(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Lo que es la ‘cencia’, m'hijo…
Ayer domingo, en medio del sol más perro de los últimos treinta años, un presidente municipal, Marcos Leyva, en Nacajuca, echó a caminar conjuntamente con el empresario Carlos Cabal Peniche, algunas ideas para producir algo. No sé si vaya a tener éxito. Pero algo me dice que Leyva está motivado y buscando que Nacajuca mejore sustancialmente. ¿Qué sería "mejorar sustancialmente"? Cambiar esa imagen de municipio ramplón, jodido, horroroso. Cambiar también la idea que en Nacajuca sus ciudadanos no sólo alegan, protestan y se encabronan: también aportan, aunque en los hechos el 95 por ciento quieren que todo se los regale el gobierno. Marcos Leyva quiere cambiar ese horroroso rostro. ¿Y cómo? Llevándoles como posible socio a un hombre que sí sabe para qué es el dinero: Carlos Cabal Peniche. Contrariamente a otros presidentes que sólo andan detrás del gobernador a ver que le sacan, Marcos Leyva anda buscando qué llevarle a su pueblo. Y no vaya usted a sorprenderse si al llamado del billete, los nacajuquenses se meten --junto a su presidente-- al trabajo. Es cuestión de actitud. Si convence Leyva a la perrada que hay otros caminos mucho más efectivos que pedir que te regalen dinero, pollitos, láminas, cemento y varillas, eso ya tiene ganancia. Veremos si en los próximos meses en Nacajuca nos demuestran que pueden producir y no sólo andar de "pedinches". Obviamente, en este trabajo hay plusvalía política. Si usted hace valer esto en la ciencia pública, Leyva podría ponerse a la cabeza de los aspirantes a la diputación por el Quinto Distrito. Digo, si cumple sus compromisos, eso lo mantendrá en perfecto diálogo con su partido, el PRI, que es a fin de cuentas el que lo impulsará para que obtenga la candidatura a la diputación federal… POSDATA: El "brodie" Adolfo Díaz Orueta, me envía una aportación cultural que mucho le agradezco a nombre de ustedes queridísimos lectores (as), si es que los tengo, diría Catón. ¿Por qué se les llama a los "Blackberry" así? Bueno, les pusieron así porque en la época de la esclavitud en los Estados Unidos, a los esclavos nuevos se les ataba una bola negra de hierro muy irregular y cacariza, para que no pudieran correr en los campos de algodón… LOS AMOS, para usar un eufemismo que sonara más bonito, le llamaron "blackberry", porque se asemejaba a dicha fruta. Ese era el símbolo de la esclavitud. Nadie podía escapar sin antes perecer en esos campos de siembra…EN LA actualidad, a los nuevos adictos a la telefonía no se les puede amarrar una bola para que no escapen, mejor se les da una "blackberry" y quedan inalámbricamente atados a ese grillete que les puso su nuevo amo, Carlos Slim, estén donde estén; en el baño, en el auto o en el cine…AH, y no hay escapatoria cuando el jefe te necesita a la hora que sea. Lo que es la "cencia", Homerito, diría mi difunta tía Mica Solano…
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