LA POSTA
- CLAMOR EN EL PANTANO
Juan José Sánchez Gálvez
FOTO: Redes Sociales
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| Norma Sarabia Garduza |
VIERNES SOCIAL. Como decía la tía Canuta, antes del “acabe” veremos cosas muy raras en el mundo y peor en México dónde el surrealismo se quedó a vivir. Hace seis meses el presidente Andrés Manuel López Obrador no tenía contrapeso a su poder presidencial, pero, al inicio de junio le salió un contrapeso tamaño caguama: el presidente de EU, Donald Trump. Los analistas orgánicos machacaron con el problema que representaba un poder presidencial sin contrapesos pues podría hacer y deshacer sin pedirle permiso a nadie. Aquí dije que eso se necesitaba para componer el desbarajuste que dejaron más de 30 años de malos gobiernos seguidos, y muy ingenuo comenté que el contrapeso natural para atajar los excesos del presidente era la prensa, como se acostumbra en otros países. Pordiositosanto.
UN DERECHO REPOSADO. Me equivoqué, pues la prensa como contrapeso la deshizo el presidente al echarle la culpa de todo lo malo a los periodistas, sean chicos o sean grandes, desde el más modesto reportero de la calle, hasta el más encumbrado conductor de televisión, todos tratan de joder a la 4T con sus notas y opiniones, pregona. Para acabarla, agarró dormidos a los directivos y reporteros de la fuente de presidencia con “las mañaneras” quitándoles la intención de investigar y de buscar la noticia. Nuestro querido paisano se la llevaba a toda madre sin contrapesos hasta que apareció esa conduerma gringa llamada Trump, quien, con la amenaza de los aranceles, desarticuló a la 4T. Pero, volviendo al tema.
PEGA DURO EL MEZCAL. Nuestra única arma es el lápiz y el papel decían los periodistas de la vieja guardia antes de que se inventara la computadora, la internet, los celulares, las redes sociales. Si las propias autoridades fomentan el odio hacía los periodistas, no hay mucho que hacer para proteger nuestra actividad pues nos tasan a todos como un mal social. No siempre fui columnista. Inicié reporteando en las calles, compartiendo con mis compañeros reporteros y fotógrafos las carreras y los desprecios de los funcionarios que nos tocan como fuente informativa; esos que cuando no tienen cargo nos saludan y cuando lo alcanzan, nos rechazan, se vuelven intocables y se encierran en una burbuja de vanidades.
LA CAMINERA. Hay fuentes noticiosas accesibles y otras muy complejas y peligrosas, como la policiaca, el lado oscuro de la justicia. Cubriendo esa fuente andaba Norma Sarabia Garduza, reportera de nota roja de muchos años en la Chontalpa quien fue asesinada esta semana. El clamor general del gremio es que se haga justicia y se proteja la actividad de los periodistas en Tabasco y en el país. La mera verdad, no veo que se tenga la menor intención de proteger una actividad a la que se han esmerado en denostar. Es clamar en el desierto, o, en el pantano. Sea por Dios.
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