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¿El
naufragio?
¿Contar mentiras como ellos,
Estebanico? ¿Por qué no contamos la verdad?
Alvar Núñez Cabeza de Vaca / Película de Nicolás Echeverría
En el
PRI de Tabasco parece que viven el sueño de El Dorado, o al menos de las “17” —para estar ad hoc con el
tema— ciudades doradas de Cibola y la
Fuente de la Eterna
Juventud , que generaron las historias de la conquista y la
búsqueda de riquezas en América.
Nadie
parece querer decir la verdad, contar la verdad de lo que sucede no sólo con la
presunta candidatura a gobernador del ex presidente municipal Jesús Alí de la Torre , sino con las 17
alcaldías y las diputaciones locales. Amén de las curules y los escaños
tabasqueños en el Congreso de la
Unión.
Los
mismos sobrevivientes del naufragio en el CEN de ese partido parecen
enfrascados en dividirse un tesoro inexistente —las posiciones políticas— lo
que ha retrasado los acuerdos tomados entre los aspirantes a la candidatura y
la dirigencia nacional priísta, entiéndase el candidato nacional Enrique Peña
Nieto.
¿Por
qué no contamos la verdad?, debían decirse esos sobrevivientes de la sucesión
del 2012, muchos de los cuales ya están prestos a embarcarse en otras naves en
busca de los tesoros que la política a la mexicana y a la tabasqueña
significan.
En la
película Cabeza de Vaca, Echeverría
no sólo cuenta una versión no tan apegada al relato de Alvar Núñez Cabeza de
Vaca sobre la desastrosa expedición del capitán Pánfilo de Narváez, sino que
parece un intento por desmitificar la ambición que esos informes del tesorero
del rey Felipe II desató entre los españoles.
Pero
en Tabasco se insiste en mantener el sueño del poder. Cada quien se considera
con derecho de establecer gobernantes en las 17 ínsulas y colocar al mayor
número de diputados locales, en lo que no logran ponerse de acuerdo.
El
mismo Jesús Alí parece estar contribuyendo a que los acuerdos políticos, los
consensos, no se logren. Debe entender que estos no son tiempos del todo o
nada. ¿O sí?
Ya en
este espacio periodístico se contó la historia de cuando Mario Trujillo García
resultó candidato a gobernador a la muerte de Agapito Domínguez Canabal. Sin
esperar a que el partido realizara en Tabasco los actos oficiales para
legitimar la decisión tomada aquella vez por el candidato Luis Echeverría con
la anuencia del presidente Gustavo Díaz Ordaz, don Mario dio muestras de lo que
es un político y lo que significa una candidatura.
Vale
la pena recordar que los amigos de MTG querían calentarle la cabeza porque
Pascual Bellizzia Castañeda —sobreviviente de la debacle de don Agapito— había
sido propuesto en el acuerdo para que fuera senador.
Ante
las insistencias de que no debía permitir que un enemigo suyo como ese ocupara
el escaño, don Mario sólo les dijo: “Ya llevo la gubernatura. Vámonos”.
Así, Jesús
Alí, pues, trajo virtualmente la candidatura en la bolsa, pero se la quieren
sacar a la fuerza. Algunos errores están contribuyendo a ello. Ya se ha dicho,
también, en esta columna que malos elementos del pasado están acercando su
sardina al fuego y hasta se dice que son operadores de Alí, que se ha visto
obligado a tomarse la foto no sólo con los actores políticos sino con los
periodistas que sus asesores consideran son los que pueden llevar adelante su
proyecto político, por cierto ligado a los medios dado el tiempo de campaña de
sólo 45 días.
Otras
fallas, en las que Alí no debe intervenir siquiera, es la selección de los candidatos
locales. Sí llega a ser gobernador tendrá que gobernar con los presidentes
municipales y diputados locales que el pueblo elija. Si el PRI se equivoca en
algunos casos, él tendrá ya como gobernador la fuerza para sacar su proyecto
adelante. Quien tiene la bolsa y el garrote es quien manda. Digo aunque parezca
excesivo. Pero es la verdad, Estebanico.
Valdría
la pena que alguien le dijera la verdad no sólo a la dirigencia estatal del PRI
sino al gobernador saliente, que al fin y al cabo podría ser la víctima
principal si el PRI naufraga ante un candidato que va in crescendo, Arturo
Núñez Jiménez, del PRD.
Por
hoy sólo unos ejemplos: ¿quién cree que Rúrico Domínguez, un perdedor, pueda
ganarle la diputación federal a Gerardo Gaudiano Rovirosa, del PRD? ¿Qué Carlos
Arturo Vega sea mejor candidato que Suárez Vela en Tenosique, si se ha rodeado
de la misma gente del perdedor Tárano del trienio pasadoy actúa con la misma
prepotencia? ¿Acaso Manuel Andrade puede imponer candidata en Tacotalpa a Jeny
Rodríguez ante Rogelio Betancourt o Pedro Pérez Luciano? ¡No es mejor que un
joven como Moheno Piñera vaya como candidato a diputado federal y quede para
buscar la alcaldía Armando Beltrán Tenorio? ¿Es necesario otro Goyo Arias para
hacer entender al PRI quién verdaderamente representa posibilidades de
triunfos?
Vela
la pena reflexionar, decir la verdad, Estebanico, para no revivir la escena de
la película tomada hoy como pretexto, cuando en el momento del naufragio
Pánfilo de Narváez grita: “Aquí se acaba España”.
LADO
CLARO
Un
buen capitán de barco tiene la obligación de llevarlo a tierra firme, aunque
hayan malos marinos a bordo y hasta uno que otro polizón.
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