Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
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JURÍDICAMENTE BLINDADO
Podrán decir todo lo que quieran a su favor, pero la mayoría de los actores del quehacer político tabasqueño están convencidísimos de que la renuncia del ex titular del Órgano Superior de Fiscalización del Estado (OSFE), Francisco Rullán Silva, se arregló al nivel más alto de la jerarquía política gubernamental. En lo oscurito, el gobierno cedió a las condiciones que él planteó en la mesa de negociación.
Al fin y al cabo el capital objetivo era que el Fiscal Superior renunciará a la voz de ¡ya!, de lo contrario, tarde o temprano caerían en sus manos. Se daría cuenta de los sospechosos manejos administrativos que ya hay en algunas dependencias gubernamentales, verbigracia, el ISSET, en donde su gris director Agapito Domínguez Lacroix tuvo que dar marcha atrás a una millonaria compra de medicinas sin licitar. Al puro estilo de los “granieristas”.
No se sabe qué negoció subrepticiamente, empero, se especula que firmó su salida a cambio de varios milloncitos de pesos, y principalmente de su libertad. Pudo haber sido una u otra cosa, o bien las dos peticiones. Después de todo, lo primordial era que dimitiera.
Había que sacarlo a como diera lugar, costará lo que costará, sobre todo después de que políticamente los imberbes operadores políticos gubernamentales (léase: César Raúl Ojeda Zubieta y Rafael Abner Balboa Sánchez) habían fracasado, y legalmente el asunto estaba entrampado, iba para largo.
Más aún cuando mediática y políticamente habían perdido la disputa, pues el dilapidado ex titular del OSFE fue más hábil, sagaz y astuto que los ineficientes e ineficaces encargados de instrumentar, operar y ejecutar la salida del cercanísimo ex colaborador del ex subsecretario de Gobernación priista, Arturo Núñez Jiménez.
Tal y como resultó finalmente, pues quiérase o no reconocer, Francisco Rullán Silva se fue: “…loco de contento con su cargamento…”, y jurídicamente blindado.
No sólo no lo pudieron echar a patadas del Congreso, como era la pretensión inicial de los “nuñistas”, “focilistas” y “andresmanuelistas”, sino que se salió con la suya. En pocas palabras, dobló a todo el aparato gubernamental.
Ni en los peores escenarios políticos se imaginaron que el ex funcionario cameral los venciera políticamente en cuestiones de semanas.
No es una victoria pírrica a como muchos suponen, sino uno de esos triunfos que pasan a la historia por el tamaño del enemigo que venció. Derrota que puede significar el golpe de timón para enderezar el barco que continúa a la deriva. Si no, al tiempo.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Hoy por la mañana el ex subsecretario de Gobierno y ex secretario particular del ex tinto gobernador, Salvador Neme Castillo, Hernán Barrueta García, tomará posición en la delegación de la recién creada secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
Otro tabasqueño más que se suma a la camada de destacados priistas que han sido nombrados en las últimas semanas por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Sin lugar a dudas su nombramiento levantará comentarios de todo tipo, más aún cuando está plenamente identificado con la familia Neme, pues a diferencia de muchos de los ex colaboradores del ex mandatario, fue de los pocos que siempre fueron leales.
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