Armagedón
“El pueblo de la tierra usaba de opresión al afligido y al extranjero oprimía sin derecho...”
Ezequiel 22:29
Carta al inmigrante…
Alfredo A. Calderón
A raíz de la portada de ayer de esta mi casa editorial, se me antojó hacerle una carta al inmigrante, para que tenga idea de lo que le espera en este camino al pretorio. Va. Estimado inmigrante bien nacido: tú que dejaste atrás a tu familia, a decenas de amigos y amigas, a tu tierra que te vio nacer y a la que quieres y sientes nostalgia por haber salido de ahí, pero que lo tuviste que hacer porque no te dio la oportunidad ni los medio para ganarte el pan cerca de los tuyos. Tú que estas llegando para atravesar nuestra amada tierra agua de Tabasco con la esperanza de encontrar un trabajo en la refinería Dos Bocas o el Tren Maya, que piensas que todo gira en partirte la espalda para salir adelante y estar en condiciones de mandar algo de dinero –bien ganado- a los tuyos; porque en tu tierra te negaste a plantar veneno, pero que vienes a toparte con una realidad peor de la que estabas y al final lo mas que vas a ganar es adquirir un semáforo para mendigar.
En cambio tu mi estimado salvadoreño, hondureño o guatemalteco, mi Mara Salvatrucha lleno de tatuajes que piensas atravesar Tabasco, no tomes la decisión fallida de pensar en quedarte para formar una banda o pandilla, para tomar un callejón oscuro para asaltar a alguien porque nadie te dio el trabajo que estabas esperanzado a lograr ¿Sabes que si por hambre te agarran asaltando –aunque sea la primera vez que lo hagas en tu vida- la gente que ésta harta de tantos asaltos aquí en Tabasco te van amarrar de pies y manos y mínimo te van a linchar o te van a dar una buena tanda de 40 tablazos en las nalgas hasta reventarlas. No estás en tu tierra donde infundes terror, mínimo te van a pintar con pintura fosforescente para que brilles y brilles en la noche por donde quiera que vayas y sea más fácil dar contigo; cierto es que aquí te van a defender los derechos humanos, pero para cuando lleguen a donde estés, ya te van a encontrar listo para ser deportado a tu país. No tenemos nada contra ti, sólo queremos que no sufras sin necesidad.
Tú inmigrante que vienes en son de paz, porque eres mujer u hombre de bien que piensas nada más pasar por Tabasco porque estás desesperado por llegar a la frontera norte y pasar a los estados Unidos para lograr el sueño americano, debes pensarlo dos veces, Donald Trump no te quiere; es más, te odia ¿Sabes que te quiere colgar un arete en la oreja, un distintivo, una placa de identificación en el pecho para que no consigas mezclarte con ellos o escaparte al largo brazo de la border patrol? Nadie entiende porque en los Estados Unidos te quieren tratar como un vulgar delincuente cuando tú lo único que quieres es ir a trabajar en la pisca (mano de obra barata, pues) Entiende hermano inmigrante, hay una gran campaña de odio en tu contra en la frontera con los Estados Unidos, allá los gobernadores aunque los mires gueros, con ojitos azules y sonrían no piensan en darte nunca derechos humanos, menos servicios de salud o educación para tus hijos –para nada- te van a deportar a la frontera con México.
Y luego hermano, de este lado de la frontera, las cosas no te van a pintar mejor, aunque haya hecho muchos convenios, no puedes beber agua de una piedra, en las ciudades de este lado de la frontera norte no llueve Maná del cielo, ahí están los narcos que necesitan mano de obra barata, tu fuerza de trabajo hundida en los negocios de la droga –lo que no quisiste hacer en tu país- vas a tener que escoger entre hundirte en el lado oscuro de la fuerza, en una cadena de inmundicias y atrocidades que le darán un color que no quieres conocer a la vida de tus hijos y familia o tener que regresar, huir por tu vida a tu país, desear con toda tu alma que te deporten para que cuando menos el boleto de regreso sea gratis ¿No será hermano inmigrante que por todas estas cosas a ti no te queda más remedio que regresar a trabajar de lo que sea a tu país? Por eso, por todo lo que viene es que pensé en escribir esta carta al inmigrante…
*EL SEPTIMO SELLO*
Te escribí esta misiva sin que haya xenofobia, sólo que no tiene caso que sufras…
*LA SEPTIMA TROMPETA*
La Comisión de Derechos Humanos sabe que no existen derechos humanos. También puede revisar esta columna en el portal http://www.elimparcialdetabasco.com/. A sus órdenes al teléfono 9931925625.
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