Gabinete I
…aconséjoos
que nunca dejéis
de hacerlo por miedo a lo que las gentes puedan decir de ello. Don
Juan Manuel / El conde Lucanor
El amplio compás de espera entre la elección
de Arturo Núñez Jiménez como gobernador de Tabasco y su asunción al poder, ha
desatado los demonios del vaticinio, la gabinetitis, las ambiciones de unos y
los “buenos deseos” de otros en el afán de que el cuerpo de colaboradores del
próximo mandatario se acomode más a sus intereses particulares que al bien de
la entidad.
Si todo lo que pasa estas horas mueve a risa
por la desesperación en unos y otros, hasta las opiniones periodísticas —que no
son consejos ni buenas intenciones— pueden acomodarse a la obra del nieto de
Fernando III, el Santo, y sobrino de
Alfonso X, el Sabio.
Una de esas historias del libro, viejo cuento
muchas veces citado, es la del padre e hijo que viajan rumbo al mercado, con
una bestia descargada que serviría para regresar cargando las mercancías. En el
camino encuentran a quienes les opinan que el viejo debía ir a caballo. Más
tarde recriminan al padre por llevar a pie al mozo y, cuando ambos viajan sobre
el animal, no falta quien les reprocha que en tal forma cansen al cuadrúpedo.
Patronio, que tal es el consejero del conde
Lucanor, aprovecha la narración para decirle que “sólo lo malo no deberás hacer nunca, pero jamás dejes de obrar por
miedo a lo que las gentes digan, pues las gentes hablan según lo que ellas
quieren, no según lo que a ti te convenga”.
Le explica: “Ahora bien, señor conde Lucanor, esto que me decís que queréis hacer y
que receláis hacerlo por miedo a que las gentes os critiquen, y que si no lo
hacéis vos, lo harán ellos; ya que me pedís consejo, este es el que os doy: que
antes de comenzar el hecho penséis el pro y el contra que de él se os pueda
seguir y que no os fiéis sólo de vuestro criterio; ni os dejéis engañar de
vuestra voluntad, aconsejándoos siempre de hombres sabios, prudentes y leales”.
Y agrega: “Y
si tal consejero no hallareis, no os lancéis apresuradamente a hacer lo que
tuviereis que hacer, por lo menos hasta pasado un día con su noche si fuere
cosa que no se pierde porque la retraséis. Y después de observar estas reglas
de conducta en lo que tuviereis que hacer, y hallareis que es cosa buena y que
puede redundar en vuestro provecho, aconséjoos
que nunca dejéis de hacerlo por miedo a lo que la gente pueda decir de
ello”.
Si bien en lo de Tabasco el columnista no es
Patronio, ni Petronio, ni Patroclo, y el conde es otro, no el gobernador
electo; y si tampoco el espacio periodístico pretende ser espacio para
aconsejar sino para el análisis, en esta primer entrega sobre el tema debe
quedar claro que cualesquiera propuesta o consejos, cualquier acto de sibila de
Cumas de la política, sobra cuando se entiende que el que delegará funciones
constitucionalmente es Arturo Núñez, el político tabasqueño que llega con más
tiempo en la actividad política al gobierno de Tabasco, superando al propio
Leandro Rovirosa Wade que cuando asumió la gubernatura tenía 34 años de
político.
Núñez se inició, en 1971, con Mario Trujillo y
se ha mantenido siempre activo por más de 41 años, según las cuentas de este
columnista. Con otra ventaja: ha estado en cargos de gran importancia en la
administración federal y de elección, también federal.
Si de algo sirve esto del tiempo puede verse
en los gobernadores como el propio Mario Trujillo, que llegó con 28 años de
actividad en la política; Enrique González Pedrero, con 24 años de político; y
Salvador Neme, con 31.
Y para integrar su equipo algo se debe
aprender en la política partidista, en la administración pública y en los
cargos de elección, como para que a un gitano quieran tirarle las cartas o
decirle la buenaventura.
Independientemente que, como lo hizo Mario
Trujillo, el nuevo gobernador puede crear una nueva escuela política con los
jóvenes que ha conocido en su carrera político-administrativa, también puede
integrar a quienes con él han colaborado en esos cargos, amén de aprovechar la
experiencia, la capacidad, de otros políticos.
Nunca, en otros regimenes de otros partidos
—con Arturo Núñez el PRD logra por primera vez la gubernatura— los gabinetes se
forman únicamente con los amigos, con los políticos cercanos al gobernador. Si
bien la cercanía es necesaria, no se sustituye a quien es un activo en la
política o en la administración. Se escoge, entre dos capaces, al amigo, eso
sí.
Respecto a la militancia partidista, esto es
algo inédito. Mas debe entenderse que en la formación de la clase política el
PRI lleva la ventaja de haber gobernado por más de siete décadas. El mismo
Arturo Núñez debió llegar a la gubernatura por ese partido, si no se le hubiera
traicionado desde el mismo poder, si no se le hubiese interpuesto en su camino
Roberto Madrazo. La historia y este
análisis continúa.
LADO CLARO
Arturo Núñez es quien tendrá las facultades
que el pueblo le ha otorgado por el voto. Y el que las delegará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.