martes, 2 de noviembre de 2010

Internacional / Haití / Espera llegada de huracán / Nov 02

THE ASSOCIATED PRESS

Los haitianos enfrentan la posible llegada de un huracán esta semana, en momentos en los que el cólera se esparce por áreas rurales del país y miles de miles de sobrevivientes del terremoto siguen viviendo en refugios rudimentarios.
El martes en la madrugada, Tomás tenía vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros por hora (50 mph) y el ojo del meteoro se encontraba a unos 570 kilómetros (355 millas) al sur de Puerto Príncipe. Se movía hacia el oeste a 19 kilómetros por hora (12 mph).
El navío de guerra de la marina estadounidense Iwo Jima se dirigía a Haití el martes para estar cerca en caso de que sea necesario proveer ayuda de emergencia a los haitianos con la llegada de la tormenta tropical Tomás, que según pronósticos golpearía a la isla a finales de la semana posiblemente tras tomar fuerza y convertirse en huracán.
Grupos humanitarios también se preparaban para hacer lo posible, pero ya tienen escasez de suministros tras el devastador sismo del 12 de enero. Hacen falta unas 150.000 lonas así como jabón, kits higiénicos, tiendas de campaña, radios y sales de hidratación oral para tratar el cólera, señaló el coordinador de ayuda humanitaria de la ONU, Nigel Fisher, en un comunicado.
"Necesitamos refugios de emergencia. Necesitamos agua y suministros sanitarios. Y necesitamos tantos de ellos como sea posible antes de que golpee el huracán Tomás", dijo Fisher.
Las provisiones de lonas y cuerdas que estaban en los depósitos se están usando para ayudar a la gente en los campos de refugio, dijo Imogen Wall, vocera de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Tomás sería la primera tormenta grande en azotar Haití desde que el terremoto provocó la muerte de hasta 300.000 personas y dejó a millones danmificados. También sería la primera tormenta tropical o huracán en pasar por Haití desde el 2008, cuando las tormentas Fay, Gustav, Hanna e Ike golpearon el país caribeño en un lapso de un mes, matando a al menos 800 personas y arrasando con un 15% de la economía.
Montañas de escombros y edificios medio destruidos aún pueblan las calles de Puerto Príncipe, la capital haitiana. La reconstrucción se desarrolla con lentitud sin el financiamiento prometido, incluyendo 1.150 millones de dólares que Estados Unidos indicó en marzo que donaría.
Luego de debilitarse hasta transformarse en tormenta tropical el domingo en la tarde, Tomás giraba al oeste en el medio del Caribe y aún no representaba un peligro inmediato para la superficie terrestre. Pero se espera que la tormenta se fortalezca y se dirija a Haití.
"Ahora mismo simplemente necesitan mantenerse atentos", dijo John Cangialosi en el Centro Nacional de Huracanes en Miami. "Esta es la etapa en la que hay que estar pendientes".
Cuando era un huracán el domingo, Tomás causó al menos 14 muertes en el este del Caribe. El primer ministro de San Vicente, Ralph Gonsalves, describió el daño como "el peor del que tenían memoria".
Las plantaciones bananeras, el principal producto de exportación de San Vicente, quedaron destruidas y casi 300 viviendas fueron dañadas. Cientos de residentes tuvieron que ser atendidos por heridas, en especial en Sandy Bay, en la costa noroeste de la isla.
En Santa Lucía, Tomás azotó el sur de la isla, particularmente Vieux Fort, el segundo poblado de la isla. El lunes en la tarde, el primer ministro Stephenson King dijo que fallecieron 14 personas en Santa Lucía.
Los reporteros de The Associated Press Guy Ellis en Castries, Santa Lucía, y Glenford Prescott en Kingstown, San Vicente, contribuyeron con este despacho.

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