(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Hacerse culto o hacerse rico ¿cuál sería la opción?
Es común ver libros con títulos tales como éstos: Cómo hacerse millonario, Cómo hacer su primer millón de pesos, Cómo ser un hombre de éxito, Cómo hacerse rico de la noche a la mañana, etcétera.
Libros con esos títulos --u otros parecidos-- los encuentra uno en cualquier parte (ya no se diga en Sanborns y en todo ese tipo de tiendas). ¿Qué tanto se venden?, ¿son éxitos editoriales?, ¿tienen muchos lectores? Vaya usted a saber.
Empero de que se venden se han de vender, porque si no sería difícil encontrarse con tantos libros que contengan recetas mágicas para hacerse millonario casi de la noche a la mañana. ¿Si no se vendiera de qué vivirían sus autores o cuánto dinero perderían las editoriales? Se han de vender, y quizá hasta mucho. ¿Quién no habría de querer conocer el secreto --o al menos la clave-- para convertirse pronto en un potentado, en un hombre o en una mujer de éxito, con una cuenta bancaria jugosa, con tarjetas de crédito sin límite, en un ser reconocido por todos como triunfador? Tal vez por eso se encuentre uno en cada librería no con uno sino con muchos títulos referidos a la diosa fortuna. ¿Pues quién en estos difíciles tiempos no quiere ser un hombre o una mujer que no solamente tenga resuelta su situación económica de por vida, sino que navegue en la abundancia? ¿No acaso en una sociedad como ésta a lo que tanto el hombre como la mujer aspira es al dinero y a la riqueza material? Quizá por eso abunda este tipo de títulos de libros.
Lo difícil es encontrar un libro que lleve por título "365 Lecciones para ser más culto" u otro que se titule Cómo volverse culto o Qué hacer para ser envidiado por su cultura, por ejemplo.
Ese tipo de títulos no se encuentra por ningún lado; o al menos es muy difícil encontrarlos.
Por eso me extrañó mucho tener ante mis ojos --cuando curioseaba en unos estantes de libros, más con ánimo de matar el tiempo que de hacerme de alguna obra importante-- el de "365 lecciones para ser más culto". La verdad es que me des concertó tanto que me dije a mí mismo "¡qué es esto!".
Fui por él, lo tomé en mis manos, leí lo que pude (porque estaba envuelto en papel celofán), percatándome que su grosor era al menos de cinco centímetros (está bien gordito, pensé). En su contraportada decía que en cada página había una lección, por lo que la edición era no menos que de trescientos sesenta y cinco páginas. Vi su costo: trescientos ochenta y ocho pesos.
Demasiadas páginas, me dije, y además con un costo muy cercano a los cuatrocientos pesos. Lo volví a poner en su lugar. Por eso está ese libro ahí, sin que lo compre nadie, inferí: por grueso y por caro y porque además a quien le importa en estos tiempos ser culto y más, cuando lo que a todo mundo interesa es la riqueza, el éxito económico rápido, hacer el primer millón de pesos (o de dólares, si se puede) lo más pronto posible.
Total, ¿para qué ser más culto hoy en día si a casi nadie le interesan los cultos, porque lo que verdaderamente llama la atención y produce el reconocimiento de los demás es la riqueza económica y no el acerbo cultural de alguien? ¿365 lecciones para ser más culto?, ¿trescientas sesenta y cinco páginas que leer?, ¿pagar trescientos ochenta y ocho pesos? No es para tanto. Usted lector, lectora, ¿habría hecho esa compra u optaría por un libro que le dijera cómo hacerse rico sin sacarse la lotería y sin matarse trabajando media vida? Un saludo para Jaime Priego, lector de Tabasco HOY y de "Sólo en Domingo".
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