El Presidente del Congreso de Tabasco convive con la ATP
Sergio Miguel León Morales / Crónica
Fue una deliciosa charla de apenas dos horas, donde se habló de mucho trabajo legislativo, de explicaciones vastas, de intercambio de interesantes puntos de vista e, incluso, de poesía y demás artes estéticas, renglón que no le es ajeno a José Carlos Ocaña Becerra, jefe del parlamento tabasqueño, quien este jueves ensayó un frugal desayuno con miembros de la Asociación Tabasqueña de Periodistas (ATP).
Suavemente enérgico, precisa cada artículo de la ley orgánica del Poder Legislativo y remite cada actitud a su lugar, de modo que ha quedado claro que si la oposición en la asamblea popular pensó que podía negociar una reforma a la legislación electoral en base a un mandato de la Corte, cayó en un grave error que la exhibe como mal asesorada.
LLUVIA DE LUCES
El dirigente legislativo inició el jueves a las cuatro de la mañana y una hora después atendía una entrevista en la Xeva, lo que fue el inicio de un intenso día que lo llevó a la Xevt y antes de llegar a Radio Acir se reunió con la ATP encabezada por su presidenta Gloria Karina López de Dios.
Dos minutos después de las nueve de la mañana se sentó a la mesa de lujo que sólo se monta cuando hay invitado especial, y a partir de ese momento la charla fluye entre varios litros de café y jugo, algo de té, pan, frutas y algunas exquisiteces de la cocina criolla.
José Carlos Ocaña sólo prefirió jugo de naranja y algo de papaya de la que no dio cuenta cabal.
Los flashes de seis cámaras fotográficas registran los primeros momentos del encuentro entre el joven político y los inquisidores comunicadores que preguntan de todo, que todo quieren saberlo, porque todo lo quieren dar a conocer.
FUNDACIÓN JOSÉ CARLOS BECERRA
Ocaña Becerra, que antes que diputado es Maestro en Ciencias en Desarrollo Económico de Comunidades del Tercer Mundo, se plantó ante el grupo como un profesor de facultad que dicta cátedra para taladrar el oscurantismo de la ignorancia. Así, se desplaza con facilidad por los vericuetos de la cosa pública y se revela como un hombre de sensibilidades que reacciona emocionado cuando a moción del reportero hace un alto en el encanto del arte de la política, para hablar breve de su tío, el enorme poeta que fue José Carlos Becerra Ramos, cuya obra inmensa vive un proceso de rescate que se consolidará en una fundación –con su nombre, claro está- para promover actividades culturales, tarea en la que trabajan familiares y amigos, y que incluirá un premio, tal vez de carácter internacional, subrayando en fortalecer el hábito de la lectura, sobre todo en los niños.
Emocionado, el diputado Ocaña habla de su tío como lo haría un sobrino que quiere y admira al hermano de su madre, y destaca la amistad del poeta con el premio nobel de literatura Mario Vargas Llosa, con quien entabló una seria amistad en la ciudad de Londres.
CONVENCE, CONVENCE
Sin importarle que le digan que es “químicamente puro”, el diputado Ocaña, que es el doceavo dirigente del órgano de gobierno de la legislatura desde que hace 31 años se instauró la figura de la Gran Comisión, destaca que en el ejercicio político queda descartado para el futuro quien no cumple con el compromiso, con la palabra empeñada, y en cuanto a su futuro, prefiere no especular, sino cumplir con la responsabilidad que obtuvo en las urnas.
En el desarrollo de la charla el diputado presidente de la Junta de Coordinación Política de la actual legislatura defiende un tanto vehemente a los diputados que integran el Congreso, lo mismo que el trabajo ordenado, serio y puntual que –asegura- realizan las comisiones en las que la representación descarga su trabajo en campo.
SESENTA Y CACHO MIL
El invitado a la mesa se siente en casa y demuestra que lleva el Congreso en las venas, dibujando con las manos en el aire la práctica parlamentaria.
Deja claro que el Palacio Legislativo es una casa abierta al arte y que al interior de la asamblea popular tabasqueña existe una enorme voluntad para superar actitudes antagónicas de antaño, de manera que ahora entre la diputación prevalece la lógica con un dirigente que es proclive a la lógica, a la armonía y a la construcción de acuerdos.
Hay interés entre el grupo de reporteros por conocer de cuánto, en realidad, es la dieta de los señores legisladores: según el diputado Ocaña Becerra, cobran cada mes “unos sesenta y cacho mil pesos”, a los que se suma una serie de apoyos para la gestión pública, hasta ajustar “poco más de cien mil pesos”.
Once y cacho de la mañana, hay que trabajar. El diputado da por terminada su intervención y de entre un halo de pena surge una interrogante: ¿no los cansé mucho?
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