(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
¿Por qué no hacer caso a Cárdenas?
Es difícil saber qué pasaría con el PRD sin Andrés Manuel López Obrador como militante suyo y, ya no se diga, sin su liderazgo moral. Tal vez (como algunos suponen) se levantaría y reivindicaría ante la sociedad mexicana y el electorado en general. Quizá se iría más abajo todavía de lo que actualmente está, poniéndose a punto de desaparecer (como otros supondrían). Hay quienes dicen que el PRD sin Andrés Manuel López Obrador no es nada; que sin él no hubiera estado a punto de ganar --y hasta tal vez ganaría-- la elección presidencial del 2006; que quien le jala votos a favor es el propio AMLO. Ciertamente hay opciones divididas en torno a este asunto. No obstante no podría perderse de vista que el PRD se convierte en un partido verdaderamente competitivo en la arena electoral cuando AMLO emerge a nivel nacional, y que antes de él --salvo la elección de 1988, con Cuauhtémoc Cárdenas como la gran figura-- no había alcanzado la preferencia de tan nutrido electorado en el país. AMLO, por decirlo en pocas palabras, ha sido la fuerza del PRD durante la década más reciente. El fue quien lo hizo un partido competitivo y exitoso, con un gran número de diputados locales y federales, de senadores, de presidentes municipales a lo largo y ancho del país. Sin él --y eso se vio en el 2009 y se está viendo ahora-- el PRD tiene escasas opciones de triunfo, tanto así que su actual dirigencia --que le es completamente hostil-- ha tenido que recurrir a la alianza con el PAN para que este partido no desaparezca del escenario nacional y se haga de algunos triunfos, aunque ellos sean más del panismo (y del antipriismo) que del perredismo. Hoy este partido, además, está en crisis interna porque el grupo que ostenta la dirigencia nacional y AMLO no compatibilizaban y porque los llamados "Chuchos" se han convertido en adversarios suyos y no solamente no lo toman en cuenta a la hora de las decisiones sino que hasta lo quieren fuera del PRD, aún sin calcular los costos de la salida de éste de sus filas. Cuauhtémoc Cárdenas, otra gran figura del PRD y hoy líder histórico de él, ha hecho una propuesta pública a los dirigentes nacionales perredistas. "Entréguenselo a AMLO", aconsejaría. Esto es, no se queden ustedes con el partido, no excluyan ni traten de expulsar a López Obrador, dénselo a quien tiene el liderazgo y jala votantes, a quien puede reposicionar a las izquierdas mexicanas. Y seguramente eso es lo que debería de hacerse dentro de las filas del PRD, porque de tal manera se resolvería (o cuando menos atenuaría) su crisis interna, el votante no se alejaría de este partido y los ciudadanos mexicanos mantendrían una tercera opción alternativa, lo que no dejaría de ser positivo para la calidad de nuestra vida democrática.
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