domingo, 7 de noviembre de 2010

Solo en Domingo: Francisco Peralta Burelo / Columna / Nov 07

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Hoy es Domingo 7

Hoy es domingo siete. ¿Y qué con eso?, me podría usted preguntar, lector, lectora. Pues quién sabe le respondería, porque en esta fecha ni se celebra ni se conmemora nada (al menos que yo sepa). ¿Qué ocurrió un domingo siete? Quién sabe (o a lo mejor los viejos de antes sí lo supieron). Lo más probable es que no haya sucedido nada… aunque también es muy posible que ocurriese algo, porque si no ¿por qué habría de usarse la expresión domingo siete por la gente de antaño? Algo pasó un domingo siete, precisamente, para que la fecha alcanzara connotación en el lenguaje de pasadas generaciones (aunque ya hoy sea combinación de palabras en desuso). Algo, pues de otra manera ¿de dónde su procedencia y su carta de naturalización? Quizá no haya ocurrido un hecho patrio --como el quince de septiembre, el dos de abril--, ni sea una fecha sentimental --como el diez de mayo-- o una efeméride importante --como cualquiera que usted quiera recordar--, pero algún sentido tuvo que haber tenido la alusión domingo siete. Si usted lector, lectora es un adulto mayor tal vez tenga alguna referencia a ese respecto. Si no lo es, y más aún si está en plena juventud, a lo mejor ni siquiera le suena la fecha por ningún lado, porque nunca jamás hubiese oído hablar a nadie del domingo siete. Pero, bueno, más allá de cualquier cosa, hoy es domingo siete, y eso es digno de mencionarlo, désele alguna importancia o no se le dé ninguna. Pudiera ser que más que una fecha para recordar --y festejar o conmemorar-- sea sólo una expresión ¿antigua?, y ya en desuso en la actualidad. Eso, una simple frase para decir algo (y no una fecha memorable). Y dejémosla hasta ahí para no complicarnos la vida tratando de descifrar cuestiones tan complicadas como esa de ¿por qué domingo siete? Por algo es, ¡y ya! Domingo siete fue una expresión --quizá relacionada con un hecho que ocurrió precisamente en un día como ése-- que se utilizó mucho hasta buena parte del siglo pasado --y que seguramente se usará todavía en algunas partes-- por madres, abuelas, tías, primas, hermanas, y por supuesto por hombres y chismosos de todo tipo para cuestionar la conducta de algunas damitas muy entradas con el novio o el enamorado. "¡No me vayas a salir con tu domingo siete…!", le diría una indignada madre a su hija enamorada de más de su galán. "¿Ya viste a Juanita con ese Pedro como andan de acarameladitos?; nada más falta con que salga con su domingo siete", "No esa no tarda en salir con su domingo siete", dirían los chismosos del pueblo de alguna otra agraciada damita flechada por Cupido. "Cuánto apuestas a que no tarda en salir con su domingo siete", diría la chismografía femenina (y las envidiosas). En tal forma se usaba esa expresión. ¿Será que un domingo siete alguna damita dio el mal paso y por eso esta frase se popularizó tanto y fue tan significativa? ¡Vaya usted a saber, lector, lectora..! Muchas damitas, en efecto, salieron con su domingo siete. De esto las delataba su incipiente pancita, su estado de ánimo, la metiche mamá que le revisaba todo, la confesión a una amiga cercana (a condición de que no dijera nada a nadie). El domingo siete no siempre terminaba en embarazo, pero sí en pérdida de la tan cuidada virginidad, equivalente a la honra que había que recuperar con el casorio. La mayoría de los enamorados --varoncitos que decían si la hice la pago-- honraban a la damita de sus amores llevándola al altar (aunque ya no fuera de blanco), aunque no faltaran los patanes que se dieran a la huida o que no reconocieran su falta. Algunas damas salían con su domingo siete y deshacían su vida para siempre --claro, en aquella sociedad con su estricta y rigurosa moral--, en tanto que otras, con un hombre que respondiera por sus actos con integridad, pronto dejaba atrás --como se decía-- su pasado, honrándose de nuevo. ¡Qué de cosas! "¡Cuidado con que vayas a salir con tu domingo siete!". Más que una fecha, pues, una expresión de una época. Así que mejor ni buscarle antecedentes históricos o preocuparse por saber qué hecho importante ocurrió ese día (que posiblemente sólo haya existido en el imaginario de los viejos pueblos de México, de Tabasco, y de quién sabe cuántos otros lugares). Bueno, eso fue ayer, porque hoy a quién le preocupa que alguna damita salga con su domingo siete. ¿A usted, lector?; ¿a usted lectora? La verdad es que a nadie (ni a los chismosos y chismosas que siempre hay).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.