(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Ningún país está libre de 'revolución'
Hoy es España la que está dando la nota internacio- nal. Antes de ella quienes llamaron la atención del mundo fueron Egipto, Túnez, Libia y otros paí- ses de Africa y del Medio Oriente. Las anteriores "revoluciones" ciertamente fueron en contra de los tiranos (y en no pocos casos de quienes ya no servían --se dijo-- intereses de los Estados Unidos). La española, no obstan- te, no es en contra de ninguna ti- ranía, salvo, quizá, la de los ban- queros, la de los políticos, la del desempleo, la del bipartidismo, la del sistema, la de la falta de oportunidades para los jóvenes. Quizá la "revolución espa- ñola" y las revoluciones árabes y africanas sean muy distintas (aunque tal vez tengan muchos puntos en común). Todas ellas; sin embargo, son producto de la inconformidad social en esos países, del deseo de cambio, del impulso de las juventudes, y han surgido casi sin esperarse y sin ningún líder que las encabece. "Hace cuatro meses en Espa- ña no pasaba nada", diría por te- levisión un comentarista español. Y en efecto así fue, como en Libia, en Egipto, en Túnez, donde casi mágicamente salió la gente a la calle por miles para hacer notar su inconformidad con el estado de cosas y su demanda de cambio social, político, económico. Lo que no se veía se vio de re- pente; lo que no se percibía hizo explosión casi por arte de magia. Todos estos países se convulsiona- ron de pronto, unos con muertos y heridos, otros --como es el caso de España-- sin violencia, pacífi ca- mente. Y es que hay --digámoslo así-- un malestar universal, sote- rrado, pero que en cualquier mo- mento puede hacer erupción. Al principio se diría que ello solamente ocurría en el Africa y el Medio Oriente, no en Europa. El cálculo, sin embargo, fue erró- neo, porque ya está sucedien- do en esta porción del planeta. ¿Quién dice que esto no habría de suceder en otros países, en Estados Unidos, en México mis- mo? ¿O a poco aquí estamos cu- rados de espantos? En México hay una gran in- conformidad social, controlada, sí, si se quiere, pero es que es cal- do de cultivo para que cosas así --con la magia del Twitter y sin lí- deres visibles o tradicionales-- de un día para otro exploten. ¿Quién podría asegurar que no en esta- dos de la República están latentes condiciones para que algo así se dé casi de la noche a la mañana? México debe mirar hacia España poner sus barbas a remojar, por- que nada de lo que allí ocurra --o en otras partes del mundo-- le es ajeno. Estas "revoluciones" de hoy --como aquella del 68 que no se redujo solamente a Francia-- pueden alcanzar a muchos paí- ses; a México entre ellos.
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