jueves, 26 de mayo de 2011

Transparencia Política: Erwin Macario Rodríguez / Columna / May 26

(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
* erwinmacario@hotmail.com

La verdad vencerá

En la carrera entre el secreto
y la verdad, parece inevitable
que la verdad siempre va a
ganar Rupert Murdoch/ citado
por Julian Assange (Wikileaks)

Un ejemplo del método silenciador abordado en estas tres entregas rumbo a la celebración del 7 de junio, es el de Wikileaks, que vale la pena traer a este texto porque en mucho explica el interés de callar las plumas, las voces de quienes hacen periodismo, ya noticioso, ya de opinión, ya de investigación.

Antes de entregarse a las autoridades británicas, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, envió al diario The Australian una columna en la que defiende no sólo sus métodos y sus objetivos sino el derecho a informar.

Tal vez lo más relevante —aunque, con la carta de Sicilia a los políticos y a los criminales, son documentos que todo periodista debe leer y tener presente— sea el inicio de ese texto: “No disparen al mensajero por revelar verdades incómodas. Wikileaks merece protección, no amenazas ni ataque. La verdad siempre vencerá”.

Escribe Julian Assange:

En 1958, el joven Rupert Murdoch, entonces dueño y editor de The News de Adelaide, escribió: "En la carrera entre el secreto y la verdad, parece inevitable que la verdad siempre va a ganar".

Su observación tal vez refleja lo que su padre Keith Murdoch expuso acerca de que las tropas australianas estaban siendo sacrificadas innecesariamente por incompetentes comandantes británicos en las costas de Galípoli. Los británicos trataron de callarlo, pero Keith Murdoch no fue silenciado y sus esfuerzos terminaron con la desastrosa campaña de Galípoli.

Casi un siglo más tarde, Wikileaks publica también sin miedo hechos que deben ser públicos.

Crecí en un pueblo rural de Queensland donde la gente dice lo que piensa sin rodeos. Desconfían de los grandes gobiernos por la posibilidad de corromperse cuando no están suficientemente vigilados. Los días oscuros de corrupción en Queensland antes de la Investigación Fitzgerald son un testimonio de lo que ocurre cuando el gobierno hace callar a los medios por revelar la verdad.

Estas cosas están presentes en mí. Wikileaks fue creado alrededor de estos valores fundamentales. La idea, concebida en Australia, era de usar las tecnologías de Internet en una forma nueva para revelar la verdad.

Wikileaks acuñó un nuevo tipo de periodismo: el periodismo científico. Trabajamos con otros medios de comunicación para informar a la gente, pero también para demostrar qué es verdad. El periodismo científico le permite leer la noticia, luego hacer clic en línea para ver el documento original en el que se basa. De esa manera usted puede juzgar por sí mismo: ¿Es verdadera la historia? ¿El periodista informó con precisión?

Se trata, en este caso, de periodismo de investigación, de periodismo científico. El ejercicio a fondo del quehacer informativo; en México muy poco practicado y, por ello, muy poco reprimido.

En el quehacer informativo se tiene, no obstante, que navegar en la convicción y la responsabilidad.

Fátima Fernández Christlieb, en La responsabilidad de los medios de comunicación, señala que según Max Weber : Tenemos que ver con claridad que toda acción éticamente orientada puede ajustarse a dos máximas fundamentalmente distintas entre sí e irremediablemente opuestas; puede orientarse conforme a la “ética de la convicción” o conforme a la “ética de la responsabilidad”.

Weber —ilustra Fátima— afirma, al hablar del hombre maduro que siente con toda su alma la responsabilidad de las consecuencias: “Desde este punto de vista la ética de la responsabilidad y la ética de la convicción no son términos absolutamente opuestos, sino elementos complementarios que han de concurrir para formar al hombre auténtico…”.

Responsabilidad de las consecuencias, que el periodista asume.

Sin embargo, en el tema que nos ocupa, el trabajo de los reporteros de la nota diaria, no se juzga si el periodista informa con precisión, sino se le silencia. Él, testigo, ayudante de la Historia, no aporta más prueba que el hecho mismo acontecido, pero se le juzga perjudicial. Se quiere, como en los tiempos vencidos, ya no presentar un país limpio de bandidos, rebeldes y salteadores de trenes —como Díaz Mori logró al no publicarse “ni una sola palabra sobre asaltos a mano armada”— sino una guerra “ganada” por el gobierno, sin que se sepan las bajas, los daños colaterales que la sociedad ha recibido en esta guerra cruenta, inútil, estúpida.

Ante el amordazamiento que gobierno y criminales mantienen contra el reportero de la nota policíaca y los propios medios informativos —obligados a callar muchos hechos delictivos—, el periodismo político, el de investigación, el periodismo científico, son, hoy por hoy, valladares para la represión. Muy difícil será callar al mensajero si el periodista mantiene la libertad de pensar y decir más allá del acto cotidiano informativo, en el análisis permanente.

No se trata de ser inconformistas, mucho menos de esos que Fernando Savater, en la entrevista mencionada en este texto, llama “exhibicionistas del bien, que levantan el puño una vez al año y tienden la mano todas las semanas”.

LADO CLARO

Si bien la convicción del periodista no puede alejarse de su responsabilidad, de la ética de su ejercicio, nunca debe olvidar que el que escribe, el que informa tiene un compromiso con la verdad y con el pueblo.

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