Publicado en el Diario de la Tarde
* JUANITA
La desaparición de Juanita, la anciana habitante de la “Casa del Árbol”, que ya tiene sus días y meses, que suman años que se extravío y, de la cual aún no se sabe su paradero y las autoridades y organismos responsables no dicen absolutamente nada. Hecho preocupante, penoso e indignante.
Del tema de los adultos mayores sólo se ocupan cada año cuando se promociona por medio de la publicidad el día designado para “festejarlo”.
No es asignando un día del calendario como: día del abuelo o del adulto mayor, como se resolverán los problemas y carencias que sufren nuestros ancianos hoy día.
Los asilos de ancianos, casas de atención para adultos mayores o estancias de día, son sitios diseñados para la atención y cuidado precisamente de los ancianos que no cuentan con familiares que los puedan atender o que no tiene las condiciones para poder hacerlo.
Esa necesidad de servicio es lo que lleva a los gobiernos, instituciones humanitarias o particulares a crear esos espacios de atención. En estas instituciones se supone que los adultos mayores son cuidados, atendidos en sus necesidades y vigilados para evitar se lastimen o pierdan.
Las personas de edad avanzada presentan la mayoría de las veces componentes de comportamiento problemático lo que obliga a una atención permanente y especializada que muchas veces el familiar no puede dársela por factores como: tener que trabajar, ser también un adulto mayor, tener una enfermedad o discapacidad, en fin; lo que obliga la mayoría de las veces a llevar a sus “viejos” a esos centros.
Lo sucedido con Juanita, enciende la alerta roja tanto para autoridades responsables de la institución como para la ciudadanía; ¡no puede ser posible tanto abandono y olvido de los abuelos! Además de la responsabilidad que tiene el personal de la Casa del Árbol, que por no realizar a conciencia sus labores Juanita se les extravío y, los ciudadanos están muy “conchudos” esperando que la encuentren.
En el cuidado y seguridad de los miembros de una sociedad todos somos responsables; las autoridades de crear los espacios y dar la atención especializada y la sociedad en general de coadyuvar en la tarea de su cuidado y vigilancia de que los responsables cumplan.
¡Ojalá! Que aparezca doña Juanita, y que sea sana y salva.
PIQUETITO.- Los pleitos al interior del PRI, por las dirigencias de los sectores que son su fuerza y controlan el voto duro del partidazo, demuestran que no existe liderazgo, ni control político.
Comentarios al correo: osoriobroca@yahoo.com.mx
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