sábado, 26 de enero de 2013

TRANSPARENCIA POLÍTICA / Erwin Macario / Columna / Sebastián Lamoyi / Ene 26

Publicado en el Diario Rumbo Nuevo
erwinmacario@hotmail.com

Sebastián Lamoyi


Jesús se echó a llorar.
Los judíos entonces
decían: Mirad cómo le
quería. Juan 11.35-36

Bienaventurados los que duermen, y los que viven, en la amistad del Dios de su corazón. Bienaventurados  los que hacen de la amistad un estilo de vida. Ellos gozarán la paz eterna.

A uno de esos seres que han caminado haciendo amigos, acompañamos ayer para entregar su cuerpo material a la tierra y a despedirlo en su viaje al infinito, a integrarse al cósmico.

Muchas lágrimas lavaron el dolor mientras avivaban el recuerdo de los encuentros con Sebastián Lamoyi Ulín, un hombre que trascendió su generación al través de la amistad que cultivó no sólo con sus contemporáneos sino con otros tabasqueños que siempre le recordarán y, como el Cristo a Lázaro, verán levantarse y andar de nuevo, tal vez escucharle en la palabra amable que nunca utilizó para dañar a alguien, para avivar enconos, sino para sembrar concordia.

Ayer, en el Recinto Memorial,  junto con muchos de sus amigos, sus hijos le vieron partir y con una oración le entregaron en las manos de aquel que por amistad hacia Lázaro lloró su muerte e hizo el milagro de la resurrección.

El obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Tojas López, ofició la misa con la que fue despedido su cuerpo mortal y se le dio la bienvenida a la gloria de la vida eterna.

Era el mediodía y la capilla del cementerio estaba llena. La noche anterior, el jueves, los amigos que asistieron llenaron las salas del velatorio. Por ahí llegaron desde un humilde vendedor hasta el más importante de los políticos. Todos en torno a la amistad que don Sebastián sembró toda su vida, un legado a sus hijos que sintieron, y sentirán, el orgullo de un padre que les dejó la más grande fortuna que hombre alguno puede atesorar: los amigos.

La amistad. Un sentimiento que movió a Jesús a dar ejemplo de lo que puede significar. Así como alguien, a su llamado desde las aguas, deja la seguridad de la embarcación, Jesús siembra la esperanza de la resurrección ante el amigo muerto físicamente. “Esta enfermedad no es de muerte, sino para glorificar a Dios”, comentó con sus discípulos.

Y ya en Betania, —donde estaba muerto Lázaro y donde vivían sus hermanas María y Marta, aquella primera que fue la que en un acto de amor ungió a Jesús con perfume y le secó los pies con sus cabellos—, ante las palabras de Marta, que le dijo “Señor, si hubieras estado aquí mi hermano Lázaro no habría muerto”, le respondió que le resucitaría.

Hecho que hoy es la más bella promesa, la esperanza para los que en el camino de Jesús esperan. Esperanza en la que los hijos, los familiares y los amigos de Sebastián Lamoyi, despidieron ayer sólo el cuerpo físico del hombre que amaron y que les amó en esta vida.

Dice el Evangelio de San Juan: Había un enfermo llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de su hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro había enfermado. Entonces las hermanas le enviaron este recado:

    —Señor, tu amigo Lázaro a quien tanto amas, está enfermo.

    —Esta enfermedad no es de muerte, sino para glorificar al Hijo de Dios -comentó Jesús con sus Apóstoles.

    Pasados dos días les dijo que debían regresar a Judea porque  Lázaro había muerto.  Se pusieron en camino y cuando ya estaban cerca de Betania, Marta, que había sabido que llegaba Jesús, salió a su encuentro diciéndole.

    —Señor, si hubieras estado aquí mi hermano Lázaro no habría muerto...

    —Resucitaré a tu hermano —le prometió  Jesús.

Que ese Dios, como cada quien lo concibe y el Cristo, den la paz eterna al amigo con el que muchas veces comentamos el acontecer de Tabasco y del que recibimos el consejo de tolerancia y fraternidad que siempre mantuvo.

Que les dé la paz a sus hijos y toda su familia, que con él vivieron el amor que les queda como legado.

Así sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.