(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Proyecto de reforma Electoral: sus alcances.
La verdad sea dicha, mientras a nivel local se intenta en algunos rumbos, dar sentido a la alta política, para atender puntualmente los requerimientos sociales, el reflejo que dejan las tareas en el Congreso de la Unión es de desilusión. Se anunció, como puerta a la situación política -controvertida y sin ruta clara- la construcción de una Reforma de altos vuelos, que pusiera a tiempo el reloj de la transformación del país, a partir de las acciones de sus mujeres y hombres en el poder, en corresponsabilidad con la sociedad organizada. Pero los desencuentros se multiplican.
Al término del período ordinario del Congreso, poco o nada de cambio real a la legislación nacional se logró, respecto a la tan cacareada Reforma política. Apenas si el Senado completó un proyecto, que se quedó en el limbo para otra oportunidad. Allí vienen diversas propuestas –que pasarán el filtro de los “padres conscriptos” y probablemente de académicos, intelectuales y grupos organizados de la sociedad- para definirle ruta clara de objetivos político-sociales, que den el paso preciso al Rumbo Político que se requiere en la hora actual: Sistema de partidos, con ideas y corrientes que cooperen a rehacer la visión cósmica de la nación, a medio y largo plazo, con la mira precisa de atender necesidades ingentes de los mexicanos para un mejor nivel de vida.
La esencia de lo propuesto por el Senado se resume así: reelección consecutiva (un periodo para senadores, dos para diputados federales y locales). La iniciativa ciudadana; la consulta popular; el referendo y candidaturas independientes. Se abre una puerta al Ejecutivo Federal con la figura de la “iniciativa preferente”, que le otorga ese derecho para dos propuestas, cada periodo ordinario de sesiones. Visto el proyecto de ese modo, suena interesante, hay pasos que urgían, pero quedan huecos importantes y se presenta lo acordado, con candados cargados. Veamos.
Seguramente los diputados, como representantes populares, verán en profundidad y con opinión ciudadana, aquello que podría faltar para una reforma integral, que de impulso a la democracia y ponga los partidos en el tema de la recuperación de su doctrina, sus valores, que no pueden ser otros que aquellos –acorde con su ideología histórica- que impulsen por rumbos específicos de cada formación política, la construcción de un país próspero, equitativo en el reparto de la riqueza y soberano en sus relaciones externas.
Allí concluirán acerca de la fórmula adecuada para el subsidio a partidos, a fin de que no sean botín -en algunos casos- para grupos internos que impiden su evolución y modernización, oponiéndose a la participación de nuevos grupos de jóvenes y mujeres. También habrá que revisar la conveniencia de mantener o no, el número de senadores y diputados, retornando a las características originales de la composición del Congreso, que representaba, en sus partes, diputados, al pueblo y a los estados de la Federación, los senadores. Un punto sensible y no definido es el de la extensión de mandato para presidentes municipales y su reelección. Sin duda, las alcaldías son el orden de gobierno mas sensible, por su cercanía plena a la sociedad. Allí se generan los mayores problemas de toda índole y es además, el sitio en que se puede iniciar una tarea puntual de gobierno, para recuperar credibilidad en el Sistema de Partidos y las políticas gubernamentales.
Respecto a formas de participación directa, el proyecto de Ley trae candados, que requerirán ajustes. La consulta popular (a propuesta del 2% de ciudadanos –un millón quinientos mil con credencial de elector- con la aprobación y convocatoria del Congreso de la Unión, tras ser revisada por la Suprema Corte de Justicia para verificar su constitucionalidad). La iniciativa ciudadana propuesta por 0.25% de firmas del listado nominal (más de 200 mil ciudadanos). Las candidaturas independientes se quedan en el aire, al enviarlas a regulación posterior, “cuando San Juan baje el dedo”.
Otros temas, tal vez por controvertidos, se soslayaron. Anotemos: la figura de mayorías legislativas, que cooperaría a generar consensos en las cámaras; la reingeniería de la integración del Congreso de la Unión; la utilización por partidos y candidatos, de tiempos de radio y televisión, que dejan fuera la perspectiva de debates para la defensa real de posturas frente a la sociedad.
Un ajuste profundo a la legislación electoral, llevaría a los partidos a fortalecer una real democracia interna, cuyo eje se mueve, en su mayor o menor relación de entendimiento, con el ciudadano organizado. Una clara relación corresponsable, entre sociedad política y sociedad civil, es el camino para levantar la aceptación ciudadana de los partidos, algunos gobiernos y los órganos electorales en todas instancias. El retraso en la nominación de los tres consejeros del Consejo General del IFE, además de que deja cojo al organismo máximo electoral del país, resta credibilidad hacia el Congreso y debilita las determinaciones para el proceso electoral que se avecina.
Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com Puebla, Pue. 1º mayo-2011.
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