Columnas en Tabasco
Congreso de Tabasco advierte que la nueva ley migratoria debe respetar tratados internacionales firmados por México, y pide al gobierno federal atender la compleja realidad de la frontera sur, por donde además de personas, tienen paso libre productos falsificados, armas y drogas
El Congreso de Tabasco está muy al pendiente del trabajo que se realiza en el Congreso de la Unión con respecto a la nueva Ley Migratoria del país y en su oportunidad, hará valer su derecho de iniciar algún juicio de inconstitucionalidad o promover amparos masivos, si fuera el caso de que se contemplaran artículos violatorios tratados internacionales y de derechos humanos, advirtió la diputada Lorena Beauregard de los Santos.
La presidenta de la Comisión de Asuntos de la Frontera Sur en la legislatura tabasqueña, se pronunció porque senadores y diputados “consideren que controlar el flujo migratorio no se contrapone de ninguna manera con el respeto a los derechos humanos”.
Sería un error muy grave, añadió, que la legislación mexicana se convierta en una herramienta de los Estados Unidos para frenar el paso de indocumentados a su territorio.
“Endurecer las medidas migratorias nos convertiría en la policía migratoria, en la primera Aduana de Estados Unidos, algo totalmente inaceptable si nos la pasamos pidiendo respeto y trato humanitario para nuestros connacionales en la frontera norte”, subrayó.
Peor sería, expuso, que el gobierno federal pretenda que con una nueva ley migratoria se resuelva la compleja realidad que se vive en la frontera Sur, que es zona de paso libre de personas, de productos falsificados, de drogas y de armas.
Entrevistada a su arribo al Congreso local, la ex diputada federal planteó que Tabasco ha presentado una propuesta integral para atender el problema de la frontera sur, no como un asunto migratorio sino como un verdadero riesgo a la seguridad nacional.
En ese sentido, dijo que el presunto secuestro de decenas de migrantes que fueron interceptados hace un par de días por un grupo armado en el municipio de Tenosique, “son un hecho que confirma que tenemos que ver el problema de la frontera sur como un asunto de seguridad nacional y hemisférica”.
Agregó que se necesita algo más que una nueva Ley Migratoria para atender un problema cuyo origen es la inseguridad, la falta de oportunidades y la pobreza de toda la región mesoamericana.
En ese sentido recordó que Tabasco presentó al gobierno de Felipe Calderón, en el marco de la Cumbre de Presidentes, lo que antes fue el Plan Puebla-Panamá, realizada en 2008, una propuesta para crear el Corredor Industrial del Sureste, como detonante de oportunidades y de desarrollo para los habitantes de la región.
Sin embargo, “ha faltado voluntad política para dar los pasos siguientes que se necesitan a fin de hacer realidad un programa que resolvería en gran parte el problema; parece que se optó por replicar el modelo norteamericano y es probable que lleguemos, como en Arizona, a tener reglamentos violatorios de derechos humanos y quizá, hasta bardas para contener el paso de migrantes”.
Beauregard de los Santos insistió que México “no puede ser la policía de los Estados Unidos” y por eso insistió en que el congreso tabasqueño analizará la nueva legislación que aprueben los senadores y los diputados “porque el problema en esta que es la frontera más olvidada del mundo, es más complejo y requiere soluciones integrales”.
Lo que esperamos de esta ley, dijo, es que genere condiciones óptimas para que los migrantes reciban un trato digno; “si por algún tipo de ceguera no contribuimos a generar oportunidades en sus comunidades, al menos garanticemos que su estancia y su paso por México sea respetuoso de sus derechos humanos”.
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