miércoles, 25 de mayo de 2011

Heraldo Político: Juan Ochoa Vidal / Columna / May 25

(Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco)

Calderón: la desconfianza

La información precisa proporcionada por Rafael González Lastra no deja margen de duda en cuanto a la determinación que no podría ser sólo de la administración estatal, sino que corresponde a una línea de acción federal:

“Llegó apoyo de las fuerzas federales. Ya están aquí elementos que envió la comandancia de la región militar de Chiapas y estamos trabajando en el esquema de coordinación. Son poco más de cien elementos, aunque el señor gobernador prosigue en esos trámites para que lleguen a Tabasco más y tengamos las respuestas más contundentes”.

Sí: llegaron más militares, para fortalecer los esfuerzos coordinados de las fuerzas de seguridad, federales, estatales y municipales.

Algunas personas opinan que involucrar a militares en tareas policiacas no es lo más adecuado. Sin embargo, la realidad se impone. O, ¿tienen acaso las corporaciones policiales la suficiente capacidad para combatir y confrontar solas el fenómeno delictivo? Y eso sin tomar en cuenta la infiltración que allí ha habido. En las últimas horas, en una localidad del centro del país, se hizo el hallazgo de un misil tierra-aire en manos de delincuentes.

Sí. Debemos admitirlo. En lo personal desde siempre nos molesta, por ejemplo, tener que pasar por un retén carretero establecido por militares. Pero ya no queda de otra. Al menos durante un buen rato.

La sociedad entera está exigiéndole al Estado que emplee toda su fuerza, toda su capacidad, para ponerle fin a los secuestros, a las matanzas, a los robos. Ya no queremos vivir ni un solo minuto en la zozobra. Somos un pueblo alegre, despreocupado, amigable.

Empero, para que las autoridades cumplan su tarea, tenemos que aceptar que la situación llegó a un punto en que se debe recurrir a todo medio posible, legal, constitucional, razonable, para que se garantice la seguridad de todos; para que no haya impunidad, para que predomine la tranquilidad.

Conviene, asimismo, que valoremos lo que, pese a todo, se tiene. Es cierto que existen serios problemas en Tabasco en materia de seguridad. Pero volteemos la mirada hacia Tamaulipas, Nuevo León, Distrito Federal, Durango, Chihuahua, Guerrero, Michoacán, etcétera. De lo que se trata, precisamente, es de evitar que la situación aquí se agrave.

En Tabasco, pese a todo, podemos andar en la calle con la relativa tranquilidad que no tienen ya los regiomontanos. Y ni se diga de Ciudad Victoria o Reynosa. O Ciudad Juárez y Torreón.

En este contexto, queremos compartir con los lectores –a la espera de que cada quien opine lo que considere conveniente- parte de un discurso que pronunció ayer el Presidente Felipe Calderón, durante el cual mayormente refiere bondades de su gobierno en estos cuatro años y medio.

Sucedió durante el Encuentro Empresarial con la Colectividad Hispano Mexicana. Lo que primeramente expresó, en materia económica, obviamente no corresponde a lo que los ciudadanos comunes y corrientes percibimos en carne propia: el Presidente nos pone en las nubes, en algunos rubros por encima de China o Brasil.

Dicho esto, se justifica en materia de seguridad y justicia. Dice que, desde luego, en el balance también hay problemas y desafíos.

“No sólo estamos enfrentando a la criminalidad con fuerza, con determinación, con firmeza, sino que también estamos haciendo algo indispensable, algo que quizá tardamos mucho en hacerlo, y que es construir o reconstruir, no sólo a nivel federal, sino empujando a los estados a que construyan o reconstruyan sus instituciones de seguridad y de procuración de justicia.

“Por eso es vital –puntualiza Calderón- que en México nos pongamos todos como meta el tener policías renovadas, confiables, creíbles, verdaderamente capaces, técnicamente probadas. Y tenerlas no sólo nivel federal, donde estamos haciendo un esfuerzo significativo con la Policía Federal, sino tenerlas también en cada uno de los estados”.

Y, acto seguido, formula el señalamiento: hacen falta, en las entidades federativas, “tener Procuradurías de Justicia también confiables”. No menciona al aparato judicial federal.

Acusa Felipe Calderón:

“¿Por qué razón la gente no confía en las policías? ¿Por qué razón la gente no confía en la administración de justicia? Porque sabe, lo intuye, lo ha vivido, lo ha palpado: hay cadenas de complicidad o, por lo menos, de cobertura y corrupción que han minado verdaderamente la fortaleza de nuestras instituciones.

“¿Nosotros qué estamos haciendo? Estamos trabajando, sí, en el corto plazo, enfrentando a la criminalidad, enfrentándola con toda la fuerza del Estado; enfrentándola con Marina, con Ejército, con Policía Federal; pero al mismo tiempo reclutando nuevos policías, pasándole examen de control de confianza a los más altos mandos a nivel federal; forzando a que también se revisen los más altos mandos a nivel local; a que cada entidad y en cada dependencia haya Centros de Control de Confianza que revisen a todos sus integrantes, y todos los mexicanos confiemos en que hay, verdaderamente, policías confiables y procuradurías confiables.

“Ojalá también lo haya, también en el Poder Judicial, un esfuerzo similar para que haya, con toda certeza, jueces confiables”, subrayó el Presidente.

“¿Cuándo daremos por lograda la victoria en este esfuerzo tan importante para los mexicanos? Yo suelo decir una cosa: el día en que en México haya 32 policías confiables y capaces, bien pagadas, una por cada entidad de la república, y 32 procuradurías de Justicia igualmente capaces y confiables, ese día México será el México seguro, el México al que todos aspiramos”.

Lo que usted diga, lector.

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