Tabasco, cuando el futuro nos alcance
En el 2006, el estado de Tabasco presentaba ya un serio deterioro económico, gubernamental, social y ambiental. Sin prosperidad de por medio, el estado permanece hasta la fecha, aquejado por múltiples factores que complican la vida en el denominado edén del trópico.
Por años la economía se sostuvo de la actividad petrolera y de la administración del gobierno, a tal grado que ambos sectores como grandes empleadores, llegaron a ser rebasados por la demanda de los tabasqueños.
Al paso del tiempo la paraestatal Petróleos Mexicanos, engendró una élite de poder y corrupción, lo que derivó en relaciones tormentosas con el gobierno estatal y los municipales. Además de diversos enfrentamientos con los habitantes, por el deterioro ambiental, los daños a la salud y al patrimonio de miles de tabasqueños.
En tanto que el gobierno estatal llegó a convertirse en la burocracia más obesa del país al concentrar cerca de 50 mil empleados, lo que aunado a la corrupción y al saqueo sistemático, provocó el colapso financiero que actualmente vive la población de Tabasco.
Era lógico que ocurriera, la bomba le explotó al ahora ex gobernador Andrés Granier, que junto con sus colaboradores, poco lograron en la tarea de enderezar el rumbo hacia el éxito gubernamental y por el contrario, incurrieron en actos de corrupción, lo que aceleró la debacle actual.
Granier traicionó la confianza del electorado, porque hizo un gobierno de compadrazgos, complacencias, necedad, corrupción e impunidad. Por ello el cambio de gobierno que reclama una verdadera transformación en lo que Tabasco necesita.
El futuro alcanzó a Tabasco y lo sorprendió, porque ese tenía que ser el resultado ante la corrupción y la impunidad. Es urgente para los habitantes del estado, reinventarse de entre las cenizas; para recuperar la prosperidad que antaño vivieron sus padres y abuelos.
El reto debe ser por los tabasqueños de ahora y por las generaciones que vienen empujando fuerte. La idea será impulsar proyectos y acciones encaminadas al turismo, los servicios y el comercio, para salir de la burbuja que representa vivir del petróleo y el gobierno.
El futuro ya está aquí… es hora de trabajar de verdad para sacar a Tabasco de la vorágine en que lo convirtieron quienes juraron que lo amaban.
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