente saqueándonos.

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