TERREMOTO / Los vecinos aguardan el diagnóstico sobre sus casas
La sentencia de los edificios de Lorca: verde, amarillo o negro
Casi un centenar de técnicos ha comenzado a inspeccionar casa por casa en Lorca para diagnosticar su estado tras el terremoto y decidir si se puede reocupar o se debe arreglar o derruir. En un principio se había ideado un sistema con pegatinas verdes y rojas, pero primero fue imposible encontrar tantas pegatinas y después, cuando se decidió utilizar mejor pintura, no había suficiente cantidad de color rojo.
Al final, los técnicos están utilizando tres colores de pintura, verde, amarillo y negro, con los que van señalando los bloques de viviendas. El verde señala que la casa se puede reocupar sin peligro, por no haber sufrido daños o ser éstos superficiales. El amarillo permite a los dueños de la vivienda entrar para coger cosas imprescindibles, pero impide quedarse, ya que se deben realizar reformas importantes o ser derribado. Por último, el negro impide el acceso siquiera a las inmediaciones del inmueble ante el riesgo de derrumbamiento inminente.
El trabajo de los técnicos, que van acompañados por efectivos de laUnidad Militar de Emergencias (UME), que entran como avanzadilla en los inmuebles, es seguido de cerca por grandes grupos de vecinos, que esperan con ansiedad conocer el color con el que es señalada su vivienda. En los sitios más afectados, como el barrio de La Viña, los técnicos son pesimistas y están marcando la mayoría de los bloques con color amarillo, convencidos de que la mayoría tendrá que ser derribado y construido de nuevo.
En cuanto aparece el color amarillo, los vecinos se lanzan a sus casas, de las que tuvieron que salir el miércoles por la tarde de forma precipitada. La mayoría baja con maletas llenas de ropa y algunos objetos de valor, aunque alguno no ha dudado en coger la televisión de plasma.
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