“Todo el arte de la guerra se basa en el engaño”.
Sun Tzu. Estratega chino.
Pocos, muy pocos están enterados de lo que realmente está pasando en la política real en Tabasco. Cada acontecimiento que pasa esta fríamente calculado por la mano que está meciendo la cuna. No se engañen, nada de lo que pasa es casualidad, todo tiene una causa política muy bien dirigida y desafortunadamente para los priistas, no de parte de quien la debería dirigir. Dice por ejemplo Félix Eladio Sarracino, dirigente estatal de la CNOP, que de pronto le entró un sentimiento democrático y que por ello su sector apoya la solicitud de Evaristo Hernández Cruz para participar en la Convención de Delegados del día primero de marzo en donde se elegirá al próximo candidato del PRI a la gubernatura del estado. No tardaremos mucho para ver con más claridad en el escenario tabasqueño el juego político en el que participan los principales actores políticos del PRI. Muchos tabasqueños comentan en el café, en la casa, en el restaurant, en el trabajo, que nunca se había vivido en Tabasco, en los prolegómenos de un proceso electoral gubernamental, una situación política como la que se esta presenciando. Por un lado se ve a un aspirante como Arturo Núñez Jiménez, fuertemente posicionado en la sociedad, con gran experiencia, amplia trayectoria en la vida política estatal y nacional, surgido del PRD de manera tersa, diseñando y armando las estrategias electorales hacia lo que viene más adelante, aguantando los constantes embates que le dirige el grupo en el poder, y por otro lado se ve en el PRI, a un Jesús Alí de la Torre, aspirante que salió finalmente seleccionado después de las fuertes negociaciones que se dieron en la Ciudad de México, en el Comité Ejecutivo Nacional de ese partido. Pero que de manera sui generis, como nunca lo habíamos visto, esta siendo cuestionado hasta por sus mismos correligionarios y por muchos actores de la sociedad, sin darle todavía la oportunidad para demostrar lo que trae guardado en el morral. Los grupos priistas que están y los que quieren llegar, tienen tan revueltas las aguas, que el público no alcanza a ver con claridad el camino que se está recorriendo, primero, hacia el primero de marzo (Convención de Delegados), y después, hacia el primero de julio (Día de la Elección). Lo preocupante es que mientras la política sigue su curso a todo lo que da, la economía del estado no puede decir lo mismo, está por los suelos. Los sectores productivos del estado están en pésimas condiciones, incluso ya se habla de posibles nuevos préstamos para seguir tapando algunos huecos de la administración estatal en ese golpeado sector. Si usted habla con los taxistas, con los comerciantes, con su peluquero o con los boleros, se enterará inmediatamente cual es el sentir de la gente más modesta de la sociedad. Cómo manifiestan su inconformidad con lo que está pasando en las economías familiares, porque los ingresos económicos de los integrantes de la familia tabasqueña ya no alcanzan para cubrir los gastos mínimos para vivir modestamente en estos inciertos tiempos. Mientras observamos que una nueva cuadrilla de funcionarios públicos sigue llenando sus alforjas. A ciencia cierta, en la mayoría de las gentes, se percibe un deseo de cambiar las cosas, de trabajar para que sean distintas a como han venido siendo hasta ahora. De obtener resultados que brinden mayores esperanzas a las nuevas generaciones. Nos leemos pronto.
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