(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
Sacrificó su vida por su familia
El homicidio del médico Rubén Padrón Magaña sacude a la opinión pública porque era un hombre recto, dedicado a su profesión y al servicio público, y porque el hecho demuestra de manera fehaciente que hoy todos vivimos en el filo de la navaja: todos, en todos los estratos sociales.
Hace poco menos de un mes, un importante ganadero de Vernet, Macuspana, quien toda su vida ha vivido con sencillez, ni remotamente cercano él y sus hijos a expresión alguna de ostentación, permaneció secuestrado durante más de diez días y, por suerte, hoy ya está de regreso en su casa luego de pagar 14 millones de pesos.
Apenas la noche del lunes, un intendente de las oficinas centrales de la Procuraduría General de Justicia fue acribillado cuando se comía un perro caliente en un puesto callejero de la ciudad de Cárdenas, ya en cerca de su domicilio. De este caso se ignora el motivo, pero se sabe que se trató de una ejecución.
Un amigo radicado en Cunduacán, nos platicó que el miércoles de la semana pasada él vivió momentos de miedo cuando le pasó cerca una camioneta con placas de Tamaulipas, a bordo de la cual viajaban dos individuos con apariencia de militares o quizá más bien ex militares, vestidos de civil, ambos de negro. ¿Se percatarían de algo de eso la policía del municipio o los militares del retén de Cumuapa?
Empero, no debemos incurrir en el error de pensar que esto está sucediendo sólo en Tabasco. Pasa en todo México, en mayor o menor medida. Tamaulipas, Chihuahua, Veracruz, Nuevo León, Coahuila, Morelos, Guerrero, entre otros muchos estados, son imperio del terror.
Algunas personas nos han comentado que en Chiapas no se percibe la incidencia delictiva como aquí. Pudiese ser así. Pero hacia el sur, Guatemala, El Salvador, Honduras y muchos otros países que se habían pacificado relativamente, de nuevo padecen asaltos a autobuses, secuestros, asesinatos a plena luz del día, y desde luego también narcomenudeo proliferante.
Debemos reconocer que a diario, también, en Tabasco y otros estados se informa de acciones en contra de bandas criminales, si bien en todos lados muchos ciudadanos tienen la impresión de que las autoridades han sido rebasadas por el fenómeno delictivo.
No deja de sorprender cómo es que en ciudades como Monterrey o Ciudad Juárez los criminales poseen plena capacidad para enfrentarse a las Fuerzas Armadas y combatirlas mediante armamento pesado. Hace pocos días, el Palacio Municipal de Saltillo recibió impactos de granada, en un escenario que pareciera sacado de Irak.
No pretendemos, desde luego, minimizar el caso que nos ocupa: la muerte de un hombre que tuvo el valor, la determinación, de enfrentarse a criminales en defensa de su familia. Y antes que eso, el médico tuvo además el valor de desafiar al orden establecido y arriesgarse a ser encarcelado por poseer un arma de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
¿Será acaso que todos y cada uno de nosotros vamos a tener que seguir ese ejemplo y armarnos?
Ya se vio, por otra parte, qué tanta utilidad puede tener la posesión de una pistola de nueve milímetros, si se enfrenta uno a criminales acostumbrados, tal vez capacitados militarmente para disparar con efectividad, sin titubeo alguno. Pero, ¿qué hacemos entonces?
Sabemos de amigos que han solicitado autorización a la milicia para adquirir armas. Aunque la legislación al respecto se reformó en fecha reciente, en los hechos es casi imposible conseguir la autorización.
Usted, lector, podrá estar o no de acuerdo con el uso de armas, así como también existe una controversia insalvable con relación a la pena de muerte. Está en su derecho de pensar como quiera. Es respetable.
En cuanto a este asesinato, cabe esperar que pronto las autoridades encuentren a los asesinos y se les aplique, con celeridad, el castigo máximo.
Sí nos parece –si se nos permite dar nuestra modesta opinión al respecto- que no se vale que de inmediato surjan voces que quieren politizar el asunto: sacar ventaja de ello. Estamos ante una problemática de inseguridad sumamente compleja, de muchas vertientes.
Nuestra admiración para el doctor Rubén Padrón Magaña. Quizá, con su sacrificio, salvó la vida a sus familiares. Descanse en paz.
De los apuntes
Mediante una velada cultural se celebró la noche del martes el aniversario 214 de la fundación de la ciudad de Cárdenas. En esa pujante cabecera municipal se realizó ayer una reunión de autoridades e integrantes del Consejo Coordinador Empresarial, durante la cual el alcalde Nelson Pérez García informó acerca de la realización de un estudio de factibilidad para la posible creación y operación de un parque agroindustrial que beneficiaría a empresarios locales y de las ciudades vecinas de Tabasco, Chiapas y Veracruz. Adelantó que ya existe la propuesta de un terreno sobre el tramo carretero Coatzacoalcos-Cárdenas***** Se rompieron las alianzas PRD-PAN en Coahuila, Nayarit y Estado de México, pero en Hidalgo los acuerdos en tal sentido están en firme. Curiosamente, en esa última entidad el presidente del municipio de Zimapán, José María Lozano, anunció ayer que renuncia a su militancia en el PRD y asegura que se lleva consigo a no menos de dos mil militantes, enojados todos ellos porque ese instituto postuló para la sucesión en la alcaldía a un perredista que no es de su agrado. ¿Cómo ve?***** El Premio Nobel de la Paz, Barack Obama, reconoció que Osama Bin Laden fue ejecutado sin más ni más, y niega siquiera divulgar fotos. En Estados Unidos los potenciales electores pasan así de la euforia y los vítores, a la franca duda: ¿hubo engaño?
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