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“La reina de la difamación”
A diferencia de lo que algunos consideran; la reina de la difamación sí existe y no es un mito urbano, es tan real que lleva cerca de 15 años paseándose por los pasillos del comité estatal del Partido Acción Nacional (PAN).
En todo ese tiempo ha utilizado su dinero para comprar lo que es comprable, pervertir lo que es corruptible y acaparar el “micro poder” que tenía el PAN de Tabasco, hasta antes de los triunfos de Octubre de 2009.
La reina de la difamación ha ocupado diversos cargos, tanto partidistas como en el servicio público, desempeñándose autoritariamente contra quienes colaboran y que ella considera”empleados sin dignidad”.
He visto a la reina de la difamación arribar a las oficinas de estatales alrededor de las 10 de la noche, en los tiempos de un dirigente partidista ya fallecido (no lo menciono por respeto a su memoria) y aseguran fuentes cercanas que la susodicha se erigía como el poder detrás del trono, por lo que de forma poco ortodoxa llegaba a exigir y a presionar con la finalidad de obtener cargos para las piezas de su ajedrez político.
Por ello cuentan los que saben que esta situación, contribuyó a la enfermedad de consecuencias fatales contra el dirigente partidista al que hago alusión, deceso que es del conocimiento público.
En lo personal, he sido blanco de los embustes de la reina de la difamación y los adoradores de su autoritarismo, como cuando inventaron que quien esto escribe, recibió cincuenta mil pesos de parte del conocido Toño Lope, aspirante a la dirigencia estatal, dicha cantidad como pago por el apoyo incondicional.
Recientemente la reina de la difamación dijo que este humilde servidor (en el más estricto sentido humanista) pretendía participar para ocupar la dirigencia de Centro, siendo financiado otra vez por Lope Báez.
Ella intentó someter al actual dirigente a los vaivenes de sus caprichos; al ser rechazada no dudó en armar un bloque opositor, para satisfacer sus intereses particulares.
Nuestro personaje, extiende sus tentáculos y pretende acaparar el poder haciéndose presente en el Consejo Nacional, en la dirigencia de Centro y más adelante manipular la renovación del Consejo Estatal, con miras a la renovación de la dirigencia estatal en 2011.
La reina de la difamación no tiene empacho en aliarse, con aquellos integrantes de los grupos que antes consideró “la disidencia” y que los combatió sin tregua, porque los consideraba enemigos, verdugos y altamente dañinos para el partido. Es sorprendente ver a la reina, incluirlos en su perverso juego llamado “el fin justifica los medios”.
En verdad es lamentable que actualmente se consideren “líderes”, a quienes utilizan su dinero para satisfacer sus intereses particulares, pisoteando la dignidad de los demás.
La reina de la difamación actúa con deslealtad absoluta, hacia el partido que le ha permitido ser vocera de campaña, candidata a diputada federal, diputada local, delegada federal y otros más al interior del partido.
* La reina de la difamación es un personaje ficticio, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
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