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Reza el Papa por la protección de toda vida humana
Publicado en Grupo Fórmula / 28 de Noviembre, 2010

"Junto a María, que ha esperado con amor el nacimiento del niño divino, perseveremos en la oración, agradeciendo a Dios por el don de la vida, pidiéndole protección sobre toda existencia humana", dijo al bendecir con el Angelus a varios miles de personas en la Plaza de San Pedro.

Ciudad del Vaticano.- El Papa Benedicto XVI rezó hoy por la protección de toda vida humana, al iniciar el tiempo católico de preparación para la Navidad y luego de defender, la víspera en una vigilia, el derecho a nacer de todos los embriones.

"Junto a María, que ha esperado con amor el nacimiento del niño divino, perseveremos en la oración, agradeciendo a Dios por el don de la vida, pidiéndole protección sobre toda existencia humana", dijo al bendecir con el Angelus a varios miles de personas en la Plaza de San Pedro.

Apenas ayer, durante una ceremonia en la Basílica vaticana, el pontífice exigió a gobernantes y medios de comunicación del mundo más respeto por la vida humana en todas sus etapas y aseguró que el embrión "no es un cúmulo de materia".

"Toda una vida tiene una dignidad altísima, incomparable. (...) La Iglesia continuamente sostiene cuanto ha declarado el Concilio Vaticano II contra el aborto y toda violación de la vida naciente: una vez concebida, debe ser protegida con el máximo cuidado", apuntó.

En su mensaje durante el Angelus de este día Benedicto XVI reflexionó sobre la espera del ser humano con motivo del inicio del Adviento, el tiempo litúrgico de preparación para la Navidad.

Según el Papa se podría decir que el hombre está vivo mientras espera, mientras en su corazón está viva la esperanza y de sus expectativas el hombre se reconoce porque la "estatura moral y espiritual" se puede medir de aquello que esperamos.

"Por lo tanto cada uno de nosotros, especialmente en este tiempo que nos prepara a la Navidad, puede preguntarse: ¿yo qué espero? ¿A qué cosa, en este momento de mi vida, se inclina mi corazón?", cuestionó.

Añadió que estas preguntas son válidas también a nivel de familia, de comunidad, de nación. "¿Qué cosa esperamos, juntos? ¿Qué cosa une nuestras aspiraciones, que cosa nos vincula?", abundó.

El obispo de Roma auguró que el futuro del mundo puede convertirse en la civilización del amor y de la vida además de bendecir a todos los padres en espera de hijos.

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